La ciudad de las batas blancas
Una academia de Oviedo se convierte en la meca de los aspirantes a m¨¦dicos. All¨ª prepara el MIR el 15% de los aspirantes
En Oviedo viven 217.000 vecinos. Por eso, que cada a?o unos 1.400 alumnos irrumpan en la ciudad es toda una revoluci¨®n. La avalancha la integran licenciados en Medicina que han decidido preparar el examen de M¨¦dico Interino Residente (MIR) en Curso Intensivo MIR Asturias, una academia privada a la que acuden el 15% de los aspirantes de toda Espa?a atra¨ªdos por el ¨¦xito en los ex¨¢menes. Oviedo es suyo: hay residencias para ellos, particulares que ans¨ªan tener estos silenciosos inquilinos, inmobiliarias especializadas, ofertas en las tiendas de fotocopias, videoclubes o bares, y equilibrados y saludables men¨²s a domicilio para que los opositores recobren fuerzas. En 19 a?os 20.000 m¨¦dicos han pasado ya por sus aulas. El 20 de enero de 2007 es el d¨ªa D de la hornada del a?o 2006. La fecha se acaba de conocer y los nervios cunden.
"Muchos repiten el examen para hacer lo que les gusta", explica el director del centro
Dan las diez de la noche y los 600 estudiantes del segundo turno salen de estampida por la escalinata del seminario. Es una imagen muy reveladora: no sobra ni medio cent¨ªmetro cuadrado. Desde hace a?os la academia alquila a la Iglesia el sal¨®n de actos de su seminario para las clases y el despliegue apabulla: una pantalla m¨¢s propia de un cine que de un sal¨®n, a la que se suman otras cinco complementarias en la que se suceden gr¨¢ficos y esquemas simult¨¢neamente.
"?sta es una ciudad peque?a y todo el mundo est¨¢ muy concienciado de lo duro que es el MIR. As¨ª que hasta en el supermercado se cuelan. Dicen: 'D¨¦jale pasar que es del MIR", cuenta el especialista en Cirug¨ªa Maxilofacial y Estomatolog¨ªa Jaime Baladr¨®n, director tambi¨¦n del centro. Un a?o despu¨¦s de aprobar el examen, en 1988, Baladr¨®n comenz¨® con una compa?era a impartir clase a 160 matriculados. Su fama empez¨® a crecer y en 1994 llegaron a ser 1.532. "La gente hac¨ªa colas por la noche para echar la solicitud", rememora Baladr¨®n. En 2006 se preparan 1.392 personas de forma presencial y 210 a distancia. El 90% es originario de otras comunidades aut¨®nomas, en gran proporci¨®n de Andaluc¨ªa y Catalu?a.
Son pocos los que abandonan la vida monacal en Asturias. "Todos vienen muy concienciados porque antes leen un libro en el que les explicamos en qu¨¦ consiste el curso". Un m¨¦todo en apariencia infernal: 44 libros que empollar, tres horas de clase, siete y media de estudio y hora y media de test cinco d¨ªas a la semana. Y de postre, los s¨¢bados simulacro de examen de cuatro horas (en el real hay cinco) y 250 preguntas. En total, tres vueltas al temario. "Los domingos es mejor que desconecten, que intenten hacer ejercicio al menos dos veces a la semana, y que cada hora descansen entre cinco y diez minutos", enumera Baladr¨®n.
Veinte profesores que aprobaron el MIR con este m¨¦todo imparten las clases y decenas de ex alumnos colaboran en mejorar las preguntas. Los n¨²meros les avalan: 100% de aprobados en 2005, seg¨²n sus cifras. Claro que el panorama ha cambiado mucho. "En 1982 se presentaban 23.000 personas para 1.000 plazas pero sab¨ªan que si aprobaban iban a trabajar. Hoy se presentan 9.000 estudiantes para 5.500 plazas y, sin trabajo asegurado, muchos vuelven a presentarse para entrar en la especialidad que les gusta", reconoce Baladr¨®n.
Miguel ser¨¢ uno de los que de nuevo prueben suerte. El a?o pasado estudi¨® en Asturias y recomienda el centro ovetense, aunque le pone alg¨²n pero: "Quiz¨¢ los temarios sean demasiado extensos. En otras academias te dan 70 p¨¢ginas de cada asignatura y aqu¨ª en Neumolog¨ªa son 500". Qued¨® el 4.000 de 9.000 y no contento con la plaza que pudo elegir -"a partir del n¨²mero 2.500 coges lo que nadie quiere"- abandon¨® oncolog¨ªa y en enero volver¨¢ a presentarse.
El control que ejerce el centro de Oviedo sobre la formaci¨®n de los aspirantes es absoluto; prueba de ello son las decenas de estad¨ªsticas que inundan su p¨¢gina web (www.cursomir.com). La directiva de la academia cree que el punto fuerte de su programa es el ambiente de estudio y de ayuda de equipo. "Yo me fui porque sab¨ªa que all¨ª iba a conseguir centrarme y encontr¨¦ mucho compa?erismo", opina Miguel. Como la academia, reconoce que el punto d¨¦bil es el coste de la preparaci¨®n: de 2.100 a 2.500 euros el curso presencial, y 1.600 el m¨¦todo a distancia. Por esta raz¨®n Miguel ha decidido matricularse ahora en un centro de Madrid. "Est¨¢ claro que para preparar el MIR hay que ir a una academia, porque no existe un temario. Aprenderte el Harrison- la Biblia de la medicina- es perder el tiempo. Te puede caer cualquier cosa y necesitas que alguien te lo explique". El 20 de enero Miguel tendr¨¢ su segunda oportunidad y su meta: bajar de los 1.500 y entrar en radiograf¨ªa.
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