"Estados Unidos tiene que escucharnos"
En las calles de Damasco han aparecido estos d¨ªas extra?os carteles. En ellos, los propagandistas del r¨¦gimen han unido la imagen de Bachar a la de Hasan Nasral¨¢ para expresar su apoyo al l¨ªder de Hezbol¨¢. Pese a ello, el presidente del ¨²nico pa¨ªs ¨¢rabe laico desestima el riesgo de un posible contagio islamista. "Nasral¨¢ defiende una causa nacional, patri¨®tica, no un partido o una religi¨®n", asegura, a pesar de reconocer m¨¢s tarde, durante la conversaci¨®n, que el fanatismo est¨¢ aumentando en Siria. Cada vez se ven m¨¢s mujeres con velo. "Pero no es culpa nuestra", se quejan fuentes del entorno presidencial, mayormente laico.
El Asad hace sus afirmaciones con gravedad, pero sin titubeos ni dudas. Este oftalm¨®logo sin vocaci¨®n pol¨ªtica, que lleg¨® al poder a la muerte de su padre en junio de 2000, da la impresi¨®n de empezar a sentirse c¨®modo en el cargo. A lo largo de la entrevista Bachar demuestra que se maneja ya con la soltura de cualquier pol¨ªtico occidental.
"Para que Hezbol¨¢ se desarme hace falta un Estado en el que todos los libaneses se sientan representados"
"Considero que la participaci¨®n espa?ola en FINUL es positiva y trabajamos para que lo siga siendo"
"Mientras no se alcance la paz en la regi¨®n, todas las medidas ser¨¢n una p¨¦rdida de tiempo"
"Hay que entender que los efectos de la resoluci¨®n 1.701 son provisionales, la soluci¨®n es lograr la paz"
"Si hay voluntad de introducir armas de contrabando (en L¨ªbano), ning¨²n despliegue militar podr¨¢ evitarlo"
"Nasral¨¢ (el l¨ªdeer de Hezbol¨¢) defienda una causa nacional, no un partido o una religi¨®n"
Est¨¢ claro que desea renegociar el papel regional de su pa¨ªs. El jefe del Estado sirio insiste en la necesidad de convertir el conflicto de L¨ªbano en una oportunidad para encarar finalmente un proceso de paz en la regi¨®n. "Hay que confiar en Siria", se?ala a los periodistas, porque es sabedor, sin duda, de los recelos que suscitan sus promesas de impedir el rearme de Hezbol¨¢ a trav¨¦s de su frontera.
"Si existe voluntad de introducir armas de contrabando [en L¨ªbano], ni las resoluciones del Consejo de Seguridad, ni ning¨²n despliegue militar podr¨¢n evitarlo", justifica.
El mensaje es que "la ¨²nica soluci¨®n es lograr la paz". Aun as¨ª, trata de tranquilizar a Espa?a y a otros pa¨ªses que han desplegado fuerzas en el sur de L¨ªbano. "Considero que la participaci¨®n espa?ola en la FINUL [Fuerza Interina de Naciones Unidas para L¨ªbano] es positiva y trabajamos para que lo siga siendo", afirma.
Pregunta. Usted se ha mostrado muy cr¨ªtico con la resoluci¨®n 1.701 de la ONU, que puso fin a la guerra en L¨ªbano. ?Por qu¨¦?
Respuesta. La posici¨®n de Siria no ha cambiado. Siempre hemos apoyado a las fuerzas internacionales, pero hay otros aspectos en la resoluci¨®n. En nuestra opini¨®n, no es ecu¨¢nime, pero buscamos su lado positivo. Tambi¨¦n tiene puntos poco claros que dependen de c¨®mo se aplique. Por ejemplo, Israel todav¨ªa no se ha retirado de L¨ªbano, su aviaci¨®n sigue violando la soberan¨ªa libanesa y ha habido tres operaciones de comando despu¨¦s del alto el fuego. Tenemos que entender que los efectos de la resoluci¨®n son provisionales. Meses, a?os, no sabemos... La soluci¨®n es lograr la paz.
P. ?Qu¨¦ opina de la participaci¨®n espa?ola en la fuerza multinacional? Preocupa que dijera que la presencia de tropas europeas en L¨ªbano es un complot occidental para dividir el mundo ¨¢rabe...
R. Apoyamos igual a cualquiera de sus integrantes, incluida Espa?a, con quien adem¨¢s mantenemos una relaci¨®n de confianza mutua, en especial, desde la llegada [al Gobierno] del presidente Zapatero. Lo m¨¢s importante es que la FINUL mantenga su misi¨®n dentro del marco legal del art¨ªculo 6, y no del art¨ªculo 7, de la Carta de Naciones Unidas. Para que esos esfuerzos tengan ¨¦xito se requiere estabilidad en la regi¨®n. Es decir, que junto a la presencia de las fuerzas, espa?olas y de otros pa¨ªses, es muy importante el trabajo pol¨ªtico paralelo. Hay otro aspecto, ?qu¨¦ papel quiere tener Europa? Su contribuci¨®n se ralentiz¨® mucho el a?o pasado. Ustedes son parte de Europa. Por ello, considero que la participaci¨®n espa?ola en la FINUL es positiva y trabajamos para que lo siga siendo.
P. La opini¨®n p¨²blica espa?ola tambi¨¦n la considera positiva porque es una misi¨®n de la ONU, solicitada por el Gobierno liban¨¦s. Sin embargo, ?qu¨¦ condiciones se tienen que dar para que los soldados puedan regresar con el trabajo cumplido?
R. La ¨²nica condici¨®n es que ustedes, como tambi¨¦n los otros pa¨ªses que participan en la FINUL, se mantengan neutrales entre libaneses e israel¨ªes. Con sinceridad, esperamos que su posici¨®n no sea como la alemana. Los alemanes declararon que ven¨ªan a proteger a Israel, lo que descalifica su misi¨®n. No se puede venir a la regi¨®n y tomar partido por uno de los contendientes, como hicieron las fuerzas multinacionales en 1983. Hay que dejar claro que la resoluci¨®n 1.701 no est¨¢ bajo el art¨ªculo 7, ya que significar¨ªa que los soldados est¨¢n al lado de una de las partes [los israel¨ªes]. La importancia de las tropas no est¨¢ en el armamento de que disponen, sino en que cada contingente representa a un pa¨ªs y eso bloquea la posibilidad de una agresi¨®n. De ah¨ª que cuantos m¨¢s pa¨ªses participen [en el despliegue], mejor. Eso permitir¨¢ que sus soldados vuelvan con ¨¦xito.
P. ?En cu¨¢nto tiempo?
R. Depende de la pol¨ªtica. Si env¨ªan las tropas sin prisa, corremos el riesgo de que se queden para la eternidad. El problema con Naciones Unidas es que una vez que se aprueban las resoluciones, se olvidan de ellas. Si se entiende que la resoluci¨®n 1.701 es una medida temporal y que debemos regresar al proceso de paz, el despliegue no deber¨ªa prolongarse muchos a?os. Cuando el proceso de paz comenz¨® en Madrid, esper¨¢bamos que durara dos a?os como m¨¢ximo. Si ahora retom¨¢ramos las negociaciones donde las dejamos, en seis meses deber¨ªa haber una soluci¨®n.
P. Israel acusa a Siria de permitir el paso de armas a Hezbol¨¢ a trav¨¦s de su frontera. Durante la visita del secretario general de la ONU a principios de septiembre, usted se comprometi¨® a adoptar medidas para evitarlo. ?Lo ha hecho ya? ?En qu¨¦ consisten? ?Qu¨¦ resultados ha obtenido?
R. S¨ª, hemos tomado dos medidas. Una, reforzar nuestra frontera con L¨ªbano, lo que nos ha obligado a trasladar parte de nuestros soldados desde la frontera con Irak. Ahora espero que pronto haya una resoluci¨®n 1800 para devolverlos all¨ª... La segunda, en nuestras conversaciones con Kofi Annan, con los italianos y con los alemanes, se nos ha ofrecido asistencia t¨¦cnica para la vigilancia de fronteras y hemos aceptado la colaboraci¨®n de sus expertos. Ahora bien, con franqueza, el propio secretario general de Hezbol¨¢ ha declarado hace pocos d¨ªas que tiene miles de misiles. As¨ª que todas estas medidas son una p¨¦rdida de tiempo porque no van al centro del problema. La ¨²nica soluci¨®n, se lo he dicho a las partes interesadas, es confiar en Siria. Si existe verdadera voluntad de introducir armas de contrabando, ni las resoluciones del Consejo de Seguridad, ni ning¨²n despliegue militar, podr¨¢n impedirlo. Volvemos a [la necesidad de] la paz.
P. Admitir¨¢, no obstante, que es bastante irregular la existencia de un grupo armado al margen de las fuerzas de seguridad. Ustedes tienen tambi¨¦n una provincia ocupada [el Gol¨¢n], pero el monopolio del uso de la fuerza lo tiene el Estado. ?Qu¨¦ condiciones tienen que darse para que se desarme Hezbol¨¢?
R. Los espa?oles tienen un Estado que les representa al margen del color pol¨ªtico del Gobierno. Existe un consenso. En L¨ªbano ese consenso no existe. Meses antes de la guerra, los propios libaneses iniciaron un di¨¢logo nacional para abordar este asunto. Lo que plantean es cierto, el Estado debe tener el monopolio del uso de la fuerza. Hezbol¨¢, el propio Hasan Nasral¨¢, lo ha pedido, pero para ello hace falta un Estado en el que todos los libaneses se sientan representados. Si eso se logra, entonces ser¨¢ posible [el desarme de Hezbol¨¢].
P. M¨¢s all¨¢ del enemigo com¨²n que pueda ser Israel, desde fuera se entiende mal la alianza de un r¨¦gimen laico como el sirio con un grupo islamista. ?No teme usted que la ret¨®rica del l¨ªder de Hezbol¨¢ contagie a los islamistas sirios y termine por desestabilizar su pa¨ªs?
R. No existe ese riesgo. El discurso pol¨ªtico del se?or Nasral¨¢ no representa s¨®lo a un grupo islamista, sino tambi¨¦n a sectores laicos. Entre sus aliados hay grupos laicos e incluso cristianos. No tendr¨ªa la fuerza que tiene sin ese amplio apoyo popular. Otra cosa le crear¨ªa un problema dentro de L¨ªbano. Si se tratara de un asunto de religi¨®n, los cristianos se le opondr¨ªan, los laicos tambi¨¦n. Estar¨ªa aislado, pero no es as¨ª. No tenemos ninguna preocupaci¨®n al respecto. Adem¨¢s, lo importante no es la persona o el partido, sino la causa. ?l defiende una causa nacional, patri¨®tica, no un partido o una religi¨®n. Por eso Hezbol¨¢ goza de apoyo no s¨®lo en L¨ªbano, sino en otros pa¨ªses y en otras confesiones religiosas.
P. Un grupo de disidentes fue encarcelado el pasado mayo tras pedir la normalizaci¨®n de relaciones con L¨ªbano. A¨²n quedan varios en prisi¨®n. ?Cu¨¢ndo van a liberarles? ?Por qu¨¦ la normalizaci¨®n con L¨ªbano es un asunto tan delicado para Siria?
R. No se trata de diferencias pol¨ªticas. Han criticado al Gobierno en ocasiones anteriores y no hemos intervenido. Es un asunto completamente diferente. Hay grupos libaneses que han pedido a Estados Unidos que ataque Siria y ocupe Damasco. L¨®gicamente, consideramos a estos grupos enemigos de Siria. Los detenidos cooperaban con ellos y eso, en la ley siria, se castiga con la c¨¢rcel. En total, firmaron el texto 214, de los que 10 fueron encarcelados como responsables. Tras las pesquisas judiciales, el tribunal ha dejado en libertad a seis de ellos y prosigue las investigaciones. Es posible que liberen a los dem¨¢s. No se trata de un delito de opini¨®n sino de cooperaci¨®n con el enemigo.
P. Serge Brammertz, el investigador del asesinato del ex primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri, ha presentado esta semana su tercer informe en el que dice disponer de datos suficientes para iniciar un proceso judicial. ?Le preocupa que alg¨²n alto cargo de su pa¨ªs pueda ser inculpado?
R. Nos preocupa si se hace por motivos pol¨ªticos, pero si se trata de aclarar el crimen, ser¨¢ bueno para todos, tambi¨¦n para nuestros intereses. Lo importante de ese informe es que deja constancia de la cooperaci¨®n de Siria, al igual que ya mencion¨® el anterior.
P. Usted pretende transformar la crisis de este verano en una oportunidad para abordar los problemas de Oriente Pr¨®ximo y lograr la paz, algo en lo que sin duda EE UU es clave. ?Qu¨¦ le pedir¨ªa? ?Qu¨¦ papel tendr¨ªa Siria en el plan de esa potencia para la zona?
R. S¨®lo pedimos que tenga un papel justo y neutral, pero hasta ahora no ha sido as¨ª y no existen otros pa¨ªses que puedan ocupar su lugar en la regi¨®n. Al mismo tiempo, Estados Unidos no puede actuar de forma unilateral en la zona. De ah¨ª la importancia de Europa. Los norteamericanos tienen que hablar con nosotros para entendernos, para saber qui¨¦nes somos y qu¨¦ queremos. Tambi¨¦n necesitan a los europeos para comprender mejor la regi¨®n. Europa tiene m¨¢s fuerza cuando act¨²a con independencia de Estados Unidos, pero en coordinaci¨®n con ese pa¨ªs y con la ONU. Eso equilibrar¨ªa el papel de Estados Unidos y permitir¨ªa lograr la paz.
P. Si tuviera un encuentro con George Bush, ?qu¨¦ le dir¨ªa?
R. Lo primero, que escuche a los dem¨¢s, empezando por quienes sufren los problemas, pero el problema es que si ni siquiera escucha a sus aliados europeos... Que nos escuche. En segundo lugar, debe admitir que ha cometido grandes errores. Tambi¨¦n le har¨ªa algunas preguntas. Si a Estados Unidos de verdad le importa la paz, ?cu¨¢l es su visi¨®n para lograrla? Finalmente, le dir¨ªa que el terrorismo es una amenaza mayor hoy que antes del 11-S. Por eso insisto a nuestros amigos europeos que debemos hablar con los norteamericanos para convencerles de que la doctrina de la guerra preventiva ha fracasado.
P. Tanto Siria como Israel han lanzado en las ¨²ltimas semanas mensajes contradictorios sobre su deseo de negociar la paz. ?Qu¨¦ condiciones tienen que darse para que puedan volver a sentarse a negociar con Israel, como lo hiciera su difunto padre en el a?o 2000?
R. Su pregunta se refiere a dos partes que confluyen en la paz, o en la guerra, como un barco con dos capitanes. Nosotros tenemos una visi¨®n muy clara que es la paz, y no depende de que seamos fuertes, sino de nuestra historia, nuestra cultura y el deseo del pueblo. La visi¨®n israel¨ª depende exclusivamente de tener un Ej¨¦rcito fuerte. Sin embargo, las experiencias de Afganist¨¢n, Irak o L¨ªbano han probado que la fuerza militar no consigue sus objetivos. Esto deja a Israel sin su visi¨®n. Si eliminamos el principio de la fuerza, ?qu¨¦ alternativa tiene? S¨®lo queda nuestra visi¨®n. Eso quiere decir que el barco pac¨ªfico ya s¨®lo tiene un capit¨¢n, si me permiten la broma.
P. Frente al aislamiento internacional Siria siempre ha contado con la amistad de Ir¨¢n. Sin embargo, ambos pa¨ªses tienen reg¨ªmenes pol¨ªticos muy distintos e incluso a veces intereses divergentes, por ejemplo en Irak. ?Qu¨¦ opina de la preocupaci¨®n de otros pa¨ªses ¨¢rabes ante las ambiciones nucleares de Teher¨¢n?
R. Queda claro a trav¨¦s de las declaraciones iran¨ªes, y de nuestra relaci¨®n con ellos, que est¨¢n ejercitando su derecho de acuerdo con la ley internacional. Quer¨¢moslo o no, Ir¨¢n es ya una potencia nuclear. Nosotros, al igual que est¨¢n haciendo los iran¨ªes, tratamos de explicar esa postura a los pa¨ªses ¨¢rabes. Ahora bien, si la preocupaci¨®n no deriva de su capacidad nuclear sino de la bomba at¨®mica, es otro asunto. En ese caso, ?por qu¨¦ no se discuten las bombas nucleares israel¨ªes? No es razonable que s¨®lo nos preocupemos de Ir¨¢n, cuando es Israel, no Ir¨¢n, quien comete agresiones contra nosotros.
P. Siria sigue bajo sanciones econ¨®micas de Estados Unidos que le acusa de apoyar el terrorismo, sin embargo, ustedes mismos acaban de sufrir un atentado aqu¨ª en Damasco, contra la Embajada norteamericana. ?Tiene alguna informaci¨®n nueva sobre qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de ese atentado?
R. Casi no existen relaciones entre Siria y Estados Unidos, al menos en el ¨¢mbito pol¨ªtico y de seguridad. El problema con la actual Administraci¨®n es que no quiere o¨ªr la verdad. Se ha cumplido todo lo que les dije antes de las guerras contra Afganist¨¢n y contra Irak. Tambi¨¦n en lo relativo al terrorismo. Tras un periodo de cooperaci¨®n, nos dimos cuenta de que no serv¨ªa, de que era una perdida de tiempo. Para nosotros y para ellos. No gan¨¢bamos nada ni en el ¨¢mbito pol¨ªtico ni de seguridad. La relaci¨®n puede cambiar si ellos aceptan que somos un pa¨ªs con nuestros propios intereses, que podemos colaborar por los intereses comunes, pero que no es posible trabajar s¨®lo al servicio de sus intereses, sobre todo cuando chocan con los nuestros.
P. Su llegada al poder hace seis a?os desat¨® muchas expectativas de reformas, en especial entre los j¨®venes. Hoy la llamada Primavera de Damasco es s¨®lo un recuerdo agridulce. ?Por qu¨¦ no ha podido usted cumplir sus promesas de apertura?
R. Es cierto, el proceso va un poco lento. Existen varios factores. En parte es responsabilidad del Estado. Hay un problema t¨¦cnico, pero tambi¨¦n vinculado a la naturaleza de nuestra sociedad. Adem¨¢s, hemos fracasado en nuestros intentos de lograr ayuda de los pa¨ªses desarrollados. Cometemos errores. Tratamos de corregirlos. Volvemos a cometer errores. A corregirlos. Tambi¨¦n influyen las condiciones pol¨ªticas. Vivimos en una regi¨®n dominada por las ideolog¨ªas. Lo que est¨¢ pasando a nuestro alrededor, en Irak, la guerra contra el terrorismo, una pol¨ªtica internacional equivocada, sobre todo por parte de Estados Unidos... todo ello ha creado una reacci¨®n negativa dentro del pa¨ªs. Ha aumentado el fanatismo en vez de la apertura. El magn¨ªfico ejemplo de democracia en Irak, Abu Ghraib y otros cr¨ªmenes, han causado un grave da?o. La gente se pregunta si eso es la democracia. S¨ª, se ha ralentizado el proceso y dadas, las circunstancias sin duda vamos a encontrar m¨¢s obst¨¢culos.
Texto ¨ªntegro de la entrevista en ELPAIS.es
![El presidente sirio, Bachar el Asad, en un momento de la entrevista en Damasco.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2QE65TXKQDBUAE2FOIO3CDSVDI.jpg?auth=10e8569343d9cdb34e4cc26b043ace627c42afaf9c6856f1fe7cedea1c4ac417&width=414)
![Bachar el Asad, durante la entrevista.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RRGNGXC47AA4POEB3M6LK6WSEQ.jpg?auth=619e826bb2bdd987e6f2369e26493ed68d5312ba2a7d981dec20f57f565430d2&width=414)
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