El Che, una biograf¨ªa a la altura del mito
Nuevos datos completan el libro sobre el l¨ªder revolucionario escrito por Jon Lee Anderson
Su ejecuci¨®n a la edad de 39 a?os en Vallegrande (Bolivia), lejos de enterrarle en el olvido de los muertos le instal¨® para siempre en el mundo de los vivos y realz¨® la estatura m¨ªtica de Ernesto Che Guevara. "?Dispara, cobarde, s¨®lo vas a matar a un hombre!", fueron sus ¨²ltimas palabras a su verdugo, reportadas como reales o inventadas por un periodista. Fue enterrado en un lugar desconocido en las monta?as, con las manos cortadas de dos tajos secos, como si sus enemigos le temieran m¨¢s muerto que cuando estaba vivo.
A bordo del desvencijado barco Granma, el m¨¦dico argentino inici¨® un viaje ¨¦pico en el que cruz¨® el Caribe con una misi¨®n: invadir Cuba y echar del poder al dictador Fulgencio Batista. Le acompa?aba Fidel Castro. En dos a?os entraban en La Habana para instaurar la ¨²nica revoluci¨®n socialista que triunf¨® en Am¨¦rica. El Che, el tit¨¢n que plant¨® batalla a los yankees. El Che, el gur¨² moral que proclam¨® la existencia de un Hombre Nuevo. El rom¨¢ntico Che que abandon¨® la revoluci¨®n cubana para, enfermo, proseguir la lucha contra la opresi¨®n y la tiran¨ªa. Hasta la muerte.
Han pasado casi 40 a?os de su fallecimiento en octubre de 1967. Mucho se ha escrito desde entonces sobre el guerrillero, ide¨®logo y l¨ªder. Pero no exist¨ªa una biograf¨ªa a la altura del mito. En parte por las restricciones informativas impuestas por el r¨¦gimen cubano. Hasta hoy, cuando se edita en espa?ol la historia revisada de la vida del Che Guevara escrita en 1997 por el periodista estadounidense John Lee Anderson: Che, una vida revolucionaria (Anagrama).
Reportero de raza, Anderson ha tenido acceso a archivos y documentos nunca antes consultados, ha entrevistado a familiares y amigos ¨ªntimos de Guevara, ha escrito la biograf¨ªa definitiva. Puede que la controversia rodee al libro, pero siempre ocurre cuando se trata del comandante.
Periodista de la revista The New Yorker, que m¨¢s que un referente de la vida literaria estadounidense se ha convertido en una de las m¨¢s s¨®lidas fuentes de informaci¨®n sobre la esquizofr¨¦nicamente secretista Administraci¨®n de Bush -el reportero Seymour Hersh destapaba en The New Yorker el esc¨¢ndalo de las torturas de Abu Ghraib-, Anderson rechaza la etiqueta de corresponsal de guerra para definirse como "un periodista que suele ir a las guerras".
Veterano de los conflictos de Centroam¨¦rica y de muchas otras batallas, autor de un libro clave para comprender la historia de Irak en los ¨²ltimos a?os y su actual invasi¨®n y de un volumen sobre el mundo de las guerrillas, Anderson desmenuza la vida de Ernesto Che Guevara con la intenci¨®n de separar al hombre del mito.
S¨®lo dos latinoamericanos han formado parte de la lista de las 100 figuras m¨¢s importantes del siglo XX establecida por la revista Time. Uno de ellos fue el Che. Pero su figura ha ido m¨¢s all¨¢ de ideolog¨ªas. La imagen del Che est¨¢ en camisetas, tazas, p¨®sters, bolsos... todos ellos objetos basados en la fotograf¨ªa Guerrillero heroico, que Korda le tom¨® en 1960 y que pudieron verse en una exposici¨®n que concluy¨® en febrero pasado en Nueva York bajo el t¨ªtulo ?Che! Revoluci¨®n y comercio.
Parec¨ªa que los ojos estaban a punto de abr¨ªrsele, pero yac¨ªa muerto sobre una fr¨ªa piedra de lavar, con una apariencia cercana a la imagen de Jesucristo, en una imagen que dar¨ªa la vuelta al mundo: la de su muerte. Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, el Che es un s¨ªmbolo de rebeli¨®n precisamente cuando ya no es un peligro.
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