La vida secreta de las ciudades
El mundo de las ciudades es el argumento de la Bienal de Arquitectura de Venecia: sus vistas, sus gentes y sus intimidades. Una exposici¨®n, 'C on Cities', organizada por la revista 'C Photo Magazine' en el pabell¨®n de Italia, analiza el papel de la fotograf¨ªa como narradora de los secretos urbanos
Qu¨¦ hace a una ciudad? ?Sus habitantes o sus edificios? ?La vida cotidiana o los momentos decisivos? ?Los monumentos o los callejones? Las ciudades son el marco en el que hoy viven casi tres cuartas partes de la humanidad. Aunque algunas metr¨®polis resulten inhabitables, la ciudad es el paisaje del hombre, el lugar ideado y construido para vivir. Y como las personas, las metr¨®polis crecen y cambian. Por eso esta edici¨®n de la Bienal de Venecia, que relaciona arquitectura y sociedad, quiere analizar el papel de las ciudades como punto de encuentro entre las preguntas de los ciudadanos y las respuestas de los arquitectos.
Es cierto que hasta hace poco la vida en la ciudad era sin¨®nimo de progreso, pero hoy son muchas las urbes que se han convertido en escenarios del desencanto. La ciudad china de Shenzhen, por ejemplo, ha multiplicado su poblaci¨®n y su edificaci¨®n (su densidad) por cuatrocientos en menos de una d¨¦cada. Y ha visto c¨®mo el desarrollo econ¨®mico ha dejado en herencia m¨¢s problemas que soluciones. Eso s¨ª, Shenzhen, como Shanghai, son hoy ciudades modernas que han dejado atr¨¢s la fachada del subdesarrollo y, con ella, los valores eternos de algo tan aparentemente poco moderno como el campo. Pero la ciudad tiene m¨¢s caras que las del progreso. De hecho, son muchas las que en los ¨²ltimos tiempos se han convertido en campo de batalla. Baste pensar en Sarajevo, Beirut o Bagdad. Con ese nuevo y ambiguo protagonismo, no sorprende que el terrorismo global haya elegido la fachada moderna de las ciudades para dejar su marca. As¨ª, el metro y los ferrocarriles de Madrid y Londres siguieron a las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono como hitos de una macabra cartograf¨ªa del horror que cabr¨ªa leer como la respuesta fundamentalista a un mundo urbano tejido de hormig¨®n, vidrio y acero que ha convertido en orgullosa se?a de identidad su falta de fundamento. Ruidosas, an¨®nimas e individualistas, su religi¨®n es la caducidad. Es evidente que las ciudades cambian, sufren, se rompen y reaparecen. Hasta las m¨¢s famosas del planeta ven crecer, espor¨¢dicamente, nuevos monumentos. La postal del Londres actual se debate entre el nuevo rascacielos Swiss Re, dise?ado por Norman Foster con forma de torpedo, y la legendaria torre del Big Ben, al igual que, en 1889, la torre Eiffel destituy¨® a la catedral de Notre Dame como s¨ªmbolo de Par¨ªs. Y aunque la competici¨®n arquitect¨®nica prosigue, ahora por el sureste asi¨¢tico, a los nuevos rascacielos ya no les basta con ser los m¨¢s altos. El Guggenheim de Bilbao introdujo la sorpresa en la arquitectura. Y el espect¨¢culo. Las ciudades son hoy tambi¨¦n el escenario de ese espect¨¢culo.
El espect¨¢culo y la guerra, la soledad y las multitudes. Los rincones urbanos exhiben desigualdad. Disfrazan la pobreza de lado oscuro y la inmigraci¨®n de ambiente cosmopolita. Sin embargo, muy pocos las abandonan. Antes son ellas las que, cada vez con m¨¢s frecuencia, expulsan a sus ciudadanos. As¨ª, desde la ilusi¨®n o el miedo, las ciudades resultan indefinibles. Del mismo lugar hay una versi¨®n diurna y otra nocturna. Una optimista y otra pesimista. Una cara ¨¢rida y otra amable. Un punto de encuentro y tantos de desencuentro.
La exposici¨®n C on Cities, comisariada por la revista brit¨¢nica C Photo Magazine, que dirige Elena Ochoa, quiere mostrar lo que es hoy una ciudad indagando a un tiempo en esa naturaleza cambiante de las urbes y en la esencia contradictoria -subjetiva, pero de apariencia objetiva- de la fotograf¨ªa urbana actual.
Como la ciudad, la fotograf¨ªa es tambi¨¦n un asunto en continua evoluci¨®n. Y definici¨®n. De las primeras im¨¢genes documentales que sirvieron para orientar el urbanismo de las grandes metr¨®polis o para archivar la memoria de la construcci¨®n de monumentos a partir del siglo XIX, la obra de buena parte de los fot¨®grafos actuales ha pasado a inventar, en lugar de retratar, las ciudades.
Como las propias ciudades, los fot¨®grafos elegidos en esta muestra forman una amalgama plural y diversa entre profesionales reconocidos, an¨®nimos y emergentes de varios lugares del mundo. Todas las im¨¢genes cuentan historias. Pero muchas son m¨¢s reveladoras que sugerentes. Algunas congelan un momento. Como el que llev¨® a un bombero londinense a fotografiar la batalla contra el fuego que asolaba un edificio de la calle High Holborn en la tarde del 16 de junio de 1932. Una sola imagen puede explicar un suceso completo: recordar instantes de terror, evocar horas de tragedia, adelantar d¨ªas de oficinistas desplazados, meses de reconstrucci¨®n, a?os de especulaci¨®n inmobiliaria. Los momentos se agrandan en las im¨¢genes. ?douard Durandelle retrat¨® en heliograf¨ªas, y durante dos a?os, el levantamiento de la extra?a torre met¨¢lica llamada a convertirse en el s¨ªmbolo del Par¨ªs posrevolucionario. Otra heliograf¨ªa anterior de Albert Fernique explica un instante en la construcci¨®n de una identidad urbana, el traslado de un monumento: el viaje que emprendi¨® en Par¨ªs la estatua de la Libertad para convertirse, al desembarcar en Ellis Island, en el monumento anfitri¨®n de Nueva York.
Pero no todas las im¨¢genes de esta muestra aportan informaciones concretas. La ciudad es un territorio escurridizo. As¨ª, algunos retratos, en lugar de ayudar a reconstruir la historia, la cuestionan. Las estampas urbanas del italiano Olivo Barbieri (1954) convierten en maqueta lugares reales. Tornan irreconocible lo conocido: el entorno romano del Coliseo o las autopistas que se entrelazan por encima de Shanghai. Tambi¨¦n el espa?ol Dionisio Gonz¨¢lez (1965) recoge en su trabajo lugares que existen, pero los mejora con peque?as intervenciones en la edici¨®n de las im¨¢genes. La fotograf¨ªa Paulistana Ajuntada retrata un barrio de favelas de S?o Paulo que, en el proceso de ser demolido, ha sido transformado por sus habitantes con chavolas de dise?o contempor¨¢neo. El propio Gonz¨¢lez aporta con sus retoques sugerencias para una transformaci¨®n que no borrar¨ªa el lugar al estar dise?ada atendiendo a la forma de vida de los habitantes de la zona. As¨ª, en ese territorio parad¨®jico, la frialdad de la arquitectura minimalista convive con el barroquismo de la miseria en un mismo plano, codo con codo. ?Qu¨¦ im¨¢genes son m¨¢s reales, las ciudades de juguete de Barbieri o las propuestas ideadas por Gonz¨¢lez?
'C on Cities' desvela que la fotograf¨ªa urbana actual ha dejado de plasmar una cara ¨²nica, un momento preciso de la vida de las ciudades. Para componer un retrato m¨¢s ajustado aborda la complejidad urbana desde las preguntas de los fot¨®grafos. De ese modo fragmentado y fr¨¢gil, lejos de los monumentos, en otros rincones urbanos, la ciudad se desdibuja. Y las historias tambi¨¦n pierden definici¨®n. Algunos autores sacan jugo a esa indefinici¨®n y la convierten en sugerencia. Es el caso de los retratos urbanos de Aniu (1969), un fot¨®grafo chino que captura en su serie Time of fantasy (Tiempo de fantas¨ªa) el contradictorio desarrollo de la ciudad de Shenzhen, "donde la gente lleg¨® desde todos los puntos del pa¨ªs para convertir en realidad sus sue?os". La serie intenta retratar las miserias que se mezclan con esos sue?os, los lados oscuros del progreso econ¨®mico. El propio Aniu no cree en la objetividad fotogr¨¢fica, no defiende una verdad, pero apuesta por una mirada, la suya, que trata simplemente de lanzar preguntas utilizando im¨¢genes. Con la b¨²squeda de la sugerencia, por encima del momento preciso, la libre interpretaci¨®n parece la ¨²nica clave objetiva en la fotograf¨ªa actual. Y acertar el encuadre es tan complicado como dar con el objetivo a fotografiar.
Otro autor chino, Hu Yang (1959), retrat¨® la vida cotidiana de 500 familias de la ciudad de Shanghai. Ricos y pobres, expatriados e inmigrantes, todos contestaron a las preguntas del fot¨®grafo dej¨¢ndolo entrar en sus casas. Sun Bingchang, un jubilado con pocos recursos, decidi¨® convertir su hogar en un hotel para hu¨¦spedes sin dinero. Asegura que lo que gana lo dona a los m¨¢s necesitados y habla con nostalgia de los antiguos l¨ªderes pol¨ªticos. Unas calles m¨¢s all¨¢, el disfrute espiritual, por encima de deseos materiales, es tambi¨¦n la receta que representan Tang Han y Si Si bailando en el sal¨®n de su casa en esa misma serie llamada Shanghai living. El interior de una vivienda en esa ciudad o una vista a¨¦rea que la convierte en un escenario de aparente ficci¨®n. ?Qu¨¦ imagen construye un retrato m¨¢s preciso de Shanghai?
Las fotograf¨ªas que el sueco Anders Petersen (1944) dispara a ciudadanos de Roma, Par¨ªs o Saint-?tienne constituyen un triple retrato: el de la persona plasmada, el de un aspecto del lugar y el del propio fot¨®grafo, que considera toda su obra un autorretrato. Su c¨¢mara se cuela en un interior urbano para explicar la soledad desde el gesto de un hombre; la provocaci¨®n, desde las piernas de una joven; el hast¨ªo, en boca de otra mujer. Todas esas im¨¢genes explican las ciudades. Las peque?as historias entretejen la gran historia de un lugar. Por eso, pol¨ªticos de todo el planeta no se pondr¨ªan de acuerdo para decidir si han sido los grandes acontecimientos o los mayores desastres los que han marcado el despegue de las grandes metr¨®polis del mundo. As¨ª, huracanes, pestes, incendios o terremotos podr¨ªan darles la mano a olimpiadas, ferias universales o campeonatos del mundo en el redise?o de muchas de las urbes del planeta.
El archivo fotogr¨¢fico del departamento de bomberos de Londres resume esas dos caras, la positiva y la negativa, del funcionamiento de una ciudad. Al igual que otros fuegos legendarios, como el de Chicago de 1871, el incendio que arras¨® Londres en 1666 cambi¨® la faz de esa capital. Y su funcionamiento. Dos siglos despu¨¦s se fund¨® el cuerpo de bomberos londinense (London Fire Brigade), y su archivo documental comenz¨® a funcionar. La historia del miedo al fuego, de la organizaci¨®n de un cuerpo de bomberos y de la decisi¨®n de extender esa precauci¨®n a toda la sociedad urbana est¨¢ recogida en im¨¢genes an¨®nimas. Pero no hay nada an¨®nimo, lejano ni impersonal en las fotograf¨ªas. Lo que cuentan es una historia universal de temores y desastres, esperanza y decisi¨®n. La misma que desde interiores o exteriores, desde im¨¢genes antiguas o contempor¨¢neas, reales o ficticias, evocan las fotograf¨ªas expuestas en C on Cities, una colecci¨®n de ciudades contadas que, fragmento a fragmento, quiere dar voz a las urbes del planeta.
La exposici¨®n 'C on Cities', organizada por la revista 'C Photo Magazine', puede verse en el pabell¨®n de Italia de la Bienal de Venecia hasta el 19 de noviembre.
La exposici¨®n 'C on Cities', organizada por la revista 'C Photo Magazine', puede verse en el pabell¨®n de Italia de la Bienal de Venecia hasta el 19 de noviembre.
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