Cosechas a ritmo de subvenciones
El pago de ayudas de la UE sin la obligaci¨®n de producir ha supuesto cambios de cultivo en m¨¢s de 500.000 hect¨¢reas
La reforma de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), con el establecimiento de los pagos desacoplados o desligados de la producci¨®n (cobrar una ayuda sin necesidad de cultivar), se ha traducido durante el primer a?o de su aplicaci¨®n en Espa?a en el abandono o cambio de cultivo para m¨¢s de 500.000 hect¨¢reas. Medios agrarios, industriales y proveedores de medios de producci¨®n, como casas de semillas o fabricantes de maquinaria, temen que si con el 75% de los pagos desacoplados se ha provocado esta situaci¨®n, con el 100%, como pretende Bruselas, el abandono pueda llegar al mill¨®n de hect¨¢reas con el consiguiente impacto sobre la econom¨ªa, el empleo en el medio rural y los mercados.
Las superficies de cultivo m¨¢s afectadas en la actualidad son las de tabaco, algod¨®n, ma¨ªz, remolacha y secanos de cereales y leguminosas
Las empresas de maquinaria y semillas esperan ca¨ªdas de ventas; el sector agrario teme el hundimiento del empleo en el medio rural
Desde organizaciones agrarias como UPA se hace un llamamiento a la Administraci¨®n para abordar el problema y buscar salidas de futuro a esta nueva situaci¨®n de abandonos, cambios de cultivos y de los mercados.
Frente a los mecanismos de pago de las ayudas comunitarias en funci¨®n de las producciones o superficies de cultivo, la reforma de 2003 sustituy¨® ese sistema por los pagos desacoplados o desligados de la producci¨®n. El nuevo sistema contempla los pagos directos percibidos por un agricultor o ganadero en las campa?as de 2000 a 2002, menos en el olivar que se computa desde 1999, para calcular la cifra media percibida como un derecho de cobro fijo para el futuro. Aunque la idea de Bruselas era entregar toda la ayuda como pago desacoplado, se dio la opci¨®n a cada Estado miembro para fijar un determinado porcentaje de la ayuda con el mantenimiento de la caba?a ganadera o a realizar las siembras del cultivo. En esa l¨ªnea, Espa?a opt¨® por ligar parcialmente las ayudas a la producci¨®n. Sin embargo, a pesar de esas exigencias, los abandonos se han comenzado a cebar ya sobre el sector agrario.
Az¨²car excedentario
En remolacha azucarera, sobre una superficie media de unas 100.000 hect¨¢reas para una cuota de casi un mill¨®n de toneladas, en la primera campa?a se han dejado de sembrar unas 10.000 hect¨¢reas especialmente en Castilla-La Mancha y norte de Andaluc¨ªa. En principio, en esta nueva campa?a se han mantenido las superficies de cultivo en el sur y se ha producido un leve recorte en la zona del Duero.
Ante una situaci¨®n excedentaria de az¨²car en la UE, Bruselas impuso una reforma apoyada fundamentalmente por Alemania y Francia basada en alentar los abandonos mediante incentivos, tanto a los agricultores, con una media de casi 1.000 euros por hect¨¢rea dejada de cultivar, y de 730 euros en el primer a?o a la industria por cada tonelada de cuota con el cierre de una planta, un dinero que en parte va tambi¨¦n para los agricultores afectados por el cierre. Como se tem¨ªa, la reforma ha supuesto el recorte de cuotas en los pa¨ªses del sur de la UE, quienes no ten¨ªan excedentes, mientras no se ha reducido un solo kilo de cuota en Alemania o Francia.
Aunque en esta primera campa?a las impresiones son m¨¢s optimistas de lo previsto, los m¨¢s pesimistas temen que la superficie remolachera se pueda reducir a la mitad. Con una importante ayuda en el bolsillo, fabricantes de medios de producci¨®n temen una ca¨ªda de ventas y un declive de la econom¨ªa en las zonas remolacheras.
La reforma de la OCM del algod¨®n, con el 65% de los pagos desligados de la producci¨®n, se ha traducido en el primer a?o en una reducci¨®n de las superficies de cultivo, al pasar de una media de 90.000 a unas 65.000 hect¨¢reas. Agricultores, industria desmotadora, f¨¢bricas de maquinaria y productores de semillas denunciaron que ello iba a suponer la ruina para las zonas algodoneras. Bruselas debe modificar esta OCM ante el recurso planteado por Espa?a y la sentencia ganada ante el Tribunal comunitario. Espa?a tiene como objetivo elevar la ayuda ligada a la producci¨®n para que no se abandone la actividad.
Una situaci¨®n similar es la que est¨¢ afectando desde este primer a?o al sector del tabaco. Sobreuna superficie de cultivo media de unas 12.000 hect¨¢reas y una producci¨®n por encima de las 40.000 toneladas, la reforma se ha traducido en esta campa?a en la contrataci¨®n de s¨®lo 33.000 toneladas en poco m¨¢s de 10.000 hect¨¢reas y la salida del sector de unos 1.500 cultivadores de los que a partes iguales se reparten entre Granada, donde se abandona la actividad, y Extremadura. Las razones del abandono se hallan en una reforma donde el 40% de los pagos se hallan desligados de la producci¨®n, aproximadamente unos 3.500 euros por hect¨¢rea sin cultivar.
Costes de producci¨®n
En el conjunto de las producciones de herb¨¢ceos, la reforma se ha traducido en un fuerte recorte de las superficies en algunos cereales. En general, por el momento, no se han producido abandonos masivos en superficies de secano. Destaca la fuerte ca¨ªda de la superficie de trigo duro y, sobre todo, de ma¨ªz como consecuencia de unos costes de producci¨®n muy altos. Esta circunstancia, junto con una ayuda m¨¢s elevada de la media por ser superficies de regad¨ªo, han constituido un aliciente m¨¢s para abandonar las siembras.
Como producciones de menor importancia, pero de un inter¨¦s estrat¨¦gico para el campo, destaca la aplicaci¨®n de la ayuda desacoplada en su totalidad para las leguminosas, lo que se ha traducido en fuertes recortes de las siembras en cultivos como yeros, vezas, lentejas o garbanzos en amplias zonas de secano en ambas mesetas, a falta de otras alternativas.
Para el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, se trata de una situaci¨®n nueva, que necesita ser analizada, pero conf¨ªa que el propio sector se vaya ajustando a la nueva realidad mediante el desarrollo de alternativas en producciones rentables y competitivas. Para el responsable de Agricultura, lo importante es que el sector agrario siga creciendo en el Valor de su Producci¨®n Final Agraria. Agricultura no ha hecho hasta la fecha ning¨²n an¨¢lisis de esta situaci¨®n y en medios oficiales se estima que no ser¨ªa bueno hacer recomendaciones de alternativas ante el riesgo de lo que ello pueda conllevar para los mercados.
La elecci¨®n de los sustitutos y el impacto en los mercados
El abandono de cientos de miles de hect¨¢reas dedicadas en la actualidad a unos cultivos se puede traducir en el futuro en tierras abandonadas, pero sobre todo en superficies de nuevas producciones.
Con car¨¢cter general, una gran parte de las esperanzas del campo se halla en el desarrollo de producciones para biocombustibles. En zonas remolacheras se manejan como alternativas m¨¢s remolacha para bioetanol o el cultivo de colza y girasol para biodi¨¦sel. En superficies de regad¨ªo en la mitad sur, adem¨¢s de la colza se manejan como alternativas las superficies de frutales, especialmente en Extremadura y Andaluc¨ªa. Igualmente se maneja el olivar como una salida importante para nuevas plantaciones en la zona centro y en la mitad sur en tierras de regad¨ªo.
En algunos medios agrarios se teme, sin embargo, que este cambio de cultivos pueda tener un fuerte impacto en mercados concretos, como el hortofrut¨ªcola. Con la nueva situaci¨®n habr¨¢ agricultores que seguir¨¢n produciendo sin ayudas. Por el contrario, deber¨¢n competir en el mismo mercado con nuevos productores que ya tienen en el bolsillo la ayuda recibida por el abandono de su cultivo anterior.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
