'Mileurista' busca piso... y no lo encuentra
Un periodista de 30 a?os decide que ya est¨¢ bien, que no quiere dejarse la mitad de sus 1.000 euros mensuales en el cuchitril donde vive y acude, confiado, a las administraciones p¨²blicas. Las campa?as de publicidad de los Gobiernos central, auton¨®mico y municipal le han convencido de que los poderes p¨²blicos se preocupan por ¨¦l y de que le van a ayudar a encontrar un piso de alquiler por un precio razonable. Las conclusiones, tras una semana de b¨²squeda, son dos: ha confiado demasiado en el marketing pol¨ªtico y tendr¨¢ que seguir viviendo en su cuchitril.
Descartada la compra, tiene claro que, viviendo en Madrid, su ¨²nica alternativa es el alquiler. En la regi¨®n, seg¨²n una encuesta del CIS, los menores de 30 a?os consideran la carest¨ªa de la vivienda como el tercer problema m¨¢s importante. Otros estudios indican que destinan el 70% de su sueldo a la adquisici¨®n de un piso y que tienen que ahorrar 15 a?os antes de la ansiada compra.
En la oficina municipal de informaci¨®n aseguran que las ayudas al alquiler del ministerio son inaplicables en Madrid
Ninguno de los organismos consigui¨® un apartamento para un hombre de 30 a?os a la caza de una ganga inmobiliaria
"Podemos tardar meses, a?os o no encontrar nunca un piso as¨ª", dice una funcionaria
140.000 j¨®venes se han apuntado al sorteo del programa de alquiler con derecho a compra
Tres agencias p¨²blicas ejercen de intermediadoras entre arrendatarios y j¨®venes que andan tras un alquiler
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Comienza la b¨²squeda en la calle de Hortaleza. All¨ª, la moderna y funcional Agencia Municipal de Alquiler le da la bienvenida. Los tr¨¢mites son f¨¢ciles y r¨¢pidos. Los requisitos, no tanto: ser menor de 35 a?os, tener unos ingresos superiores a 12.073 euros anuales brutos y un contrato laboral. Por poco, pero cumple las condiciones. De pronto, piensa que quiz¨¢s su periplo haya terminado ya.
Enumera las caracter¨ªsticas de lo que busca. Quiere un estudio que ronde los 40 metros cuadrados en alg¨²n barrio del centro por 450 euros mensuales m¨¢ximo. La descripci¨®n es interrumpida por la sonrisa maliciosa de la funcionaria: "Ya, lo que quieren casi todos. Yo meto tus datos, pero ya te aviso de que podemos tardar meses, a?os o no llamarte nunca".
Las ventajas de esta agencia que le hab¨ªan vendido previamente -precio de alquiler ligeramente inferior al de mercado, ahorro en los costes,...- se desvanecen a la vista de la mueca de la empleada.
En sus casi dos a?os de funcionamiento, la Agencia ha hecho de intermediaria para que m¨¢s de 7.200 j¨®venes alquilen casi 3.000 viviendas de las 3.387 que participan en el programa municipal. El problema radica en la relativa escasez de propietarios que incluyen sus pisos en la bolsa.
Como la llamada del Ayuntamiento parece que va para largo, el buscador se dirige a la Bolsa de Vivienda Joven en Alquiler, servicio similar de la Comunidad.
Una funcionaria le da varias posibilidades: "Tengo uno amueblado cerca de Diego de Le¨®n, pero seguro que no te gusta. Yo ya os conozco bien y s¨¦ vuestros gustos. Sin embargo, me acaba de llegar otro que te va a encantar". No se equivoca. El estudio cumple todos los requisitos: 450 euros en Ant¨®n Mart¨ªn. Por las fotos que se pueden ver en el ordenador, parece luminoso e incluso cuenta con una peque?a terraza. La dicharachera funcionaria recomienda al interesado que se d¨¦ prisa. Esa ma?ana ya ha mandado a cuatro personas a verlo. "Ya est¨¢, ya lo tengo", piensa el periodista. La ventaja de la bolsa para los caseros consiste en que los inquilinos suelen ser muy buenos pagadores. La Comunidad fija unos ingresos m¨ªnimos para asegurarse que el inquilino tiene un sueldo suficiente que le impide convertirse en moroso. En el caso del estudio deseado, el que se lo lleve tiene que tener unos ingresos de 1.500 euros mensuales. Adi¨®s a vivir en Ant¨®n Mart¨ªn.
El periodista no est¨¢ llamado a ser uno de los m¨¢s de 3.000 j¨®venes a los que la bolsa gestion¨® el alojamiento en 1.400 pisos durante 2005. Las cifras del organismo regional no difieren demasiado del n¨²mero de alquileres gestionados por la Agencia Municipal.
?ltimo intento: recurrir al Ministerio de la Vivienda, creado a bombo y platillo por el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero. La primera sorpresa es que no existe un lugar f¨ªsico donde inscribirse en su Sociedad P¨²blica de Alquiler, que lleva en funcionamiento casi un a?o. S¨®lo se hace por tel¨¦fono o por correo electr¨®nico. La segunda, es la ¨²nica agencia p¨²blica que cobra al arrendador por incluir su piso en la lista de viviendas.
Una voz impersonal pide al otro lado del tel¨¦fono las caracter¨ªsticas de su piso ideal. "Pr¨®ximamente nos pondremos en contacto con usted". Fin de la conversaci¨®n. En total, no ha durado m¨¢s de tres minutos. Sin saber por qu¨¦, el que acaba de dar sus datos personales a una telefonista se queda con la impresi¨®n de que va a tardar mucho tiempo en recibir la llamada del ministerio.
Tres d¨ªas de paseos con resultado m¨¢s bien escaso. El resumen ser¨ªa muchas puertas a las que llamar, una monta?a de papeles para rellenar y una impresi¨®n general: las agencias de alquiler p¨²blicas o bien son de utilidad para los que no necesitan ayuda, porque ya disponen de una renta suficiente para alquilar en el mercado libre, o bien remiten al solicitante a un futuro incierto en el que, dicen, "te llamaremos cuando encontremos algo que se ajusta a tus necesidades".
La oficina abierta por el Ayuntamiento en la calle de la Cruz sirve como broche final a la b¨²squeda. Los empleados desgranan all¨ª de una forma un tanto descre¨ªda todas las ayudas para los j¨®venes. "El ¨²nico apoyo realmente aplicable son las deducciones por arrendamiento de vivienda para menores de 35 a?os", asegura un hombre detr¨¢s de su mesa, atiborrada de folletos informativos. Por este concepto, los contribuyentes pueden ahorrarse el 20% de lo que les haya costado el alquiler, con un m¨¢ximo de 840 euros.
"El resto de opciones te las explico, pero en Madrid no son efectivas", dice el especialista de la oficina municipal. El funcionario se refiere a que las ayudas establecen unos requisitos casi imposibles de cumplir en ciudades con alquileres tan altos como Madrid, donde una familia media se gasta 890 euros mensuales Por ejemplo, el que alquila un piso de 60 metros cuadrados s¨®lo tendr¨ªa derecho a un apoyo econ¨®mico si el alquiler no superase los 531 euros mensuales. "Esto s¨®lo se encuentra en la vivienda protegida. En el mercado libre de todo Madrid es imposible", asevera.
Fuentes del Ministerio de la Vivienda -organismo que otorga las ayudas, que posteriormente distribuye la Comunidad- achacan al Gobierno regional la responsabilidad de que sea inaplicable en Madrid: "Si el Ejecutivo regional cambiara las condiciones, s¨ª que se podr¨ªan dar estas ayudas, como sucede, por ejemplo, en Catalu?a".
Tras su peregrinaje por las distintas administraciones, al mileurista le queda la opci¨®n de continuar en su piso compartido o confiar en la suerte. La posibilidad que ofrece la Comunidad de alquiler con derecho a compra es tentadora. Con este programa, se acumula el 50% del alquiler durante siete a?os. Si pasado este plazo se decide a comprar, la mitad de todo lo abonado en alquiler se descontar¨¢ del precio y recibir¨¢ un cheque por el 10% del precio de la vivienda. El problema es que para acceder a este programa hay que tener suerte. Tanta como la de los 2.800 afortunados a los que un sorteo les fue favorable. En la lista para entrar en esta rifa est¨¢n hoy apuntados 140.000 j¨®venes, un 7,8% de todos los madrile?os que tienen entre 18 y 35 a?os.
El protagonista de esta historia resume su b¨²squeda en la oficina de informaci¨®n del Ayuntamiento. "Lo que quiero saber es si alguna de las agencias p¨²blicas tienen un piso que me pueda permitir con mi sueldo", pregunta, un poco harto ya de tanto ir de un sitio para otro. "Hace un par de a?os eso era f¨¢cil, hoy es casi imposible", le responden en la asesor¨ªa.
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