El fuero y el huevo
Tras m¨¢s de 30 a?os desde la muerte de Franco y despu¨¦s de m¨¢s de un cuarto de siglo de ejercicio pleno de la autonom¨ªa felizmente recuperada, el discurso pol¨ªtico predominante en Catalu?a sigue siendo pr¨¢cticamente el mismo. Como ya escrib¨ª algunos a?os atr¨¢s en estas mismas p¨¢ginas, recordando el t¨ªtulo de una novela de Juan Mars¨¦, seguimos "encerrados con un solo juguete". La pol¨ªtica catalana sigue empe?ada en el eterno y cansino discurso identitario, el repetitivo discurso sobre las esencias patrias. Mientras, los problemas reales de la ciudadan¨ªa, los asuntos que ocupan y preocupan a la inmensa mayor¨ªa de quienes vivimos en Catalu?a, siguen sin resolverse.
No obstante, parece que algo comienza a moverse en nuestro mundo pol¨ªtico. Por suerte, tras estos tres ¨²ltimos tres a?os de permanente y obsesivo debate estatutario, y ya con el nuevo Estatuto plenamente vigente, todo apunta a que durante las pr¨®ximas semanas, como m¨ªnimo hasta la decisiva cita electoral del 1-N y previsiblemente tambi¨¦n despu¨¦s, la discusi¨®n pol¨ªtica se centrar¨¢ mucho m¨¢s en el huevo que en el fuero, a diferencia de lo que ha venido sucediendo durante tantos a?os.
En el pr¨®ximo ciclo electoral el PSC se juega su permanencia y su estrategia de futuro
Aunque muchos comentaristas pol¨ªticos siguen refiri¨¦ndose al relevo de Pasqual Maragall por Jos¨¦ Montilla como candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, y en menor medida tambi¨¦n al de Joan Clos por Jordi Hereu como alcalde de Barcelona, como si se tratase de un simple cambio t¨¢ctico de orientaci¨®n en la c¨²pula del socialismo catal¨¢n, pienso que se trata de algo mucho m¨¢s trascendental. Tengo para m¨ª que estos relevos, al igual que otros muchos que se han producido y van a producirse en buen n¨²mero de municipios catalanes, representan por encima de todo un cambio generacional que viene a completar un proceso de renovaci¨®n del discurso catalanista del PSC.
Recuperando las conocidas palabras de Pasqual Maragall -"Barcelona es la gente, Catalu?a es la gente" y "lo que es bueno para Barcelona es bueno para Catalu?a, y lo que es bueno para Catalu?a es bueno para Espa?a"-, tanto Jos¨¦ Montilla como Jordi Hereu, al igual que otros nuevos representantes institucionales del socialismo catal¨¢n, expresan de forma cabal esta renovaci¨®n. Cada uno de ellos desde su propia biograf¨ªa personal y pol¨ªtica, cada uno desde sus propias ra¨ªces, expresan el deseo, que es ampliamente mayoritario en el seno de la sociedad catalana, de pasar del fatigoso y est¨¦ril debate identitario a la pol¨ªtica de las personas. De ah¨ª, sin duda, que Jos¨¦ Montilla haga bandera p¨²blica de que "ahora es la hora de los catalanes".
La direcci¨®n del PSC, al igual que su representaci¨®n institucional, ha estado siempre en manos de unas generaciones procedentes del antifranquismo, protagonistas decisivos tanto de la transici¨®n como de la recuperaci¨®n de la democracia y la autonom¨ªa. A diferencia de CiU, con un Jordi Pujol siempre omnipresente y todopoderoso -y a diferencia tambi¨¦n del resto de los partidos catalanes, que han vivido importantes cambios en sus c¨²pulas directivas durante estos ¨²ltimos lustros-, la direcci¨®n del PSC ha sido mucho m¨¢s diversa y plural, pero no por ello ha sido menos compacta, con personalidades tan relevantes como Joan Revent¨®s, Raimon Obiols, Narc¨ªs Serra y Pasqual Maragall, entre muchos otros significados exponentes. El actual relevo generacional representa, por consiguiente, el cierre de un ciclo pol¨ªtico y el inicio de una nueva etapa, con todo lo que esto tiene de riesgo pero tambi¨¦n con todo cuanto esto tiene de gran oportunidad.
En el pr¨®ximo ciclo electoral -tras las auton¨®micas del 1-N vendr¨¢n las municipales del pr¨®ximo mes de mayo, y luego las legislativas- el PSC se juega mucho. Se juega no s¨®lo su permanencia al frente de la Generalitat y de casi todos los grandes municipios catalanes, sino su estrategia de futuro, tanto a corto como a medio plazo. Pero lo que se juega el PSC es poco importante si se compara con lo que nos jugamos los ciudadanos de Catalu?a, que deberemos optar entre seguir como durante tantos a?os, "encerrados con un solo juguete", o pasar de una vez a enfrentarnos con nuestros problemas reales.
Jordi Garc¨ªa-Soler es periodista.
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