El testamento vital y combativo de Hannah Wilke llega a Europa de la mano del Artium
Es la primera retrospectiva de una creadora que us¨® su cuerpo como veh¨ªculo art¨ªstico
Hannah Wilke (Nueva York, 1940-1993) reivindic¨® el cuerpo de la mujer como sujeto art¨ªstico durante toda su agitada vida creativa. Dibujos, cer¨¢micas, v¨ªdeos y fotograf¨ªas fueron los soportes que emple¨® esta artista involucrada a fondo en los movimientos contraculturales surgieron en la segunda mitad del pasado siglo en el Este de Estados Unidos, siempre desde una independencia de criterio que part¨ªa de la reflexi¨®n sobre la fugacidad de la vida. El Artium inaugura hoy una retrospectiva de su obra, la primera que se presenta en Europa desde su fallecimiento.
La independencia de criterio y una marcada presencia de la pol¨ªtica en la reflexi¨®n art¨ªstica marcan la salida de Wilke a la arena de la creaci¨®n. Son tiempos, los primeros a?os sesenta, en los que EEUU vive las contradicciones entre la guerra fr¨ªa con la URSS y los conflictos internos de reivindicaci¨®n de las minor¨ªas. Negros y mujeres salen a las calles y exigen no s¨®lo incorporarse a la vida p¨²blica, sino el giro de 180? necesario para emerger de la oscuridad y tomar un papel activo en la creaci¨®n art¨ªstica. Wilke y otras muchas reivindicaron a trav¨¦s de su arte el reconocimiento de la especificidad de su sexo y el protagonismo del papel de mujer sujeto frente al de mujer objeto que hab¨ªa ocupado tradicionalmente en la historia del arte.
La imagen de la vagina se convirti¨® en un elemento clave en la expresi¨®n art¨ªstica de estas mujeres, un icono que les permit¨ªa distanciarse de sus colegas varones y, paralelamente, rescatar el sexo femenino de su consideraci¨®n como algo pecaminoso o mero s¨ªmbolo de fertilidad. ?ste es el contexto en el que se desarroll¨® el trabajo de Wilke y as¨ª se aprecia en parte de su obra, sobre todo la que tiene un car¨¢cter m¨¢s escult¨®rico, con materiales que van desde la cer¨¢mica al l¨¢tex o el lino. "Hannah se consider¨® siempre escultora en primer lugar", coment¨® ayer en Vitoria su viudo, Donald Goddard.
Estas piezas escult¨®ricas protagonizadas por la vagina en infinitas representaciones son, sin duda, las que se acercan m¨¢s al misterio creativo. Sin perder su car¨¢cter cr¨ªtico, se alejan de la reivindicaci¨®n pol¨ªtica o la reflexi¨®n filos¨®fica que acompa?an las fotograf¨ªas de su cuerpo y, por extensi¨®n, de su vida. Estas im¨¢genes se convirtieron en el elemento clave que permiti¨® a Wilke abordar asuntos de car¨¢cter universal durante toda su trayectoria: la defensa de la diversidad cultural, religiosa o ¨¦tnica, la denuncia tanto de la opresi¨®n de la mujer como del fanatismo feminista, la dignidad de la vida humana, el dolor, la enfermedad o la muerte.
Valores
El t¨ªtulo de la muestra, Exchange values, alude a otra de sus influencias ideol¨®gicas, el marxismo. Se podr¨ªa traducir como "Valores de cambio" o "?Cambia de valores!", en un juego de palabras que remite a la consideraci¨®n del cuerpo como mercancia y a la asunci¨®n del valor del propio cuerpo.
Sin embargo, una cosa es la militancia y otra, la propia vida. Lo autobiogr¨¢fico recorre toda la exposici¨®n, sobre todo en su parte final. Adem¨¢s del apartado dedicado a la muerte de su madre, Wilke reflexion¨® sobre su propia finitud desde de que le fue diagnosticado el c¨¢ncer que acab¨® mat¨¢ndola. En los seis a?os que precedieron a su muerte, Wilke intensific¨® su tarea, en parte como terapia para sobrellevar el sufrimiento, de donde surge la serie Intra Venus.
Dibuj¨® a diario su rostro y sus manos, lo que le ayudaba a comprender la transformaci¨®n que estaba experimentando, cre¨® esculturas con objetos m¨¦dicos y realiz¨® m¨¢s de 3.000 fotograf¨ªas y 30 horas de grabaciones en v¨ªdeo, un verdadero testamento vital y art¨ªstico de una creadora combativa.
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