Noticias de Gurb: una red inal¨¢mbrica libre conecta 23 municipios
A simple vista, la comarca de Osona (Barcelona) no difiere de otras. El secreto est¨¢ en las ondas que circulan, invisibles, por su cielo: forman la mayor red inal¨¢mbrica libre del mundo, no universitaria o empresarial, que conecta gratuitamente a m¨¢s de 3.000 personas. Ganaderos, casas de turismo rural, asociaciones, empresas, particulares y ayuntamientos est¨¢n unidos a trav¨¦s de antenas instaladas en sitios tan dispares como un dep¨®sito municipal de aguas o un campanario de iglesia del siglo XII.Ramon Falgueras, de 36 a?os, es el propietario de una explotaci¨®n de 240 vacas en Gurb, un pueblo eminentemente agr¨ªcola. Hoy le ser¨ªa imposible trabajar como sus antepasados: necesita Internet y la inform¨¢tica. Gracias a ellas, los domingos, cuando su abuelo madrugaba para echar un vistazo al ganado, ¨¦l se sienta en pijama ante el ordenador, en su casa, a siete kil¨®metros de la granja, y comprueba su estado.
Cada vaca lleva un brazalete con un chip RFID (Radio Frequency Identification) en la pata. Cuando los trabajadores de Falgueras la orde?an, una placa absorbe los datos del chip: la identificaci¨®n del animal y los pasos que ha dado aquel d¨ªa. Si se mueve mucho, est¨¢ en celo. La m¨¢quina orde?adora informa de la calidad y cantidad de leche y todos los datos van a un programa inform¨¢tico que los procesa.
?ste avisa de las que est¨¢n enfermas o en celo y lleva la cuenta de todos los acontecimientos de su vida. Falgueras entra en el programa desde cualquier sitio, gracias a Internet, que tambi¨¦n le permite consultar los an¨¢lisis de laboratorio de las muestras de leche, enviar res¨²menes del estado del ganado al veterinario o contactar con las empresas de inseminaci¨®n: "Les informo de mis vacas y me recomiendan los toros adecuados".
La zona donde est¨¢ la granja de Falgueras no tiene ADSL ni tel¨¦fono convencional. El joven pay¨¦s llevaba desde la d¨¦cada de 1990 usando la inform¨¢tica para su trabajo, y quer¨ªa tambi¨¦n Internet. Hace dos a?os, descubri¨® Guifi.net, la red inal¨¢mbrica libre de su comarca y, con la excepci¨®n de alg¨²n rayo que a veces le desconecta, est¨¢ muy satisfecho.
Guifi.net naci¨® a principios de 2004. Hoy cubre un territorio de 1.000 kil¨®metros cuadrados, mediante m¨¢s de 1.000 nodos que conectan a unas 3.000 personas, 23 ayuntamientos e incluso al Seminario de Vic y la Casa Sacerdotal, lo que representa un tr¨¢fico de 1.000 terabytes anuales. El acceso es gratuito. El ¨²nico gasto es una peque?a antena en casa (entre 200 y 300 euros).
Un total de 20 voluntarios llevan el peso de la organizaci¨®n t¨¦cnica, crean los programas de gesti¨®n, hablan con los vecinos interesados y montan los supernodos (los nodos de la red troncal). A su alrededor, hay unos 200 colaboradores espor¨¢dicos. Los propios abonados reciben breves lecciones de c¨®mo solucionar sus problemas.
Sin ¨¢nimo de lucro
"No somos una asociaci¨®n, ni recibimos subvenciones, ni tenemos ¨¢nimo de lucro, la red es de todos y de nadie", afirma Ramon Roca, fundador de Guifi.net junto con Gil Forcada y Marc Serra. "Cualquiera se puede implicar en el grado que quiera. Si se cae un nodo y nadie quiere arreglarlo, significa que no se lo merecen. Si est¨¢ cerca de tu casa y quieres ir, vas", explica.
Este pragmatismo y el boca a boca son responsables directos del ¨¦xito de la red, la mayor del mundo totalmente inal¨¢mbrica y con m¨¢s nodos enlazados. Tambi¨¦n el concepto de apadrinamiento: "Cuando queremos montar un supernodo, abrimos un apadrinamiento, para que un Ayuntamiento, una empresa o un particular pongan el dinero", explica Llu¨ªs Dalmau.
La red funciona gracias a los programas libres de gesti¨®n t¨¦cnica creados por ellos mismos, asegura Roca: "El problema de las primeras redes de este tipo fue que no ten¨ªan programas para automatizar la gesti¨®n y, si crec¨ªan mucho, eran inmanejables".
Gil Forcada a?ade: "Quer¨ªamos ser un modelo universal que pudiera reproducirse en cualquier punto del mundo, de forma descentralizada e interoperable. No s¨®lo para resolver los problemas de un pay¨¦s catal¨¢n, sino de otros del Himalaya o de Berl¨ªn". Las redes de comarcas vecinas, como el Maresme, Vall¨¨s, Bages y l'Anoia, ya est¨¢n usando la plataforma t¨¦cnica creada por Guifi.net.
La red en s¨ª no ofrece Internet. Es una intranet en la que se cuelgan webs, hay servicio de VozIP, radio (retransmiten partidos de equipos locales) o servidores. Pero los que tienen Internet pueden hacer autoprestaci¨®n: ofrecer su conexi¨®n s¨®lo a amigos o al p¨²blico en general. Cada cu¨¢l decide qu¨¦ y bajo qu¨¦ condiciones.
La desinformaci¨®n institucional sobre las consecuencias legales de ofrecer Internet fue un escollo al principio: "Todas nos dec¨ªan que no era legal, pero la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones nunca ha prohibido la autoprestaci¨®n. De hecho, los ayuntamientos no dan el servicio: tienen un telecentro o un punto joven con ADSL y son un actor m¨¢s de la red, no los operadores", aclara Roca.
Otro escollo fue la aparici¨®n de redes inal¨¢mbricas privadas llamadas libres, como FON, que les oblig¨® a definirse: "Inventamos la Licencia Comunal sin Hilos para distinguirnos y aclarar que por el hecho de no usar la red de Telef¨®nica no significa que seas libre, tampoco por usar Linux o porque dejes conectar a tus amigos", explican.
La licencia se basa en cuatro puntos: "Eres libre de usar la red para cualquier prop¨®sito mientras no perjudiques su funcionamiento o la libertad de sus usuarios. Eres libre de saber c¨®mo es la red, sus componentes y c¨®mo funciona. Eres libre de usar la red para cualquier tipo de comunicaci¨®n y difundir su funcionamiento. Incorpor¨¢ndote a la red, ayudas a extender estas libertades en las mismas condiciones".
GUIFI.NET: www.guifi.net
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