Faltan m¨¦dicos y 14 nuevas facultades aumentar¨¢n un 13% los graduados. Pero, ?pueden ser demasiados?
La falta de un registro de doctores impide la planificaci¨®n de las necesidades por especialidades y existe el riesgo de un exceso de licenciados como sucedi¨® en los a?os ochenta
Espa?a vive un d¨¦ficit temporal de m¨¦dicos reci¨¦n graduados, pero ?hay riesgo de formar a demasiados y abocar a parte al paro como ya pas¨® en los a?os ochenta? ?O la carga de trabajo de cada profesional es tan descomunal que se necesitan muchos m¨¢s? Al menos ¨Dhay otras iniciativas sobre la mesa¨D dentro de una d¨¦cada 14 facultades de Medicina estar¨¢n titulando a sus primeras promociones: cinco p¨²blicas y nueve privadas. Supondr¨¢, en un c¨¢lculo conservador de este diario, que salgan al mercado laboral al menos un 13% de graduados m¨¢s: 900 doctores m¨¢s cada curso (matricular¨¢n un m¨ªnimo de 1.000 alumnos en primer curso, aunque probablemente ir¨¢n subiendo el n¨²mero de plazas seg¨²n madure su proyecto). En junio de 2023, se titularon 6.587 facultativos (5.417 en la p¨²blica y 1.170 en la privada), un 5% m¨¢s que cuando se estableci¨® el plan Bolonia en 2015.
No es f¨¢cil hacer ninguna previsi¨®n de las necesidades, porque Espa?a no ha llegado a poner en marcha un Registro de Profesionales Sanitarios que permita planificar con unas cifras oficiales y al d¨ªa. Esta es una petici¨®n que se repite en el tiempo de la conferencia de decanos de Medicina, sus estudiantes y los sindicatos.
Un documento del Ministerio de Sanidad hecho p¨²blico en 2024 calcula que faltan 5.874 doctores en el total de las especialidades (4.500 en familia), que se llegar¨¢ al equilibrio en 2032 y en 2035 habr¨¢ un super¨¢vit de 6.000 efectivos. A los cuatro a?os de terminar la carrera, los m¨¦dicos (casi todos cursando el MIR, el 93% afiliado a la Seguridad Social) cobran 38.273 euros de media, pero la temporalidad es alta y el tiempo para tratar a los pacientes muy escaso en muchas especialidades.
Hay cinco universidades p¨²blicas ¨DAlicante, Almer¨ªa, Ja¨¦n, Huelva y Publica de Navarra, que suman 296 plazas en primer curso este 2024/25¡ª que a¨²n no han otorgado los diplomas a sus primeros estudiantes. Adem¨¢s, probablemente en el curso 2026/27 (est¨¢ en el aire) comenzar¨¢n las clases en las de Le¨®n y Burgos, tras un acuerdo regional salom¨®nico, y en la de La Rioja, la ¨²nica autonom¨ªa que no tiene en su oferta el t¨ªtulo estrella, que otorga prestigio, atrae a los mejores expedientes y muchos fondos de investigaci¨®n. En este caso, se estudia una horquilla muy amplia: suman entre 135 y 210 plazas.
En el campo privado, Madrid, que cuenta con m¨¢s alumnos en primero en la privada (110.000 euros el t¨ªtulo), acaban de implantar el grado la Universidad Camilo y la Antonio Nebrija que juntan 180 plazas. Adem¨¢s, por primera vez, hay un grado privado de Medicina en tres comunidades que no han graduado: Andaluc¨ªa (Loyola), Pa¨ªs Vasco (Deusto) y Canarias (Fernando Pessoa), que aportan otros 190. A su vez en Arag¨®n la San Jorge (100 autorizadas) no tardar¨¢ en abrir Medicina en Zaragoza y la Fernando III, del CEU, aspira a impartir el curso que viene Medicina en Sevilla (60 plazas). La Europea de Extremadura pronto se votar¨¢ en el Parlamento regional (no se comparten detalles del grado) y en la misma tramitaci¨®n se encuentra la Universidad de Mallorca (60 plazas).
En el plano p¨²blico se oferta Medicina en 37 de los 50 centros. En la rec¨¢mara queda la Carlos III, que ans¨ªa contar con el grado desde hace cinco a?os y Vigo quiere que Santiago deje de tener el monopolio. Y en la esfera privada, en Oviedo quiere abrir negocio la Universidad Europea de Asturias con Medicina en el cat¨¢logo, mientras que la Abat Oliva-CEU, de Barcelona, persigue el grado, pero la Generalitat obliga a su rectorado a tener las plazas de pr¨¢cticas para los seis a?os aseguradas. ¡°La capacidad de los centros asistenciales en Catalu?a [hospitales y ambulatorios] es la que es¡±, razona su directora general de Universidades, Victoria Girona.
En 2023, el Gobierno reserv¨® 52 millones de euros de los Presupuestos para crear 750 plazas de primer curso de Medicina en la p¨²blica, aunque fueron 706. La docencia de este grado es tan cara que muchas veces la p¨²blica oferta menos plazas de las que tiene autorizadas o por tensiones con la privada por las pr¨¢cticas en hospitales, como ocurre con la Complutense. Por cada plaza de m¨¢s, con el acuerdo los campus reciben 15.000 euros al a?o ¨Dla partida puede destinarse a contratar personal¨D, y durante los seis a?os que dura la carrera, hasta que se grad¨²en tres promociones. ¡°Una financiaci¨®n tan extraordinaria supone, sin duda, una oportunidad para que las facultades mejoren sus infraestructuras¡±, reconoci¨® entonces el presidente de la conferencia de decanos, Pablo Lara. La instituci¨®n acad¨¦mica se hab¨ªa resistido a este aumento. El pasado a?o comenzaron la carrera 9.063 bachilleres, un 13,5% m¨¢s que una d¨¦cada antes.
¡°Habr¨ªa que recordar, no hace demasiados a?os, el elevado n¨²mero de m¨¦dicos en paro que exist¨ªa y el tipo de contratos laborales que se ofrec¨ªan¡±, alerta la conferencia de decanos en un reciente art¨ªculo. En 1987 se contabilizaron 30.000 doctores desempleados, pese a haber masificaci¨®n y listas de espera en la sanidad p¨²blica. ¡°Es una pena no poder estudiar Medicina, pero es a¨²n peor no poder ejercerla o hacerlo en unas condiciones laborales que no permitan prestar la asistencia para la que se est¨¢ preparado tras un periodo de formaci¨®n de 10-11 a?os en el grado y la FSE [Formaci¨®n Sanitaria Especializada]¡±, a?aden. Por eso creen que es imprescindible el Registro de Profesionales Sanitarios.
Sheila Jurado, coordinadora de MIR del Sindicato Amyts, que comparte la necesidad de este registro de profesionales, es muy gr¨¢fica: ¡°T¨² cuando tienes que comprar, miras la nevera y si te falta leche, la compras. Esta es la situaci¨®n, algunas especialidades se quejan porque se est¨¢n aumentando las plazas MIR y va a haber un super¨¢vit, por ejemplo, en cirug¨ªa vascular, pero hay otras especialidades como medicina en familia, que ahora mismo tienen una situaci¨®n de d¨¦ficit real¡±.
Jurado se plantea hasta qu¨¦ punto puede considerarse que se forman demasiados facultativos cuando hay una evidente sobrecarga de trabajo. Muchos trabajan 170 horas al mes, con m¨²ltiples guardias de 24 horas y los niveles de estr¨¦s est¨¢n desbocados. ¡°Se necesitar¨ªan dos o tres por cada uno para dar la atenci¨®n necesaria a nuestros pacientes¡±. Y recuerda que ¡°cada a?o se van entre 400 y 600 m¨¦dicos especialistas espa?oles a ejercer a Europa ¨Dseg¨²n datos de colegiaci¨®n¨D, y sin embargo, las comunidades aut¨®nomas en el pa¨ªs est¨¢n contratando a m¨¦dicos sin especialidad¡±.
¡°M¨¢s plazas en Medicina desaf¨ªa la capacidad de infraestructuras y de docentes para evitar la masificaci¨®n en los hospitales, porque nosotros en los ¨²ltimos tres o cuatro a?os nos formamos en gran parte a trav¨¦s de las pr¨¢cticas en los hospitales¡±, reconoce Jurado. En la ¨²ltima convocatoria salieron 8.772 plazas MIR, m¨¢s que los nuevos graduados, menguando la bolsa de descolgados de convocatorias anteriores. ?Pero qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando dentro de una d¨¦cada las promociones sea mucho m¨¢s numerosas?
Javier Tello, director general del grupo CEU ¨Dcon estudios de Medicina en Madrid y Valencia, pronto en Sevilla e inter¨¦s en Barcelona¨D defiende que haya m¨¢s plazas. ¡°Hay un d¨¦ficit creciente de m¨¦dicos y de enfermer¨ªa. Ya hay hospitales p¨²blicos y privados con espacios cerrados por falta de enfermer¨ªa. Lo cual es una tragedia en un pa¨ªs en el que vamos hacia una mayor atenci¨®n de la salud y del bienestar y, por tanto, a una mayor demanda de servicios de atenci¨®n¡±, explica.
Sin embargo, este crecimiento, si se hace sin planificaci¨®n como hasta ahora, choca con las necesidades de la ciudadan¨ªa, explican en el Consejo de Estudiantes de Medicina, que tambi¨¦n se opone a la apertura de nuevas plazas. ¡°No se atiende a necesidades demogr¨¢ficas ni del Sistema Nacional de Salud. Aceptar a m¨¢s estudiantes sin considerar el impacto que puede tener sobre las facultades p¨²blicas o los hospitales universitarios p¨²blicos es una medida que, en vez de potenciar la sanidad espa?ola, deteriora la formaci¨®n de las estudiantes de Medicina y da?a el derecho a la intimidad de los pacientes¡±, razona Markel Gamarra, su presidente. ¡°Adem¨¢s, cuando este aumento de plazas se realiza a trav¨¦s de la creaci¨®n de nuevas facultades de medicina privadas, se tiende a la privatizaci¨®n de nuestro sistema educativo¡±.
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