De "presa pol¨ªtica" a inspectora m¨¦dica
Isabel Garc¨ªa Marcos retoma su puesto de funcionaria, del que fue suspendida por no ir a trabajar
Isabel Garc¨ªa Marcos, la ex teniente de alcalde de Marbella a la que la historia recordar¨¢ por la frase "si no cobramos, no hago papeles para nadie", recogida en escuchas policiales, se reincorpor¨® el pasado mi¨¦rcoles a su puesto de inspectora m¨¦dica en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Tras pasar 165 d¨ªas en prisi¨®n preventiva -ella se calificar¨ªa, en otra declaraci¨®n para la posteridad, como "presa pol¨ªtica"- y pagar 60.000 euros por salir en libertad bajo fianza, la ex edil reactiv¨® el expediente iniciado a principios de a?o para terminar la excedencia especial de que disfrutaba como cargo p¨²blico. Todo apunta a que no hubo necesidad de comisiones.
La petici¨®n de Garc¨ªa Marcos ya hab¨ªa sido resuelta favorablemente la primavera pasada. Sin embargo, la resoluci¨®n qued¨® entonces sin efecto, ya que la ex concejal, acusada de cohecho, alteraci¨®n de precios en concurso y subasta p¨²blica y fraude, estaba compartiendo celda en Alhaur¨ªn de la Torre con la ex alcaldesa Marisol Yag¨¹e, por orden del juez instructor del caso Malaya contra la corrupci¨®n en Marbella, Miguel ?ngel Torres.
Los trabajadores temen el "descr¨¦dito" del SAS con la reincorporaci¨®n de la ex edil marbell¨ª
"Esta se?ora no cumple con sus deberes y se aprovecha de todos sus derechos"
Entre la salida de prisi¨®n de Garc¨ªa Marcos -realizada el pasado 13 de septiembre en loor de empleados de la prensa rosa- y la reincorporaci¨®n, m¨¢s bien discreta, a las oficinas del SAS en M¨¢laga han mediado dos semanas. Su entrada en la Delegaci¨®n el mi¨¦rcoles 27, a las 8.20 y vestida con vaqueros, chaqueta y bolso negros, fue presenciada ¨²nicamente por dos periodistas. Sin embargo, cuando sali¨® a las 15.05, le aguardaban una decena de fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n. Se mont¨® en un Smart a juego con su ropa que le estaba esperando con el motor en marcha en un lateral del edificio de la calle C¨®rdoba y desapareci¨®.
En medio de esos dos hitos temporales transcurri¨® la primera jornada laboral de la pol¨ªtica presa m¨¢s famosa de Espa?a, que cobrar¨¢ aproximadamente 1.800 euros mensuales. Aunque la orden de incorporaci¨®n de Garc¨ªa Marcos a su antiguo puesto no especificaba un destino concreto dentro de la inspecci¨®n m¨¦dica, los responsables de este servicio, con una plantilla de diez m¨¦dicos, decidieron colocarla en un puesto alejado de la vista del p¨²blico. "El SAS perder¨ªa credibilidad si un usuario fuera atendido por una persona que ha estado cinco meses presa acusada de participar en una de las mayores tramas de corrupci¨®n de Espa?a", aseguran fuentes de la Consejer¨ªa de Salud de la Junta.
Tras llegar al despacho y reunirse con sus jefes, Garc¨ªa Marcos recibi¨® su primera tarea: ponerse al d¨ªa en la normativa en materia de inspecci¨®n m¨¦dica, que ha cambiado mucho desde que dej¨® el servicio en 1997. Ese a?o, la ex teniente de alcalde fue suspendida de empleo y sueldo por dos a?os por seguir cobrando su sueldo a pesar de no acudir al trabajo, absorbida como estaba por las tareas pol¨ªticas en Marbella. Esta suspensi¨®n, ratificada en 1999 por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa, est¨¢ recurrida ante el Supremo. Para su reincorporaci¨®n, solicitada el pasado d¨ªa 22, Garc¨ªa Marcos entreg¨® el auto de libertad firmado por el juez Torres. Adem¨¢s, antes de dar luz verde a su reingreso, la Junta de Andaluc¨ªa "se ha informado de su situaci¨®n".
El reencuentro con los antiguos compa?eros fue correcto, aunque sin efusiones. A muchos funcionarios les molesta que el regreso de Garc¨ªa Marcos suponga un "descr¨¦dito" para el SAS. "Hay que respetar la presunci¨®n de inocencia, pero nos parece muy mal que se reincorpore", dec¨ªa una empleada de Salud. "Se ha incorporado a una plaza que es suya por oposici¨®n, pero la instituci¨®n se desprestigia", se quejaba otro funcionario.
Jos¨¦ Ram¨ªrez, secretario general de Sanidad de Comisiones Obreras en M¨¢laga, se?ala que "el SAS tiene que cumplir la ley y es normal que se reincorpore porque no hay una sentencia firme". Sin embargo, a rengl¨®n seguido a?ade: "Otra cosa es que el sentido com¨²n hace ver que esta se?ora no cumple con sus deberes y se aprovecha de todos sus derechos".
En cualquier caso, Isabel Garc¨ªa Marcos es una mujer dura. Ram¨ªrez, que trat¨® con Garc¨ªa Marcos, entre 1987 y 1990, a?os en que la ex edil expulsada del PSOE fue secretaria provincial del SAS y gerente del hospital de Antequera, la recuerda como una "temible" negociadora. "Era muy dura y muy h¨¢bil, entre los sindicalistas la llam¨¢bamos la Thatcher", afirma, en referencia a la ex primera ministra conservadora del Reino Unido, Margaret Thatcher, apodada la dama de hierro.
El jueves, segundo d¨ªa de trabajo de Garc¨ªa Marcos en su particular regreso al pasado, fue parecido al mi¨¦rcoles, aunque desde las 7.30 dos c¨¢maras de televisi¨®n esperaban su llegada en cada puerta de la Delegaci¨®n. Sin embargo, el viernes, ya nadie hac¨ªa guardia ante la puerta de su centro de trabajo.
"Al final, sumar¨¢ dos trienios"
Responsables pol¨ªticos y sindicales han acogido la reincorporaci¨®n a su trabajo de Isabel Garc¨ªa Marcos con una metaf¨®rica pinza en las narices. La consejera de Salud, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, asegur¨® que su departamento "comparte el malestar que siente toda la ciudadan¨ªa", pero explic¨® que, ante la ausencia de una resoluci¨®n judicial de inhabilitaci¨®n, "era de obligado cumplimiento admitir su incorporaci¨®n si solicitaba su vuelta al servicio activo". Los mismos argumentos de imperativo legal adujo el delegado de la Junta de Andaluc¨ªa en M¨¢laga, Jos¨¦ Luis Marcos: "Es una se?ora que recurre a la ley cuando le conviene, pero la Junta est¨¢ obligada a cumplir la ley".
El catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Universidad de M¨¢laga ?ngel S¨¢nchez Blanco avala estas tesis. "No se puede neutralizar su derecho a la reincorporaci¨®n. Rige la presunci¨®n de inocencia aunque, dados los indicios de delito, es dif¨ªcil que la gente con sentido com¨²n lo pueda asimilar". S¨¢nchez Blanco se?ala que "no existe la figura de la inhabilitaci¨®n preventiva" y la salida del problema pasa por "la sensatez de sus jefes de no ponerla en un puesto de cara al p¨²blico". Para este jurista, la lentitud de los procedimientos judiciales -sobre todo con las estrategias dilatorias de los abogados defensores- pueda acabar generando que si Garc¨ªa Marcos es finalmente inhabilitada "se ir¨¢ habiendo acumulado dos trienios".
Otra pata del debate, para S¨¢nchez Blanco, es si una persona sobre la que pesa una posible condena de c¨¢rcel es id¨®nea para juzgar situaciones de bajas laborales de las que dependen familias enteras. "Al Estado le puede acabar costando dinero", asegura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.