M¨¢s parches en Airbus

La crisis del grupo Airbus, perteneciente al consorcio aeroespacial europeo EADS, se ha cobrado otra factura con la dimisi¨®n del consejero delegado Christian Streiff, precisamente el ejecutivo que el pasado julio fue designado por Francia y Alemania para resolver el caos causado por la fabricaci¨®n del superjumbo europeo A-380. Streiff ha tirado la toalla en menos de tres meses porque su plan de recorte de gastos, que inclu¨ªa trasladar la fabricaci¨®n del A-380 a Toulouse y compensar a las plantas alemanas perjudicadas -sobre todo Hamburgo- , fue rechazado por Berl¨ªn y por el principal accionista privado, la alemana DaimlerChrysler. La crisis ya ha tenido un efecto directo en Espa?a: la empresa Industrias de Turbo Propulsores, que participa en el A-380, despedir¨¢ a 130 trabajadores de su planta de Zamudio (Vizcaya).

El A-380, el modelo que iba a revolucionar el transporte a¨¦reo mundial, acumula ya un retraso de dos a?os sobre las fechas inicialmente previstas para las primeras entregas, el valor de la acci¨®n se ha depreciado un 36% en lo que va de a?o y el coste para las cuentas de la compa?¨ªa se calcula ya en unos 8.000 millones de euros.

La dimisi¨®n de Streiff vuelve a poner al descubierto el dirigismo pol¨ªtico que pesa sobre la direcci¨®n econ¨®mica e industrial de Airbus. Los asuntos importantes deben pasar los filtros pol¨ªticos de las decisiones nacionales. Streiff pretend¨ªa aplicar su plan de ahorro de costes de forma aut¨®noma y con poder total, es decir, como lo ejecuta un directivo de una empresa privada. Como su competidor estadounidense Boeing, sin ir m¨¢s lejos. Su marcha ha provocado al menos una reordenaci¨®n de poder de EADS y Airbus. Louis Gallois ser¨¢ el consejero delegado ¨²nico de Airbus y, por tanto, no estar¨¢ obligado a tomar decisiones compartidas.

Esta "simplificaci¨®n corporativa" est¨¢ muy lejos de resolver los problemas de fondo de Airbus: mala integraci¨®n industrial de la empresa y duplicaciones en los sistemas de producci¨®n. Con toda probabilidad, ¨¦stas son las causas de los retrasos en las entregas del A-380 y, por tanto, de la gran ventaja que est¨¢ obteniendo Boeing. A pesar del mando ¨²nico de Gallois en el grupo aeron¨¢utico, dif¨ªcilmente se resolver¨¢n las dificultades de producci¨®n sin un acuerdo entre los accionistas de EADS -Alemania, Francia y Espa?a- para que Airbus sea gestionada como una empresa privada. A la vista de las presiones alemanas sobre Streiff y teniendo en cuenta los puestos de trabajo e inversiones en cada pa¨ªs que est¨¢n en juego, es una renuncia que hoy parece muy lejana.