El Gobierno revisar¨¢ la discriminaci¨®n de las lesbianas con beb¨¦s 'in vitro'

El Gobierno revisar¨¢ la Ley de Reproducci¨®n Asistida para "dar una soluci¨®n razonable" a la discriminaci¨®n de los matrimonios de lesbianas que se someten a una inseminaci¨®n artificial. Seg¨²n la Ley, reformada un a?o despu¨¦s de la norma que permite las bodas gays, la madre no biol¨®gica del reci¨¦n nacido tiene que recurrir a la adopci¨®n si quiere figurar en el Registro Civil como madre del beb¨¦. Eso no ocurre en el caso de las parejas heterosexuales que utilizan esa misma t¨¦cnica m¨¦dica. Con un consentimiento expreso del marido basta.

?sa es la discriminaci¨®n que tratar¨¢ de corregir el Gobierno seg¨²n confirmaron ayer los ministerios de Justicia y Sanidad. Una portavoz de este ¨²ltimo se?al¨® que toda ley que se aprueba "necesita un tiempo para detectar cu¨¢les son los fallos que se pueden producir una vez que la norma echa a andar".

"Estoy agradecida a la juez. Facilitar¨¢ las cosas a otras parejas", dice Antonia

La b¨²squeda de una soluci¨®n se produce a ra¨ªz del caso de Antonia Mel¨¦ndez y Mar¨ªa ?ngeles Zucilla, el primer matrimonio de lesbianas que consigue que el Estado reconozca a ambas como madres sin pasar por el proceso de adopci¨®n (v¨¦ase EL PA?S de ayer). Gracias a una juez del juzgado n¨²mero 4 de Algeciras, Antonia, la madre no biol¨®gica aparece en el Libro de Familia de la ni?a nacida hace unas semanas como la segunda progenitora.

"La juez no me puso ninguna pega, entendi¨® que nuestra hija hab¨ªa nacido dentro del matrimonio y le estoy muy agradecida", afirm¨® ayer Antonia, que subray¨® la importancia del caso para facilitar las cosas al colectivo de gays y lesbianas. Pese a todo, la fiscal¨ªa de C¨¢diz anunci¨® ayer que recurrir¨¢ la decisi¨®n de la juez si ¨¦sta no rectifica.

Tras conocerse la historia de Antonia y Mar¨ªa ?ngeles, las asociaciones de Gays y Lesbianas se?alaron su alegr¨ªa por este espaldarazo a sus demandas y reclamaron una reforma de la ley, que en su art¨ªculo 6, referido a las filiaciones de los beb¨¦s nacidos por fecundaci¨®n asistida, dispone que "si la mujer estuviera casada se precisar¨¢, adem¨¢s el consentimiento del marido". Es la existencia de la palabra marido la que obliga a las madres no biol¨®gicas a iniciar los tr¨¢mites de adopci¨®n.

El catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, Javier P¨¦rez Royo, entendi¨® ayer que la juez ha interpretado la ley de forma muy acertada, de acuerdo con la Constituci¨®n. "A partir de la aprobaci¨®n del matrimonio entre personas del mismo sexo, las consecuencias tienen que ser las mismas para todos. Centrarse en que la ley habla s¨®lo de marido es una interpretaci¨®n leguleyesca de la norma y puede dar lugar a un recurso de amparo por una vulneraci¨®n de los derechos fundamentales", explic¨® ayer P¨¦rez Royo, informa M¨®nica C. Belaza.

Otra experta, la catedr¨¢tica de Derecho Constitucional de la Universidad de M¨¢laga, Mar¨ªa Luisa Balaguer, se refiri¨® tambi¨¦n al error de agarrarse a la palabra marido para interpretar la ley. "Lo l¨®gico en este caso es entender que donde pone marido se debe entender c¨®nyuge. El Derecho est¨¢ para solucionar problemas, no para obstruir", concluye.

Algunos de los matrimonios que responden a casos similares a los de las dos mujeres de Algeciras se alegraron ayer de la decisi¨®n de la juez. Ana Ruiz y Elena Romero, ambas de 40 a?os, han adoptado a sus dos mellizos concebidos por inseminaci¨®n artificial. Para ello han tenido que demostrar que ten¨ªan n¨®mina, contrato y que se encontraban bien psicol¨®gicamente, entre otros requisitos. "Lo peor no fueron esos tr¨¢mites sino la sensaci¨®n de incertidumbre cuando pensaba en la posibilidad de que a m¨ª me pasara algo antes de la adopci¨®n, Elena no tendr¨ªa derechos sobre los ni?os. No estar¨ªa registrada como madre en ning¨²n sitio", explica Ana. "Por eso nos parece genial lo que ha hecho la juez. Tiene un par de narices", comenta.

De la misma opini¨®n es Gema G¨®mez, de 35 a?os, que en estos momentos est¨¢ inmersa en un proceso de adopci¨®n m¨²ltiple. Tanto su mujer como ella se inseminaron. Ahora, cada una de ellas trata de adoptar al ni?o concebido por la otra. "Los tr¨¢mites son tediosos y largos. No tienen sentido porque tratan de evaluar a una familia que ya est¨¢ formada desde hace tiempo. Por eso me parece muy bien lo que ha ocurrido en el caso de Antonia y Mar¨ªa ?ngeles", se?ala Gema.