La emotiva 'geopo¨¦tica' de Yuri Andrujovich traza las fronteras de Kosmopolis
El escritor ucraniano, autor de 'El ¨²ltimo territorio', abre el festival literario del CCCB
Un escritor que lee el pasado en el palimpsesto de las ruinas, un escritor que cree que la de su naci¨®n es "la multiculturalidad de los cementerios", un escritor que considera que no le queda otra opci¨®n que defender los parajes que se desmoronan ante sus ojos. Ese es el ucraniano Yuri Andrujovich (Ivano Frankivska, 1960), una poderos¨ªsima voz, conmovedora e ir¨®nica, que llega de un conf¨ªn, la Galitzia, que otrora se consider¨® parte de Centroeuropa. Su emotiva "geopo¨¦tica", expresada en libros como El ¨²ltimo territorio (Acantilado), abre hoy Kosmopolis.
Andrujovich, ensayista, novelista y poeta cuya obra se ha convertido en referencia en la transici¨®n de su pa¨ªs, inaugura hoy la tercera edici¨®n de la fiesta internacional de la literatura en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) con un di¨¢logo con el escritor y periodista Ignacio Vidal-Folch (19.30 horas).
La bell¨ªsima literatura de Andrujovich, una de esas almas gemelas de nuestras inquietudes, nostalgias y desesperanzas que el editor Jaume Vallcorba descubre con artes de rastreador all¨ª lejos en el Este, al otro lado del espejo roto en que se ha convertido el viejo muro derrumbado, habla de cosas antiguas y nuevas, de fortalezas teut¨®nicas y pillos reventadores de pisos; de Lviv, la ciudad del le¨®n, con su perdida mezquita t¨¢rtara, y de Chern¨®bil -que significa 'ajenjo'-, a 100 kil¨®metros de su casa, con "su amargo sabor de Apocalipsis". Habla Andrujovich de su propia abuela, que vio pasar al archiduque Francisco Fernando camino de Sarajevo, escoltado por dragones con cascos empenachados, y de la pesadilla del metro de Kiev. Habla de fieros atamanes de hachas relucientes, de la momia extraviada del voivoda conde Polocki, de los cosacos del Dnipr¨® y de los cabezas rapadas con ch¨¢ndal que pululan por su ciudad. Del poeta nacional Taras Shevchenko, cuyos bigotes fueron bautizados como "los sollozos de Ucrania", y de un "rey de los poetas" neoyorquino capaz de pronunciar la peor de las palabrotas rusas: "yob tvayu mat!". Habla en fin el escritor de esa Ucrania en la que, dec¨ªa Gogol, "nunca pasa nada", del s¨ªndrome del cardo azul, la viajera planta esteparia que simboliza la libertad y la b¨²squeda de nuevos horizontes, del vodka, de la prostituci¨®n y de la mafia ucraniana, de lo bizantino y de Celan. Una europeidad, la suya, fascinantemente distinta y a la vez extra?amente ce?ida a la espa?ola.
"Este es nuestro pa¨ªs", se?ala Andrujovich, "una provincia abandonada, el fin de una ¨¦poca, el fin del mundo". Una relaci¨®n de amor y odio con ese espacio "en ninguna parte entre dos mundos" que es Ucrania atraviesa los ensayos de El ¨²ltimo territorio, el segundo libro del escritor que se publica en Espa?a -el primero fue Mi Europa (Acantilado, 2005), que conten¨ªa tambi¨¦n un ensayo del polaco Andrzej Stasiuk-. "Al margen del amor odio, quiz¨¢ lo que domina es la desesperaci¨®n y el desencanto", se?ala en un encuentro, la v¨ªspera de Kosmopolis, Andrujovich, un hombre de aspecto eslavo y fieramente rom¨¢ntico, a lo Lermontov.
"Siento decepci¨®n por todo aquello que no se llev¨® a cabo, porque no se consumara la esperanza que ten¨ªamos en 1991. Pronto vi que eso no iba bien, que lo que ten¨ªamos era una segunda URSS a escala reducida", expresa. Y es que pese a que Andrujovich plasma en El ¨²ltimo territorio una maravillosa "geopo¨¦tica", una po¨¦tica bachelardiana de los lugares de su regi¨®n instalada "en la frontera casi de la No Europa", la geopol¨ªtica es una referencia ineludible al hablar con ¨¦l. La revoluci¨®n naranja, el proceso de implantaci¨®n democr¨¢tica en Ucrania en noviembre de 2004, ha supuesto, explica, grandes conquistas como la de la libertad de prensa en un pa¨ªs en el que no era raro que un periodista opositor secuestrado por los mecanismos policiales del Estado apareciera desollado y sin cabeza en un bosque. Pero muchos cambios se han quedado en el tintero. "Cre¨ªamos que los viejos esquemas se romper¨ªan con la revoluci¨®n naranja, que habr¨ªa otra Ucrania y que se har¨ªa verdad el grito de '?los bandidos a la c¨¢rcel!', pero no ha sido as¨ª".
Sorprende en los textos de Andrujovich hallar una nostalgia del pasado austroh¨²ngaro, del imperio en el que se ubic¨® su Galitzia natal. "Galitzia es el lugar en el que nac¨ª y vivo. Es una regi¨®n muy particular, con un paisaje cultural muy diverso del que puedes seguir los estratos, un verdadero palimpsesto. Lo triste es que todo ese pasado se va a perder en el mundo de hoy. Hoy, cuando hablamos de esa multiculturalidad, hablamos ya del pasado. Es la multiculturalidad de los cementerios". Andrujovich contin¨²a: "Como escritor, creo que puedo hacer algo porque eso no se pierda y caiga en el olvido, dar un nuevo futuro a ese antiguo mundo. Para m¨ª no es tanto recuperar la mitolog¨ªa habsb¨²rgica como crear una nueva a trav¨¦s de la escritura que sirva para un cambio de conciencia de la Ucrania actual". En el fondo se trata "del reto de encontrarnos a nosotros mismos".
De la iron¨ªa que contrapuntea sus escritos dice que es una v¨ªa "para recobrar nueva esperanza", una forma de "ser positivo". Y de su manera de escribir, hecha de percepciones fugaces, cotidianidad y poes¨ªa, con pinceladas on¨ªricas y fant¨¢sticas, dice que es para ¨¦l "la ¨²nica manera de entender" su pa¨ªs.
"Escribe tan bien como puedas', esa ha de ser la directriz del escritor", se?ala Andrujovich. "Viv¨ª los 10 d¨ªas de la revoluci¨®n [naranja] de manera muy intensa, en carne propia; mucha gente me reconoci¨® en las manifestaciones, dec¨ªan que eran lectores m¨ªos y me gust¨® pensar que quiz¨¢ el 1% de lo que hac¨ªan ten¨ªa que ver con lo que hab¨ªan le¨ªdo en mis libros. Vale la pena ser escritor en mi pa¨ªs".
Se dice que si rascas un ruso aparece un t¨¢rtaro. ?Si se rasca un ucraniano surge el cosaco? Andrujovich r¨ªe. "Es un asunto peligroso; nuestro pasado cosaco es importante a nivel hist¨®rico, pero hemos hecho de eso un tema kitsch. Los cosacos son la encarnaci¨®n de la anarqu¨ªa ucraniana. En el fondo, ?sabe?, la palabra cosaco viene del turco quzzaq, 'hombre libre".
IMPRESCINDIBLES DE KOSMOPOLIS 06
-Michel Houellebecq y el colectivo Masbedo llevan un tiempo explorando juntos las relaciones entre la literatura y las artes visuales. El resultado de sus primeros trabajos se puede contemplar en la exposici¨®n Seguir vivo. El festival acoge adem¨¢s el estreno del cortometraje La rivi¨¨re, debut cinematogr¨¢fico del pol¨¦mico autor de Plataforma.
-Jostein Gaarder, escritor que obtuvo un ¨¦xito arrollador con El mundo de Sof¨ªa, propone una Declaraci¨®n Universal de las Obligaciones Humanas.
-David Shore, creador de la popular serie de televisi¨®n House, desentra?a los entresijos de su personaje, un m¨¦dico tan mis¨¢ntropo como c¨ªnico.
-Los rapsodas del slam, una corriente puntera del hip hop, mostrar¨¢n sus dotes po¨¦ticas en batallas llenas de versos envenenados.
-Vitali Shentalinski, poeta y uno de los primeros investigadores que pudo acceder a los archivos secretos del temible KGB -v¨¦ase entrevista en p¨¢gina 57.
-El documental Bukowski born into this.-
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