Cicl¨®n El¨ªas
Hay carreras que pasar¨¢n a la historia de la competici¨®n y la de ayer en el circuito de Estoril es una de ellas. Nunca podremos olvidar la ¨²ltima vuelta del Gran Premio de Portugal en MotoGP, cuando cre¨ªmos que la Honda roja de un Toni El¨ªas absolutamente desatado volaba m¨¢s que rodaba sobre el asfalto, superando no a uno, sino a dos campeones del mundo en una sola derrapada y volviendo a doblegar al coloso Rossi sobre la misma l¨ªnea de meta, ante el pasmo general de millones de aficionados boquiabiertos. El resto del mundo, es decir, profanos y ne¨®fitos, nos pregunta hoy con leg¨ªtima curiosidad de d¨®nde ha salido este tipo y nosotros sabemos que lo suyo es otra cosa, que no naci¨® ayer ni tampoco es flor de un d¨ªa. Tal vez el Mundial medi¨¢tico de los Rossi, Pedrosa o Hayden, convertidos en vedettes para las masas -y con toda legitimidad: ah¨ª est¨¢n sus resultados-, llegue a ocultar que existen esforzados obreros del manillar como El¨ªas, pero sin ellos todo este montaje se vendr¨ªa abajo.
Carreras como las de ayer hacen que por un momento nos olvidemos del tupido entramado de intereses en que se sustenta el deporte para, emoci¨®n mediante, reconciliarnos con su esp¨ªritu original, ¨¦se que El¨ªas demuestra poseer, sobre la pista, genuinamente. Para algunos es sobre todo una cuesti¨®n de estilo. Se dice que Dani Pedrosa recuerda a Sito Pons, antiguo campe¨®n de 250cc, porque es un piloto inteligente, fr¨ªo y calculador; hay a quienes El¨ªas les hace pensar en Joan Garriga -uno de los grandes rivales de Sito en la ¨¦poca-, que era justo lo contrario: todo coraje, arrojo, valent¨ªa y, por qu¨¦ negarlo, cierta dosis de inconsciencia.
Toni El¨ªas (Manresa, Barcelona; 1983) cumpli¨® cien grandes premios en el pasado de Turqu¨ªa. Es un piloto joven, pero sobradamente fogueado. Desde 1999, cuando comenz¨® su andadura por el Mundial con tres participaciones en 125cc, no ha dejado de impresionarnos por su valor encima de la moto. En 2001 realiz¨® una serie de actuaciones emocionantes que lo tuvieron luchando por el t¨ªtulo hasta la pen¨²ltima carrera, haza?a que repiti¨® en 2003 -fue el que m¨¢s pruebas gan¨®- hasta que su ca¨ªda en la ¨²ltima vuelta del Gran Premio de Brasil le dej¨® sin opciones a la corona. Su paso a 250cc el a?o siguiente se vio un poco eclipsado por el fen¨®meno Pedrosa. Tal vez por ello se apresurase a dar el salto a la clase m¨¢xima. Una grave lesi¨®n en Francia estuvo a punto de hundirle, aunque al final de temporada cuaj¨® buenas actuaciones sobre su Yamaha.
Este a?o, con la Honda del equipo de Fausto Gressini y con Melandri como compa?ero, El¨ªas ha dejado claro que, a pesar de sus altibajos, es un piloto de fuste a quien hay que tener muy en cuenta. Algo tendr¨¢n que ver los genes: su padre, Toni, y su t¨ªo Jordi dominaron el motocross nacional durante a?os -Toni El¨ªas s¨¦nior logr¨® once t¨ªtulos de campe¨®n de Espa?a-. As¨ª que el peque?o Toni naci¨® con la moto entre las piernas. Parec¨ªa que iba a seguir la tradici¨®n familiar, pero lo del motocross decidi¨® dejarlo porque, seg¨²n dice su madre, Remei, "no le gustaba ensuciarse".
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