La juez rechaza la petici¨®n de la fiscal de suspender los interrogatorios de los peritos
Gallego rehus¨® citar como imputados a los t¨¦cnicos y eludi¨® leer los papeles de Garz¨®n
La juez Gemma Gallego, del juzgado 35 de la plaza de Castilla, parec¨ªa tener ayer mucha prisa por interrogar a dos de los tres peritos que vincularon a ETA con la matanza del 11-M. La fiscal del caso le pidi¨® que suspendiese la declaraci¨®n de estos polic¨ªas para poder leer antes el atestado -unos 300 folios- que le ha enviado el juez Garz¨®n sobre el caso del ¨¢cido b¨®rico. Gallego, candidata de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura para el pr¨®ximo Consejo General del Poder Judicial, rechaz¨® la petici¨®n de la fiscal y rehus¨® aplazar los interrogatorios.
La juez Gallego ha abierto diligencias, que ha declarado secretas, en relaci¨®n con la denuncia por supuesta falsedad en documentos oficiales presentada por la Asociaci¨®n de Ayuda a V¨ªctimas del 11-M, patrocinada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperaza Aguirre (PP), y la ultraconservadora Plataforma Espa?a y Libertad. Esta denuncia est¨¢ dirigida contra los superiores jer¨¢rquicos de los polic¨ªas peritos que vincularon a ETA con el 11-M bas¨¢ndose en que en la casa de un islamista investigado por terrorismo se encontr¨® ¨¢cido b¨®rico; es decir, un insecticida matacucarachas que, seg¨²n precisaban en el mismo informe, tambi¨¦n fue hallado en 2001, cuatro a?os antes, en el piso de uno de los etarras detenidos en Salamanca y de un antisistema detenido en Madrid.
"Sin constancia oficial"
La juez Gallego recibi¨® ayer las diligencias que ha efectuado Garz¨®n, en las que este magistrado imputa un delito de falsedad, no a los jefes de los peritos, sino a ¨¦stos. Le atribuye que han intentado colar a sus jefes como oficial un borrador de informe que ten¨ªan en un ordenador desde marzo de 2005.
La juez recibi¨® ayer las diligencias de Garz¨®n. Pero ella ya ten¨ªa citados para este mismo viernes, en calidad de testigos -Garz¨®n los ha imputado- a dos de los tres peritos: Manuel Escribano y Isabel L¨®pez. La fiscal pidi¨® a Gallego que aplazara o suspendiera los interrogatorios para instruirse sobre el atestado enviado por Garz¨®n y poder valorar su contenido. Gallego dijo que no.
Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, la juez argument¨® que, aunque el atestado de Garz¨®n ya estaba en su juzgado, nadie le hab¨ªa dado cuentas de forma oficial de su recepci¨®n y que, por tanto, no lo daba por recibido. En vista de ello, la fiscal demand¨® que, al menos, y dado que era p¨²blico y notorio que Garz¨®n hab¨ªa imputado a los peritos, que ¨¦stos fuesen interrogados como imputados, acompa?ados de abogado, y no como testigos (sin abogado). De esa forma, seg¨²n la fiscal, se les garantizaban sus derechos.
A la fiscal no le convenci¨® el argumento de la juez y le entreg¨® una copia del auto del juez Garz¨®n en el que ¨¦ste imputa por falsedad a los tres peritos. La juez tambi¨¦n rehus¨® leerlo alegando que era una copia y no ten¨ªa constancia oficial del mismo. A continuaci¨®n, comenz¨® a interrogar a Escribano, autor material del borrador. Escribano fue quien redact¨® el pol¨¦mico informe en el ordenador y luego se lo pas¨® a sus colegas para que lo firmasen.
Los dos peritos que declararon ayer coincidieron en sus testimonios. Quien m¨¢s se extendi¨® fue Escribano. Se?al¨® que redact¨® el informe original [el que supuestamente luego fue falsificado por sus superiores] junto con otro de los peritos y que luego lo firmaron los tres. Tras firmarlo, se despreocup¨® del mismo y lo dej¨® en la mesa de su jefe, Francisco Ram¨ªrez. Y que ¨¦ste, dos o tres d¨ªas despu¨¦s, coment¨® a Escribano que retirase las observaciones que hac¨ªa en ¨¦l acerca de ETA. Ram¨ªrez declar¨® que le dijo que ¨¦l no cambiaba nada y que entonces se olvid¨® del asunto. A?adi¨® que en julio pasado, Jos¨¦ Andradas, otro de sus jefes, le coment¨® que recopilase y le entregara todos los informes que hubiese hecho sobre el 11-M. Confes¨® que busc¨® todos los informes y fue cuando vio que uno de ellos no era el mismo que hab¨ªa hecho en marzo de 2005. Por ese motivo, fue al ordenador y sac¨® la copia que guardaba all¨ª y en la que constaban las observaciones sobre ETA y el 11-M.
Escribano admiti¨® que, como esa copia no estaba firmada, la imprimi¨®, la firm¨® y se la pas¨® a los otros dos peritos para que hicieran lo mismo. Escribano declar¨® tambi¨¦n que en todo el tiempo que lleva como perito nunca sus superiores le han visado sus informes. La otra perito, Isabel L¨®pez, coincidi¨® a grandes rasgos con Escribano. Coment¨® que sus compa?eros le dieron a firmar en julio pasado el segundo informe extra¨ªdo del ordenador y que ella se limit¨® a firmarlo.
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