El saqueo del mar
La presi¨®n pesquera est¨¢ llevando a las especies marinas al borde del colapso
Desde hace varias semanas, los pescadores de la cofrad¨ªa gallega de Lira (A Coru?a) tienen en sus manos un papel excepcional: el borrador del decreto destinado a establecer una reserva de pesca de unas 1.700 hect¨¢reas en aguas cercanas a su pueblo, junto al cabo Finisterre. La excepcionalidad reside en que los propios pescadores promueven esa reserva, en unas aguas explotadas desde tiempo inmemorial.
Puede parecer absurdo que una cofrad¨ªa desee limitar as¨ª sus posibilidades de pesca. Sin embargo, el proyecto tiene una l¨®gica contundente. "Aqu¨ª se captura cada vez menos", explica Emilio Louro -Milucho-, secretario de la cofrad¨ªa. "Los ingresos bajan, los j¨®venes emigran, el pueblo envejece...". Un drama.
El 25% de las especies sufre sobreexplotaci¨®n o sencillamente se ha agotado. Otro 52% soporta capturas al l¨ªmite de lo tolerable
Los cient¨ªficos denuncian que las capturas anuales del at¨²n rojo alcanzan las 50.000 toneladas. El triple de lo que se considera sostenible
La flota de Espa?a es la de mayor tonelaje de la UE. Pero entre 1990 y 2003 la cifra de pescadores se ha reducido de 98.000 a 50.000
Es un secreto a voces que el l¨ªmite de 500 caballos para los motores de los barcos no se respeta. Algunos tienen hasta 2.000, lo que les convierte en armas mort¨ªferas
Ahora quieren autolimitarse, pescar menos de lo permitido, y dejar que, por una vez, el mar respire. Pero saben que este esfuerzo ser¨¢ in¨²til si otros pescadores arrasan el caladero. Por eso piden a las autoridades que creen la reserva. Porque en Galicia, al igual que en el resto del mundo, la presi¨®n pesquera es enorme, imparable. Y los mares ya no dan m¨¢s de s¨ª. El bacalao de Terranova se agot¨® hace 20 a?os y todav¨ªa no se ha recuperado. La anchoa del golfo de Vizcaya ha entrado en peligro de extinci¨®n. Y otro tanto est¨¢ pasando con el at¨²n rojo.
La lista puede alargarse. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) ha lanzado una alerta contundente. El 25% de las 600 especies marinas m¨¢s consumidas sufre sobrepesca o sencillamente se ha agotado. Otro 52% soporta una captura al l¨ªmite de lo sostenible.
Pero no s¨®lo los n¨²meros explican la gravedad del escenario. Las palabras de los pescadores tambi¨¦n son muy claras. Al igual que los de la cofrad¨ªa de Lira, otros muchos marinos con a?os de experiencia repiten lo mismo. "Antes no era as¨ª. Ahora trabajamos casi para nada", dice Massimo, pescador de bajura de Lampedusa, un lunar de tierra italiana al sur de Sicilia. Massimo tiene 40 a?os, un cigarro en la boca y pocas palabras; las suficientes, en todo caso, como para acompa?ar con blasfemias cada recogida de las redes.
El mar parece burlarse de los marinos a cada captura, escupiendo neum¨¢ticos, cajas de maderas, bolsas de pl¨¢stico... Y peces, pocos. Como si las aguas trataran de vengarse del da?o sufrido. Hijo y nieto de pescadores, Massimo no cree que sus hijos puedan vivir del barco de la familia. La situaci¨®n en Espa?a -la flota con m¨¢s toneladas de la Uni¨®n Europea- no es diferente: entre 1990 y 2003, la cifra de marineros descendi¨® de 98.000 a 50.000. Y ello pese a que Espa?a es uno de los mayores consumidores mundiales de pescado.
El drama rojo
El at¨²n rojo es el s¨ªmbolo m¨¢s dram¨¢tico de esa din¨¢mica destructiva. Se trata de una de las pescas m¨¢s antiguas del mundo, adem¨¢s de una de las m¨¢s valiosas del mercado. Reunidos la semana pasada en Madrid, los cient¨ªficos de la Comisi¨®n Internacional para la Conservaci¨®n del At¨²n Atl¨¢ntico -el ente que gestiona la pesquer¨ªa en el Mediterr¨¢neo y en el Atl¨¢ntico- acaban de denunciar que las capturas de at¨²n rojo se elevan a 50.000 toneladas anuales. Muy por encima de las 36.000 autorizadas y m¨¢s del triple de lo que ellos consideran actualmente sostenible: 14.000 toneladas.
"Si no se corrige el sistema, hay riesgo de colapso", observa Jos¨¦ Cort, director del centro de Santander del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa y miembro del Comit¨¦ de Cient¨ªficos de la comisi¨®n citada. "Y cuando una especie escasea tanto que apenas se encuentran ejemplares, puede tardar d¨¦cadas en recuperarse". Si es que se recupera...
Sin embargo, a pesar de las alertas de los cient¨ªficos y de algunas medidas de emergencia, los mares viven un aumento de la explotaci¨®n pesquera, por mucho que haya menos trabajadores en el sector. "A lo mejor no crece el n¨²mero de barcos o de horas de pesca. Pero la tecnolog¨ªa hace cada vez m¨¢s eficaz el esfuerzo", observa Jordi Lleonart, especialista del Servicio de Recursos Marinos de la FAO. Los pesqueros pueden ser guiados hacia sus presas por radares o incluso por helic¨®pteros: la tecnolog¨ªa ayuda. Y hace todav¨ªa m¨¢s preocupante que el n¨²mero de capturas se estanque o caiga.
"Los datos cient¨ªficos nos indican que hay muchas especies que escasean. No hay que alarmar, pero hay que tener cuidado y tomar medidas m¨¢s dr¨¢sticas para reducir la presi¨®n pesquera", observa Alain Bonzon, secretario general de la Comisi¨®n General de la Pesca en el Mediterr¨¢neo, que vigila la actividad pesquera en el ¨¢rea. "En este ¨²ltimo a?o, los pa¨ªses miembros de la comisi¨®n han demostrado una actitud m¨¢s seria que nunca. Se han tomado medidas concretas. Pero hay que hacer m¨¢s, acelerar la din¨¢mica, actuando siempre de forma coordinada con los resultados cient¨ªficos".
Mientras algunos pescadores optan por la pesca sostenible, otros arrasan al m¨¢ximo. Es un secreto a voces, por ejemplo, que no se respeta el l¨ªmite de 500 caballos de potencia para los motores de los barcos en el Mediterr¨¢neo. Los expertos advierten de que algunos pesqueros, convertidos en armas mort¨ªferas, navegan con potencias de hasta 2.000 caballos. Todos lo saben, pero los motores siguen ah¨ª y nadie hace nada.
"Y tampoco es dif¨ªcil encontrar en los mercados merluzas m¨¢s peque?as de lo permitido", dice Lleonart. Si las cosas est¨¢n as¨ª en Europa, a¨²n peor van en el Tercer Mundo.
Venta por internet
Pero si muchos arrasan, algunos pescadores han empezado a buscar alternativas, como los gallegos de Lira. "Nos es que queramos ir de santos. S¨®lo hacemos cosas que creemos van a favor de nuestros intereses", explica Milucho. Y a?ade que el primer paso fue empezar a vender su pescado directamente a trav¨¦s de internet, para asegurar m¨¢s beneficios a los pescadores. "Luego", prosigue, "montamos talleres de pesca para los escolares y excursiones mari?eiras para turistas, para transmitir la importancia de la conservaci¨®n de los recursos. Por este programa ya han pasado 3.400 personas".
"Eso, de paso, contribuye a elevar la autoestima de los pescadores, que normalmente es bastante baja. As¨ª se pueden sentir un poco catedr¨¢ticos del mar", prosigue. "Al principio, algunos respond¨ªan a nuestros proyectos con un cachondeo generalizado. Pero ahora, no s¨¦ si es por nuestras iniciativas o qu¨¦, el hecho es que mientras las dem¨¢s cofrad¨ªas siguen perdiendo empleo, nosotros no. Y entran j¨®venes".
Sobre unos y otros cae, indistintamente, una buena lluvia de subvenciones. En el periodo 2000-2006, la UE ha destinado al sector pesquero 3.701 millones de euros. Casi la mitad, a Espa?a. Son cifras muy inferiores a lo que suponen las ayudas a la agricultura, pero contribuyen a mantener en el mar barcos que no son rentables. ?Y eso es bueno o malo? Depende, obviamente, de si se juzga desde la ¨®ptica socioecon¨®mica o desde la medioambiental.
La organizaci¨®n ecologista WWF/Adena, muy activa en el sector, exige reglas m¨¢s estrictas, m¨¢s controles y un cambio de pol¨ªtica, en la pesca y tambi¨¦n en la acuicultura, que ya representa el 43% del consumo mundial de pescado. "Hay que defender m¨¢s el recurso", dice Ra¨²l Garc¨ªa, de WWF, "y no siempre la flota, sobre todo la industrial, que es la que recibe gran parte de los subsidios y tiene menos que perder de la depresi¨®n de los caladeros". Porque un buque industrial puede f¨¢cilmente buscar caladeros lejanos, a diferencia de uno de bajura.
La conciencia de ello anima pescadores como los de Lira a optar por una pesca m¨¢s sostenible. Dentro de un a?o, probablemente, en Galicia habr¨¢ una nueva reserva. Mientras tanto, 120 millones de toneladas de pescado habr¨¢n sido sacadas de los mares de todo el mundo.
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