Una historia de dioses, p¨ªcaros y reyes
EL PA?S presenta ma?ana, por 8,95 euros, 'El hombre que pudo reinar', la obra maestra de Huston basada en un relato de Kipling
No somos dioses pero somos ingleses, que es casi lo mismo". Pocas frases como ¨¦sta podr¨ªan definir mejor y m¨¢s brevemente el esp¨ªritu imperial brit¨¢nico, y, al mismo tiempo, pocas definiciones contienen m¨¢s iron¨ªa: al fin y al cabo, quienes as¨ª se describen son dos pillos redomados, Danny Dravot y Peachy Carnehan que, tras un periodo en el Ej¨¦rcito de Su Majestad, han sido ladrones, estafadores, contrabandistas y todo aquello que les permit¨ªa sobrevivir en un mundo que se derrumbaba por el empuje de una industrializaci¨®n a la que se negaban servir.
Estamos en 1880, en India. El filme, un enorme flash-back, comienza cuando un irreconocible Carnehan llega al despacho de Kipling, un eficiente y modesto periodista de un diario en Lahore ante el que tiempo atr¨¢s el propio Carnehan y su compa?ero de fatigas Danny Dravot se hab¨ªan cumplimentado para no probar el alcohol ni conocer carnalmente mujer hasta conseguir ser reyes de Kafirist¨¢n, un lejano y casi inaccesible pa¨ªs. El hombre que pudo reinar (1975) es el relato de todo cuanto les sucedi¨® en su extraordinario empe?o. Dirigida por John Huston y con un gui¨®n del propio realizador y de Gladys Hill, es la versi¨®n libre cinematogr¨¢fica del excelente relato de Rudyard Kipling, el gran cronista del fin del imperio y uno de los maestros de la narrativa de aventuras considerada como una de las bellas artes.
Huston, confeso lector y admirador de Kipling, quiso llevar a la pantalla el relato desde 1947, algo perfectamente comprensible en quien siempre mostr¨® una especial predilecci¨®n por las historias en las que la dignidad personal era la ¨²nica y ¨²ltima justificaci¨®n vital que les quedaba a sus perdedores y desencantados protagonistas. La literatura y el cine siempre han mostrado su preferencia por los derrotados, y ya Esquilo lo hab¨ªa dejado claro en su Agamen¨®n: "S¨®lo a aquel que ha sufrido se le concede la capacidad de comprender".
El indiscutible talento del realizador, autor de varias obras maestras de la historia del cine, suele alcanzar su plenitud cuando adapta al cine grandes novelas o relatos: si su carrera como director comenz¨® en 1941 con El halc¨®n malt¨¦s, de Dashiell Hammett, finaliz¨® en 1987 con su magistral versi¨®n de Dublineses, de James Joyce, y entre una y otra llev¨® a la pantalla obras de Carson McCullers, Herman Melville, Stephen Crane, Flannery O'Connor, Ernest Hemingway, Malcolm Lowry, Tennessee Williams y, naturalmente, Rudyard Kipling.
El hombre que pudo reinar tiene un reparto dif¨ªcil de mejorar. Si como consta en varias de sus biograf¨ªas, Huston pens¨® inicialmente en Humphrey Bogart y Clark Gable cuando comenz¨® a mover el proyecto en 1947, el optar finalmente por Sean Connery y Michael Caine como sus protagonistas bien valieron los 28 a?os de espera. Ya no es concebible esa historia de aventuras y sue?os, esa gran epopeya de los vencidos, sin la presencia de los dos actores brit¨¢nicos. Huston lo explic¨® perfectamente: "Ellos hicieron todo solitos, a su manera... si viviesen en la Inglaterra victoriana, seguramente estar¨ªan al servicio de su majestad".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.