La memoria de los militares dem¨®cratas
Tras el anuncio del proyecto de Ley de Memoria Hist¨®rica por el Gobierno, conviene recordar que algunos militares del ej¨¦rcito de Franco tambi¨¦n fueron sus v¨ªctimas despu¨¦s de la Guerra Civil. Algunos se unieron a la UMD, organizaci¨®n clandestina antifranquista que luch¨® contra la dictadura. Otros actuaron por libre. En 1976, es decir, hace 30 a?os, 11 jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas fueron juzgados y condenados. Nueve de ellos fueron expulsados de los ej¨¦rcitos. No les alcanz¨® en 30 a?os ninguna amnist¨ªa real.
Hace cuatro a?os, Manuel Jim¨¦nez de Parga, presidente del Tribunal Constitucional y tercera autoridad del Estado, manifest¨® a la prensa: "La Democracia en Espa?a tiene una deuda con la UMD". Al llegar los socialistas al poder, Rafael Estrella, diputado por Granada, retom¨® una iniciativa de Carlos San Juan echada atr¨¢s por el PP en 2002 en el Congreso, y redact¨® una nueva proposici¨®n no de Ley en la que se reconoce y agradece la actuaci¨®n de los hombres de la UMD.
Pero Estrella tuvo que consultar con su ministro, Jos¨¦ Bono, quien asegur¨® a quien esto escribe, en p¨²blico, en los pasillos de la Comisi¨®n de Defensa y ante testigos de tanta importancia como el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, entre otros: "La proposici¨®n est¨¢ en mi mesa y ya he dicho que s¨ª". Pero m¨¢s tarde pidi¨® a Estrella que esperase a la Ley de Memoria Hist¨®rica que se preparaba -en la que poco encaje tiene la iniciativa parlamentaria- y fren¨® el proceso. Despu¨¦s, Jos¨¦ Antonio Alonso, nombrado ministro de Defensa, tambi¨¦n dijo que el Parlamento esperase.
Y ahora, parece que, a petici¨®n de parte cinco "sabios" van a decidir sobre la moralidad de estos hombres. ?Pero es que se creen los redactores del proyecto que la moral "es un ¨¢rbol que da moras" y que alguien dispone de un ejemplar para repartirla?
Hay que agradecer la intenci¨®n al Gobierno por meterse en este peligroso charco de la Ley de la Memoria Hist¨®rica. Son muchos los que podr¨¢n saber de sus seres queridos y podr¨¢n reivindicar su memoria o enterrar en paz sus huesos, entre otras cosas. Pero con la misma contundencia hay que se?alar que el Gobierno tambi¨¦n ha actuado con las miras muy cortas y pensando en el termino medio que, a veces, no esconde la virtud, sino la mediocridad. Cinco sabios elegidos por el Parlamento van a decidir sobre nuestra moral. Me viene a la memoria las palabras de un miembro del Gobierno quien, al anunciar el inicio de la elaboraci¨®n del proyecto, dijo que se trataba de "restituir la dignidad perdida a las v¨ªctimas". ?Pero qui¨¦n se creen que son para restituir dignidades? ?No trata, m¨¢s bien, de reconocer la dignidad mantenida a muy alto precio? La moral y la dignidad de la gente est¨¢ muy por encima de esta especie de t¨®mbola que han montado. Dicho lo anterior, resulta que soy uno de los posibles afectados por mi pertenencia a la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD). Pero, y es lo importante, un centenar largo de militares, adem¨¢s de "los nueve" condenados, fue perseguido tambi¨¦n con contundencia, pero de forma m¨¢s sutil. Por ejemplo con destinos forzosos lejos de las familias, sanciones menores que acumuladas, supon¨ªan seis meses de arresto -llegar tarde al cuartel- y, por supuesto, cambios en las calificaciones para el ascenso y denegaci¨®n de cursos. Cientos de carreras fueron truncadas por la falta incre¨ªble de intentar ayudar a traer la libertad a Espa?a desde el sitio m¨¢s dif¨ªcil: las Fuerzas Armadas.
Hubo quien, como en el caso del capit¨¢n de la Guardia Civil Luis Alonso Vall¨¦s, ¨²nico miembro de la UMD de ese Cuerpo, se vio obligado a pedir el pase a la situaci¨®n de supernumerario y luego a la de retirado sin ning¨²n derecho, ante el continuo acoso al que se ve¨ªa sometido por jefes y compa?eros.
Cuando se anunci¨® la Ley de La Memoria Hist¨®rica, los nueve expulsados, o sus herederos, se?alaron a la Comisi¨®n Interministerial constituida ad hoc la discriminaci¨®n sufrida en las diversas aplicaciones de amnist¨ªa por los militares en todos los aspectos incluidos los econ¨®micos. Pero, aunque hay que se?alarlo, no es ¨¦ste el aspecto fundamental de la cuesti¨®n. Ante esa comisi¨®n tambi¨¦n present¨® documentaci¨®n la Asociaci¨®n Foro Milicia y Democracia (FMD) en representaci¨®n de aquel centenar largo de militares que fueron represaliados de la manera se?alada, tan sutil como contundente. Y tampoco se ha hecho eco de ello nadie. Y aqu¨ª s¨ª que hay que decir. Nada pedimos ya para nosotros, pero para la memoria de este centenar largo de militares -muchos ya fallecidos en el olvido- que se jugaron la carrera en la UMD -y otros que lo hicieron al margen de esta organizaci¨®n-, no hay que pedir, hay que exigir al Gobierno iniciativas para el reconocimiento y el agradecimiento por su lucha, sus riesgos y sus sacrificios.
De este apoyo no pueden zafarse aquellos, muy pocos, que lograron alcanzar las altas cotas de mando en el Ej¨¦rcito, aun habiendo pertenecido a la UMD, porque nunca se supo que lo fueron y la organizaci¨®n guard¨® silencio para que, al menos algunos de sus hombres pudiesen, en el futuro, influir en el buen gobierno de nuestras Fuerzas Armadas. Como as¨ª ha sido.
O, por lo menos, se les debe demandar que no se opongan a otras iniciativas. Porque as¨ª se ha hecho por los dos ministros de Defensa socialistas. Parece que todav¨ªa no se dan las condiciones objetivas, seg¨²n algunos diputados. Este reconocimiento que, algunos intentan, si viene del Parlamento, satisfar¨¢ mucho m¨¢s por lo que obviamente supone que por la coyuntura pol¨ªtica y los intereses de un determinado partido.
Se trata, repito, de reconocer la labor, no de nueve u once oficiales condenados, sino la de m¨¢s de un centenar de jefes, oficiales y suboficiales perseguidos y represaliados por ser de la UMD y la de otros que tambi¨¦n fueron represaliados. El Parlamento y el ministro tienen la palabra.
Fernando Reinlein es teniente coronel en la reserva y periodista. Fue expulsado del ej¨¦rcito por pertenecer a la UMD.
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