Rubianes y la Guerra Civil calientan el pleno

La obra Lorca eran todos, dirigida por Pepe Rubianes, irrumpi¨® ayer en el pleno del Ayuntamiento. Y all¨ª, sumada al debate sobre el cambio de nombre de las calles franquistas, logr¨® calentar la sesi¨®n hasta convertirla en una lucha de la "izquierda radical extrema" contra la "derecha radical extrema", que es lo que PP y PSOE se llamaron mutuamente para descalificarse. La oposici¨®n pidi¨® la dimisi¨®n de la concejal de las Artes, Alicia Moreno, por contratar la obra de Rubianes en el Teatro Espa?ol y aceptar despu¨¦s, tras las "presiones de la caverna", que el director la retirara. Rubianes hab¨ªa cargado contra "la puta Espa?a" en unas declaraciones en televisi¨®n. El Teatro Espa?ol es un centro p¨²blico.

"Si Rubianes hubiera dicho 'putas mujeres', ?lo hubieran contratado?", pregunta Cobo

"Ha traicionado usted a su profesi¨®n con su silencio vergonzante. Usted, que viene de una familia de actores, no ha defendido la libertad de expresi¨®n. Nos ha decepcionado. Si est¨¢ dispuesta a admitir la censura, dimita por dignidad", le solt¨® a Moreno el socialista ?scar Iglesias, que ayer se estrenaba como portavoz de su grupo y lo hizo en tromba.

Iglesias aclar¨® en cuatro ocasiones que ¨¦l se sinti¨® "ofendido e insultado" cuando escuch¨® las declaraciones de Rubianes sobre Espa?a, pero agreg¨® que, dicho eso, "retirar una obra ya programada es un hecho peligroso porque atenta contra la libertad de expresi¨®n". "Produce sonrojo. Gallard¨®n contrata por amiguismo y censura con mentiras", solt¨®.

Alicia Moreno no abri¨® la boca para defenderse. En su lugar lo hizo Manuel Cobo, n¨²mero dos de Alberto Ruiz-Gallard¨®n y portavoz del PP. "Cuando usted dice 'Gallard¨®n contrata...' lo hace porque no se entera, porque cree que nosotros funcionamos como ustedes. Ni Gallard¨®n ni ninguno de los que estamos aqu¨ª, en la Comunidad primero y ahora en el Ayuntamiento, hemos intervenido nunca en una contrataci¨®n para fijar criterios pol¨ªticos", asegur¨® Cobo.

Y, tras recordar que fue Rubianes quien acab¨® retirando su obra antes de estrenarla y no el Ayuntamiento el que la censur¨®, plante¨® un debate de fondo: "Yo no entro a valorar los criterios [del director del Teatro Espa?ol, Mario Gas] para contratarlo. Supongo que la obra era buena. Pero le hago esta pregunta a la oposici¨®n: ?hubiera sido l¨ªcito contratar a Pepe Rubianes si, en lugar de insultar a Espa?a, hubiera hecho, por ejemplo, unas declaraciones machistas? Si en lugar de 'puta Espa?a' hubiera dicho 'putas mujeres', ?ustedes habr¨ªan sostenido que la libertad de expresi¨®n est¨¢ por encima de todo y lo hubieran contratado? Yo no lo s¨¦, d¨ªganmelo ustedes".

El portavoz del PSOE no respondi¨®. Concha Denche, de IU, tampoco lo hizo directamente, aunque se?al¨® en un discurso previamente escrito que "la libertad de expresi¨®n no admite matices" y que "a cualquier alumno de Torquemada se le debe poner a raya".

Cobo termin¨®: "La persona que contrat¨® esa obra no tuvo en cuenta que su autor hab¨ªa insultado a Espa?a. Quiz¨¢ no deb¨ªa tenerlo en cuenta, no lo s¨¦. Pero s¨ª le aseguro que nadie intervino con criterios pol¨ªticos en la contrataci¨®n de Pepe Rubianes: porque entonces quiz¨¢ nadie lo habr¨ªa contratado".

El portavoz del PP hab¨ªa sugerido a Iglesias que se preocupase porque, al pedir la dimisi¨®n de Moreno, coincid¨ªa con "otros sectores", y agreg¨®: "Es que los extremos se tocan". El edil socialista le pregunt¨® entonces: "?Con qu¨¦ extremo dice que coincido yo, con los talibanes que usted denunci¨® en el entorno de su partido? ?Con el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, que invit¨® a la concejal de las Artes a dimitir?". Esta vez el que no respondi¨® fue Cobo.

Al debate sobre Rubianes y su ahora archiconocida obra llegaron los concejales ya calentitos desde el punto anterior en el orden del d¨ªa: el PSOE volvi¨® a pedir el cambio de nombre de 360 calles, escudos y s¨ªmbolos con denominaciones franquistas, y el PP respondi¨® que eso resultar¨ªa "revanchista" y, sobre todo, muy poco pr¨¢ctico.

Seg¨²n el socialista ?scar Iglesias, Alberto Ruiz-Gallard¨®n es "la derecha radical extrema" porque se niega a cambiar los nombres franquistas de las calles o de los "escudos, insignias y placas" que a¨²n los conservan. "?Puede una ciudad que aspira a ser ol¨ªmpica tener calles en honor a generales de Franco? Esas calles son las del horror y la infamia. Y ha llegado el momento de quitar honores a gente que no se lo merece", se?al¨® Iglesias.

De nuevo fue Cobo quien le respondi¨®: "Usted s¨ª es la extrema izquierda radical. Pero siga con ese tema", le dijo con iron¨ªa, "porque seg¨²n todas las encuestas est¨¢ entre las principales preocupaciones de los madrile?os". Despu¨¦s, m¨¢s serio, record¨® que en Moncloa, en el edificio del Ej¨¦rcito del Aire, hay una leyenda que reza "Franco, caudillo de Espa?a" que ning¨²n Gobierno socialista ha pensado nunca en quitar, y remat¨® llamando "sectario" al portavoz del PSOE.

"Le pido, se?or Iglesias, que pongan en su programa electoral para 2007 que, si ganan, cambiar¨¢n el nombre de esas 360 calles que denuncian. A ver qu¨¦ piensan los vecinos de eso. Porque le aseguro que quienes viven en esas calles no est¨¢n dispuestos, por culpa de su revanchismo hist¨®rico, a tener que cambiar todos sus documentos, su DNI, su correo...", termin¨® el vicealcalde.

Iglesias no adelant¨® si el PSOE incluir¨¢ esa propuesta en el programa electoral, pero se mostr¨® encantado de que Ruiz-Gallard¨®n y su equipo se "retraten" como "la derecha radical extrema", prueba de lo cual, dijo y repiti¨® tres veces, es que el alcalde "participa en los maitines [reuniones semanales] con el presidente del PP, Mariano Rajoy".

Concha Denche, de IU, apuntal¨® la petici¨®n de los socialistas. "Las calles con nombres franquistas simbolizan el dolor impuesto por los vencedores a los vencidos. Cambiarlas no puede hacer da?o", opin¨®. Ni ella ni Iglesias tuvieron el menor ¨¦xito: la propuesta fue tumbada por la mayor¨ªa absoluta del PP.