El paro sube y las elecciones se acercan

La econom¨ªa y la pol¨ªtica parecen haber empujado al Gobierno a poner el freno a la llegada de trabajadores de Rumania y Bulgaria pese a que la llegada de cientos de miles de nuevos europeos del Este desde 2004 ha sido muy positiva para el pa¨ªs. Su saldo con las arcas p¨²blicas es positivo y su impacto econ¨®mico est¨¢ en l¨ªnea con lo que quiere el Gobierno: los salarios han ido a la baja y la productividad al alza. Pero, aunque el crecimiento es bueno y las perspectivas no son malas, el mercado laboral da se?ales de saturaci¨®n y la tasa de paro ha subido del 4,7% al 5,5% en el ¨²ltimo a?o. Incluso la patronal CBI, siempre favorable a la llegada de mano de obra barata, estaba a favor de regular al menos por un tiempo la entrada de b¨²lgaros y rumanos.

Tambi¨¦n hay razones pol¨ªticas detr¨¢s de la decisi¨®n. El Partido Conservador est¨¢ por primera vez en 10 a?os en condiciones de convertirse en una alternativa al laborismo y, aunque las elecciones a¨²n quedan lejos, la inmigraci¨®n es siempre un asunto caliente en las campa?as brit¨¢nicas, y un segundo traspi¨¦ con la llegada masiva de nuevos inmigrantes del Este ser¨ªa noticia dentro de uno o dos a?os, con los comicios ya muy cerca.

Aunque en dos a?os entraron 636.000 (427.000 empleados, 36.000 familiares, 173.000 empleados por cuenta propia) ciudadanos del Este, el Gobierno no sabe cu¨¢ntos viven en el Reino Unido porque se anotan las entradas pero no las salidas. Y se sabe que muchos vienen por unos meses y luego vuelven a su pa¨ªs.

A esos 636.000 de la ampliaci¨®n se han de a?adir 318.330 no comunitarios que se han establecido de forma m¨¢s o menos permanente aunque ya estaban en el pa¨ªs, otros 261.235 han llegado con nuevos permisos de trabajo, acompa?ados de 87.000 dependientes, y unos 123.000 extranjeros han recibido asilo pol¨ªtico. Pero la suma (1,4 millones de emigrantes en dos a?os) llevar¨ªa a enga?o porque muchos ya estaban antes y otros ya no est¨¢n ahora.