La estrategia final

Entre tantas, una de las emociones de la Copa Ryder gira en torno a los capitanes. En este caso, Ian Woosnam y Tom Lehman. Cada uno debe decidir el orden en el que actuar¨¢n sus golfistas sin saber c¨®mo establecer¨¢ el suyo su contrincante. Quien figure en el primer partido de un equipo se opondr¨¢ al que ostente esa condici¨®n en el otro y as¨ª sucesivamente. Los duelos pueden ser, pues, entre dos de los mejores, dos de los peores o uno de los mejores y otro de los peores. La importancia de ese detalle quiz¨¢ sea relativa por parejas por la compensaci¨®n de fuerzas. Pero en los doce partidos individuales, los decisivos, cobra gran intensidad.

Es el todo o nada. Y, entonces, surgen dudas razonables. Woosnam, desde la comodidad de la ventaja europea, y Lehman, desde la incomodidad de la desventaja norteamericana, ¨¦sa que estos d¨ªas le ha hecho cerrar los ojos demasiadas veces ante un golpe desafortunado de su gente, se enfrentaron anoche a ellas. ?Al ataque con los jugadores m¨¢s potentes en los primeros enfrentamientos? ?A la defensiva reservando para los ¨²ltimos a los m¨¢s expertos y de nervios m¨¢s templados? ?Una alternancia pretendidamente equilibrante? ?Y... qu¨¦ har¨¢ mi colega?

Partidos individuales de hoy: Montgomerie (Escocia)-Toms, Garc¨ªa (Espa?a)-Cink, Casey (Inglaterra)-Furyk, Karlsson (Suecia)-Woods, Donald (Inglaterra)-Campbell, McGinley (Irlanda)-Henry, Clarke (Irlanda del Norte)-Johnson, Stenson (Suecia)-Taylor, Howell (Inglaterra)-Wetterich, Olaz¨¢bal (Espa?a)-Mickelson, Westwood (Inglaterra)-Di Marco y Harrington (Irlanda)-Verplank.