El palacio de Altamira abre sus puertas como escuela de dise?o
El edificio del siglo XVIII, reci¨¦n rehabilitado, puede ser visitado hasta el domingo
Tras una rehabilitaci¨®n que ha durado -entre tr¨¢mites y obras- m¨¢s de dos a?os, el palacio de Altamira luce ya la cara que le dio el arquitecto Ventura Rodr¨ªguez hace m¨¢s de 200. Eso s¨ª, remozada y con algunos toques de modernidad. El pr¨®ximo 6 de noviembre el edificio, en la calle de la Flor Alta, 8 (Centro), abrir¨¢ sus puertas a los 800 alumnos del Instituto Europeo de Dise?o, que ha trasladado all¨ª su sede y que ha gastado 12 millones en comprar, rehabilitar y equipar el palacio.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y el embajador italiano, Pasquale Terracciano, inauguraron ayer la nueva escuela, que impartir¨¢ carreras como Moda, Dise?o Industrial, Dise?o de Interiores, Artes Visuales (cartel gr¨¢fico, v¨ªdeo, publicidad) o Complementos. Hasta el domingo los madrile?os podr¨¢n visitar sus salas, y despu¨¦s tendr¨¢n acceso, gratis, a conferencias, exposiciones y a la biblioteca. El resto ser¨¢ de uso privado del instituto hasta que, en 2034, el inmueble pase a manos municipales.
El propietario es privado, pero la biblioteca y el auditorio ser¨¢n de uso p¨²blico
El palacio de Altamira, proyectado por Ventura Rodr¨ªguez en 1772, fue residencia de los condes de Altamira y marqueses de Legan¨¦s, una de las principales familias de coleccionistas de arte de la ¨¦poca. Declarado monumento hist¨®rico-art¨ªstico en 1977 y abandonado despu¨¦s por las administraciones durante a?os, el Instituto Europeo de Dise?o (IED) se lo compr¨® a Caja Madrid en marzo de 2003 por 4,2 millones. Lo hizo ante la indiferencia del Ayuntamiento -entonces dirigido por Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano-, que renunci¨® a pujar por ¨¦l.
El problema se le present¨® al IED cuando se dispuso a trasladar all¨ª su sede. El gobierno de Ruiz-Gallard¨®n le advirti¨® de que, aunque la propiedad fuese ya privada, el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de la ciudad establec¨ªa que ese edificio deb¨ªa tener uso p¨²blico. Por otro lado, la Concejal¨ªa de Urbanismo quer¨ªa rehabilitar el palacio como parte de su plan de revitalizaci¨®n del centro urbano, pero no estaba dispuesta a poner dinero, y adem¨¢s no ten¨ªa la propiedad.
As¨ª que el instituto y el Ayuntamiento llegaron en 2004 a un acuerdo: el IED se har¨ªa cargo de la rehabilitaci¨®n del edificio, la pagar¨ªa de su bolsillo y ubicar¨ªa all¨ª su sede. Pero s¨®lo durante 30 a?os: en 2034 el palacio volver¨¢ a ser municipal. Adem¨¢s, hasta ese momento el IED tendr¨¢ que reservar una parte del inmueble -que ocupa una superficie de 1.344 metros cuadrados- a uso p¨²blico: hay un aula magna para exposiciones y conferencias, una biblioteca de libre acceso que pretende ser "la m¨¢s importante de Espa?a especializada en dise?o" y un programa de visitas.
Esos espacios p¨²blicos podr¨¢n utilizarse a partir del 6 de noviembre, aunque antes -desde hoy y hasta el domingo- los madrile?os que se acerquen a la calle de la Flor Alta podr¨¢n tambi¨¦n pasear por las salas del palacio de Altamira que despu¨¦s ocupar¨¢n los estudiantes.
El Instituto Europeo de Dise?o, nacido en Mil¨¢n en 1966, es, seg¨²n sus responsables, el "centro de referencia internacional en el sector docente y cultural del dise?o". Tiene varias sedes en Italia, las de Madrid y Barcelona en Espa?a, y en S?o Paulo (Brasil). Un millar de alumnos de 30 pa¨ªses distintos estudian alguno de sus cursos cada a?o. La anterior sede, sita en la calle de Larra desde hace una d¨¦cada, queda ahora para la realizaci¨®n de los masters; las diplomaturas se impartir¨¢n en el palacio de Altamira.
Los celos de Carlos IV
Ventura Rodr¨ªguez lo dise?¨®, pero s¨®lo lleg¨® a construir una cuarta parte de su gigantesco proyecto de palacio para los condes de Altamira: el ala oeste. Un siglo m¨¢s tarde, en 1887, el arquitecto Mariano Belm¨¢s hizo algunos remates. Pero el gran palacio proyectado nunca lleg¨® a ser tal.
"Se cuenta que el rey Carlos IV paraliz¨® las obras de Ventura Rodr¨ªguez por celos, porque tem¨ªa que el imponente edificio rivalizara en belleza con el Palacio Real", explic¨® Gabriel Allende, arquitecto encargado de la rehabilitaci¨®n, cuando ¨¦sta fue anunciada hace dos a?os.
Allende se encontr¨® un panorama desolador el primer d¨ªa que pis¨® el inmueble de la calle Flor Alta. "De los elementos originales s¨®lo quedaban las fachadas, dos salas de columnas y dos o tres techos. El resto estaba arrasado. No hab¨ªa ni suelos", cuenta. As¨ª que los elementos originales fueron respetados y restaurados, y el resto, rehabilitado con un estilo "neutro".
Pero, ?por qu¨¦ estaba tan deteriorado el imponente Palacio de Altamira? "Pas¨® a?os olvidado. En los ochenta el alcalde Enrique Tierno Galv¨¢n pens¨® en ¨¦l como sede de bodas civiles, pero el proyecto se desech¨®. Despu¨¦s alguien logr¨® incre¨ªblemente la licencia para poner en los bajos un bar hawaiano, que m¨¢s tarde se cerr¨®", recuerda Allende. El convenio firmado en 2004 por el Ayuntamiento y el Instituto Europeo de Dise?o admite que "la historia reciente de este inmueble" lo aboc¨® a una situaci¨®n de "descuido y abandono".
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