La visita de los seis d¨ªas
Lo primero que dice es que lo que hab¨ªa le¨ªdo y escuchado hasta ahora sobre esta guerra eterna se queda corto. Muy corto. La presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao, no es la primera -ni probablemente ser¨¢ la ¨²ltima- que se estremece al conocer de primera mano c¨®mo es la vida cotidiana en los territorios palestinos ocupados por Israel. Bilbao ha encabezado una delegaci¨®n de la C¨¢mara aut¨®noma que ha realizado un visita de seis d¨ªas para comprobar la realidad de los territorios ocupados por Israel, que finaliz¨® ayer.
Recuerda c¨®mo un palestino le cont¨® el otro d¨ªa que, antes de la construcci¨®n del muro, llegaba a casa de su hermano en un minuto. La mole de cemento, de ocho metros de altura, se alza entre las viviendas de uno y otro. "Ahora le lleva una hora llegar hasta all¨ª, siempre y cuando no haya problemas en los puestos de control militares" israel¨ªes, explica Bilbao en un caf¨¦ de Jerusal¨¦n.
Izaskun Bilbao: "La gran castigada en el conflicto es la poblaci¨®n civil"
Una delegaci¨®n del Parlamento comprueba de primera mano en Gaza y Cisjordania las consecuencias de la ocupaci¨®n israel¨ª
Visitar a la familia, ir a la universidad, a la escuela o hacer negocios en esos territorios -m¨¢s peque?os que la comunidad aut¨®noma vasca y casi con el doble de poblaci¨®n- resulta una odisea. "La gran castigada es la poblaci¨®n civil", destaca. Es una de las conclusiones a las que ha llegado Bilbao tras una gira en la que, junto a una delegaci¨®n de la Comisi¨®n de Derechos Humanos, ha visitado Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n.
Los ciudadanos corrientes son tambi¨¦n los principales damnificados del bloqueo econ¨®mico al que Estados Unidos y la Uni¨®n Europea someten al Gobierno de Ham¨¢s desde que tomase posesi¨®n. Recalca Bilbao que aquellas elecciones fueron democr¨¢ticas -"convocadas con el consentimiento de EEUU", destaca- y que, por tanto, deben ser respetadas, aunque el resultado no fuese precisamente el que Washington deseaba y esperaba.
Son los 160.000 funcionarios, y sus familias, los que se han quedado sin salarios y desde abril hacen encaje de bolillos para llegar a fin de mes. "Por eso el d¨ªa 6 aprobamos [en la C¨¢mara vasca] una proposici¨®n en la que instamos a la UE a tener un papel m¨¢s activo" en la resoluci¨®n del conflicto y a "restablecer la ayuda humanitaria".
"Hemos escuchado a unos y a otros, y nos vamos con una visi¨®n m¨¢s completa", asegura. En seis d¨ªas, desde el jueves pasado, Bilbao, I?igo Urkullu, Gema Gonz¨¢lez de Txabarri (los tres del PNV), Merche Ag¨²ndez (PSE), Leopoldo Barreda (PP), Itziar Bastarrika (EHAK), Unai Ziarreta (EA) y Aintzane Ezenarro (Aralar) se han reunido con gente diversa: legisladores de los dos partidos mayoritarios, Ham¨¢s y Fatah, representantes de formaciones palestinas m¨¢s peque?as, alcaldes, el c¨®nsul espa?ol en Jerusal¨¦n, Ram¨®n Anso¨¢in; cooperantes de ONG locales -tanto israel¨ªes como palestinas- y extranjeras, pacifistas, miembros de los minoritarios grupos ¨¢rabes en la Kneset (el Parlamento israel¨ª) y del laborista. Tambi¨¦n han visto mucho con sus ojos. Como la impotencia de aquel anciano, que a Bilbao no se le olvidar¨¢, que pretend¨ªa cruzar un checkpoint junto a una ni?a, quiz¨¢ su nieta, con un enorme cristal en brazos, humillado ante un jovenc¨ªsimo soldado hebreo armado con un enorme fusil. Ni siquiera los parlamentarios se libraron de ser intensamente interrogados por soldados israel¨ªes al salir de la franja de Gaza. Y han experimentado lo extenuante que puede ser recorrer, incluso contando con un pasaporte europeo, la distancia equivalente al trayecto entre Bilbao y San Sebasti¨¢n.
La presidenta de la C¨¢mara de Vitoria opina que el enfrentamiento interno que ahora viven los palestinos "no debe ocultar el gran problema: la ocupaci¨®n, el muro, los asentamientos de colonos" jud¨ªos que no dejan de extenderse.
El Parlamento vasco no se lo pens¨® dos veces cuando este verano recibi¨® la invitaci¨®n del Legislativo palestino, que Ham¨¢s controla con mayor¨ªa absoluta desde enero. Es cierto que la situaci¨®n sobre el terreno era nefasta, "pero hab¨ªa que venir", enfatiza Bilbao. Ahora redactar¨¢n un informe sobre lo que han visto y escuchado para remitirlo a los presidentes de los parlamentos aut¨®nomos de toda Espa?a y de las c¨¢maras regionales de Europa. Quiz¨¢ no sea mucho, pero "por honradez personal debemos hacer lo que est¨¦ en nuestras manos".
Pese a que desde hace a?os las visitas institucionales se multiplican, as¨ª como la labor de los cooperantes, poco ha cambiado sobre el terreno. Tambi¨¦n han invitado a los parlamentarios a visitar la C¨¢mara vasca. Es dudoso que los legisladores palestinos logren alguna vez el permiso israel¨ª para viajar a Vitoria, pero Bilbao, en un gran despliegue de optimismo, dice: "La invitaci¨®n ya la tienen".
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