Imputados 4 jefes de una c¨¢rcel por presunto maltrato a presos
Obst¨¢culos para identificar a los funcionarios de Quatre Camins
Un juzgado de Granollers ha citado a declarar como imputados a un jefe de centro y tres jefes de servicio que trabajaban en la c¨¢rcel de Quatre Camins el 30 de abril de 2004. Ese d¨ªa supuestamente fueron maltratados 26 presos por un grupo de funcionarios, cuya relaci¨®n completa se desconoce, horas despu¨¦s de que se produjera un mot¨ªn en el que fue gravemente herido un subdirector m¨¦dico.
Casi dos a?os y medio despu¨¦s de los hechos, el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Granollers est¨¢ a punto de concluir la investigaci¨®n. Hasta ahora han declarado como imputados cuatro funcionarios, dos jefes de centro, el ex subdirector m¨¦dico y Diego Enr¨ªquez V¨¢zquez, ex director de la c¨¢rcel de Quatre Camins. Los nuevos imputados son el jefe de centro n¨²mero 1.417, as¨ª como los jefes de servicio n¨²meros 40, 220 y 171, aunque la resoluci¨®n judicial contiene un error mecanogr¨¢fico en la identificaci¨®n de dos de ellos.
La defensa de los funcionarios ha recurrido ante el juzgado contra la decisi¨®n del juez instructor para evitar la comparecencia de aquellos funcionarios. El juez tambi¨¦n ha remitido un escrito a los Mossos d'Esquadra para que faciliten el n¨²mero profesional de los agentes que intervinieron en el traslado de los presos a otras c¨¢rceles de Catalu?a despu¨¦s de producirse el supuesto maltrato.
La citaci¨®n de los cuatro cargos de la c¨¢rcel se produce al no haberse podido completar la relaci¨®n de los funcionarios que supuestamente participaron en el maltrato a los presos. Ante esa situaci¨®n, el juez ha optado por la v¨ªa directa y ha llamado a declarar a los responsables del personal en aquella fecha.
El jefe de centro es un mando que gestiona la coordinaci¨®n con todos los jefes de unidad que est¨¢n al frente de un m¨®dulo o de una galer¨ªa de una prisi¨®n. En el organigrama de una prisi¨®n se sit¨²a, por encima del jefe de centro, el jefe de servicio, a quien corresponde la toma de decisiones complejas en el interior de la c¨¢rcel; por ejemplo, autorizar a los funcionarios a que accedan al interior de un m¨®dulo provistos de sus porras, que es lo que supuestamente ocurri¨® el 30 de abril de 2004. El jefe de servicio, por tanto, es el responsable de la vida interior de la prisi¨®n, y el de centro, quien ejecuta sus ¨®rdenes.
En teor¨ªa, s¨®lo deber¨ªa trabajar uno de ellos en cada turno, pero aquel d¨ªa se produjo una singular concentraci¨®n de funcionarios fuera de servicio que, al saber de la brutal agresi¨®n de los presos contra el subdirector m¨¦dico, acudieron a la c¨¢rcel. Ese caso ya se ha acabado de investigar y est¨¢ pendiente de que se fije la fecha de juicio.
Desobediencia de ¨®rdenes
Los funcionarios que se concentraron en la c¨¢rcel fueron cerca de 200 y desobedecieron expl¨ªcitamente la orden que dio el m¨¢ximo responsable de prisiones de la Generalitat, Albert Batlle, quien decidi¨® que no se dejara entrar a ninguno que no estuviera de servicio. Y es que la presencia de esos funcionarios no ten¨ªa ning¨²n sentido porque el mot¨ªn ya hab¨ªa finalizado y los presos hab¨ªan vuelto a sus celdas, a no ser que acudieran a la c¨¢rcel con otra intenci¨®n.
Los mossos d'esquadra que realizaron el traslado han explicado en privado que quedaron sorprendidos por las heridas que presentaban los presos al entrar en los furgones.
Carpetazo de Justicia
El Departamento de Justicia de la Generalitat abri¨® una informaci¨®n reservada cuando ocurrieron los hechos, pero la cerr¨® al cabo de cinco meses sin esperar a que se resolviera el proceso penal que est¨¢ en marcha, en contra de lo que es pr¨¢ctica habitual de las administraciones en casos as¨ª.
El archivo se produjo el 22 de noviembre de 2004, el d¨ªa antes de que declarase ante el juez de Granollers en calidad de testigo Albert Batlle, secretario general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat. La decisi¨®n fue criticada por diversas entidades de juristas, al considerar que se estaba amparando el silencio y el "nadie conoce a nadie" que desde el primer momento parecen mantener los funcionarios implicados en los hechos.
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