La esperanza blanca de Seat

Aunque oficialmente ha recibido el testigo de la presidencia de Seat esta semana en Barcelona, el relevo con luz, taqu¨ªgrafos y la tradicional paella que Seat abandera por todos los salones del autom¨®vil del mundo se produjo la semana pasada en Le Mondial de Par¨ªs. No era mal escenario, ya que el nuevo responsable de los destinos de uno de los iconos que forman parte del subconsciente colectivo de los espa?oles de las ¨²ltimas d¨¦cadas presentaba una nueva versi¨®n de un modelo que insiste en el car¨¢cter deportivo de la marca dentro de la ¨®rbita de Audi, a su vez encajada dentro de la galaxia Volkswagen.

Enric Schmitt viene de Audi, donde era responsable de compras y del desembarco del grupo en China. Dos misiones que ha desempe?ado con acierto a juzgar por los resultados econ¨®micos de la marca en los ¨²ltimos ejercicios y del cuarto puesto alcanzado como marca m¨¢s vendida en el dif¨ªcil mercado chino.

Pero por muy curtido que venga, no le va a resultar f¨¢cil encontrar hueco a la marca espa?ola en las coordenadas del primer fabricante europeo desde que ¨¦ste decidi¨® comprar Skoda, clara competidora de Seat en la Europa Oriental y con costes de producci¨®n m¨¢s bajos.

Schmitt ha prometido que vivir¨¢ en Barcelona los siete d¨ªas de la semana en clara referencia a uno de sus antecesores, Bernd Pischetsrieder, hoy presidente del grupo Volkswagen, que durante alg¨²n tiempo dirigi¨® la empresa desde Alemania. Su antecesor inmediato, Andreas Schleef, experto en recursos humanos, le ha preparado un aterrizaje suave en ese ¨¢mbito cuando se va a cumplir un a?o del expediente de regulaci¨®n de empleo que afect¨® a m¨¢s de 600 trabajadores, muchos de los cuales podr¨ªan incorporarse de nuevo a la empresa en los pr¨®ximos meses si se materializan los planes que en estos momentos preparan en la pizarra: una inversi¨®n de 1.000 millones de euros, la producci¨®n de una berlina con la que se ampl¨ªa el abanico productivo de Martorell y otro modelo de tama?o peque?o para el grupo. Con ellos podr¨ªa superar una producci¨®n anual de 600.000 coches.

A Schmitt le gusta el f¨²tbol y el Real Madrid -intervino en la esponsorizaci¨®n de Audi en el club blanco-, una buena palestra para curtirse ante los duros tiempos que se le presentan, pero tiene buenas referencias. De momento empieza la jornada laboral a las 6.30 con clases de espa?ol y aprovecha los fines de semana para probar coches, porque "le gusta conducir".