Los palos ayudan a Bakero que suma su segundo punto

Con un punto y catorce goles en contra en seis jornadas aterrizaba la Real Sociedad en Mallorca. Un pesad¨ªsimo equipaje al que se sumaba tambi¨¦n un ultim¨¢tum sobre el entrenador, Jos¨¦ Mari Bakero, y varios kilos de desconfianza y mal rollo en las maletas de los jugadores.

Consciente de lo que hab¨ªa en juego, Bakero encar¨® el partido con el ¨²nico objetivo de evitar la en¨¦sima derrota. La Real comenz¨® con las l¨ªneas juntas, defendiendo muy arriba. Al Mallorca no se le escapaba que ten¨ªa ante s¨ª la oportunidad de machacar a un rival directo y de firmar uno de sus mejores inicios ligueros de los ¨²ltimos ocho a?os. El equipo balear tom¨® el mando y trat¨® de asumir la complicada misi¨®n de buscar espacios para sus hombres en punta. Pero, en este empe?o, Arango, Trist¨¢n y compa?¨ªa tan solo lograron crear peligro con disparos lejanos. Los de Manzano se perd¨ªan una y otra vez en la telara?a rival, lentos e incapaces de profundizar. Por su parte, los donostiarras, entregados al cien por cien a las tareas defensivas, apenas pisaron el ¨¢rea contraria durante el primer tiempo, pero se fueron a los vestuarios con el marcador a cero y la moral alta.

El Mallorca movi¨® sus posiciones y resitu¨® como segundo delantero al argentino Pisculichi, hasta entonces desapercibido en la izquierda. La banda la ocup¨® Arango. Pero el gui¨®n de la primera parte se repiti¨® a¨²n a pesar de las aportaciones en vertical del serbio Jankovic. La ansiedad de los locales por dar con el gol y la defensa panza arriba de la Real convirtieron el partido en el escenario de encontronazos y entradas a destiempo, algunas de ellas tan duras como la que le vali¨® la expulsi¨®n a Gerardo. El lateral alz¨® la bota hasta la altura de la cabeza de Basinas.

El final fue ag¨®nico para la Real, con un Mallorca alineando a cinco hombres de vocaci¨®n claramente ofensiva. Aunque Kovacevic estuvo a punto de sorprender con un mano a mano, fueron los baleares quienes se quedaron con un mal¨ªsimo sabor de boca, tras enviar hasta tres balones al palo en los ¨²ltimos instantes. Primero fue Trist¨¢n, despu¨¦s de un barullo en el ¨¢rea peque?a, y ya en el descuento repitieron la jugada Jankovic y Jordi L¨®pez. Finalmente, el regreso a Donostia se hizo mucho m¨¢s llevadero para los de Bakero, con el segundo punto de la temporada en el bolsillo y un renovado aunque todav¨ªa escaso margen de confianza.