La frontera del aborto
Portugal se dirige hacia un nuevo refer¨¦ndum para despenalizar el aborto en las 10 primeras semanas de embarazo. En el primero, celebrado hace seis a?os, perdi¨® el s¨ª por un margen muy estrecho, aunque la consulta no fue vinculante porque s¨®lo vot¨® un 31% del censo, lejos del 50% necesario. Aquel resultado fue la consecuencia l¨®gica del deseo de los l¨ªderes de los dos grandes partidos (el socialista Guterres y el socialdem¨®crata Rebelo de Sousa, ambos profundamente cat¨®licos), que prefirieron dejar la consulta en manos de los radicales: por un lado los partidarios del s¨ª ("la mujer es due?a de su vientre"), por otro los del no ("el aborto es pecado mortal").
Convocado tras un pacto vergonzante para aplacar la ira de la Iglesia cat¨®lica y del ultraconservador lobby m¨¦dico, ante una reforma progresista de la ley que hab¨ªa aprobado ya el Parlamento, aquel refer¨¦ndum s¨®lo sirvi¨® para dividir al pa¨ªs y perpetuar una situaci¨®n humillante para las mujeres que se mantiene hasta hoy mismo, cuando apenas 1.000 de las 20.000 portuguesas que abortan cada a?o lo hacen de manera legal y segura. El resto recurre bien a cl¨ªnicas privadas ilegales, bien a cl¨ªnicas legales espa?olas, en el mejor de los casos; y en el peor, a m¨¦todos caseros, llenos de riesgos: 11.000 mujeres ingresan cada a?o en urgencias declarando haber sufrido abortos espont¨¢neos para evitar ser perseguidas judicialmente. Desde 2002, 40 mujeres y profesionales de la salud han sido procesados por abortos ilegales.
El primer ministro, el socialista Jos¨¦ S¨®crates, decidido a poner fin a esta situaci¨®n anacr¨®nica, ha abierto esta semana la campa?a por el s¨ª con un discurso prudente pero firme, m¨¢s pragm¨¢tico que ideol¨®gico, orientado a favorecer el consenso. La oposici¨®n del PSD ha votado a favor del refer¨¦ndum, lo que tambi¨¦n habla a favor de la sensatez de su l¨ªder, Marques Mendes. Juntos, ambos partidos representan a m¨¢s de tres cuartas partes de la poblaci¨®n. El Partido Comunista tambi¨¦n propugna el voto s¨ª. Los sondeos muestran un clima de opini¨®n favorable a la despenalizaci¨®n, aunque la Iglesia ya ha recomendado a sus fieles que voten no. Si los tres grandes partidos se movilizan de verdad, no habr¨¢ excusas para perder otra vez esta batalla. El presidente, Cavaco Silva, un ¨¢rbitro con influencia, que prometi¨® ponerse del lado de los m¨¢s desprotegidos, tendr¨¢ ocasi¨®n de demostrarlo. Las mujeres portuguesas no pueden seguir sometidas a una legislaci¨®n anacr¨®nica, peligrosa y humillante, y Portugal no debe permitirse presidir la Uni¨®n Europea en el segundo semestre de 2007 sin resolver esa injusticia.
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