Regeneracionismo
El anuncio efectuado el lunes por el PSOE de que expulsar¨¢ de sus filas a aquellos cargos p¨²blicos y militantes sobre los que pesen "indicios racionales" de corrupci¨®n constituye una propuesta de gran relevancia cuyo alcance merece la pena analizar. De llevarse a la pr¨¢ctica tendr¨ªa primero, obviamente, efectos internos. Tambi¨¦n y de manera inmediata, consecuencias para el resto de formaciones pol¨ªticas por comparaci¨®n con su conducta en este tema. Pero sobre todo, lo m¨¢s importante, es que podr¨ªa constituir el principio de una serie de cambios de formidable calado en la vida ciudadana, pol¨ªtica y econ¨®mica.
Vayamos por partes. ?Es veros¨ªmil el anuncio efectuado por el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco? ?Est¨¢ ahora dispuesto el PSOE a atajar de ra¨ªz la gangrena que llev¨® a Felipe Gonz¨¢lez a la oposici¨®n? En principio cabe pensar que s¨ª. No s¨®lo porque haya tomado la iniciativa, sino porque con la fulminante salida de las tropas de Irak y con la apertura del di¨¢logo con ETA, este gobierno ha demostrado que tiene enormes dosis de valent¨ªa pol¨ªtica para enfrentarse a los grandes problemas del pa¨ªs. Adem¨¢s, jam¨¢s la direcci¨®n del PSOE ha tenido las manos tan libres como ahora, ante los distintos grupos o dirigentes locales para evitar apa?os o componendas. La r¨¢pida expulsi¨®n del alcalde de Ciempozuelos es un buen indicio de que, esta vez, el anuncio puede ir en serio.
?C¨®mo va a reaccionar la oposici¨®n? Los socialistas han instado al PP a que saque de sus filas a aquellos que tengan una conducta dudosa. El presidente del PP, Mariano Rajoy, adelantaba la respuesta el domingo al asegurar en un mitin que los socialistas primero crean l¨ªos y luego piden pactos y afirmar que el ¨²nico pacto v¨¢lido contra la corrupci¨®n urban¨ªstica es que los corruptos dejen de robar y act¨²en la polic¨ªa y los jueces. En la Comunidad Valenciana, la polic¨ªa y los jueces est¨¢n actuando en los procedimientos abiertos al presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, Carlos Fabra; al alcalde de Alicante, Luis D¨ªaz Alperi; al alcalde de Orihuela, Jos¨¦ Manuel Medina; y al alcalde de Torrevieja, Pedro ?ngel Hern¨¢ndez Mateo, todos del PP. Sin embargo, no parece que ni Rajoy ni el presidente del PP valenciano, Francisco Camps, est¨¦n por la labor de apartarlos de la vida p¨²blica. ?Podr¨ªan hacerlo? Evidentemente s¨ª, pero no sin enormes costes dom¨¦sticos. Las divisiones internas que sufre el PP, sobre todo en la Comunidad Valenciana, obligan a Rajoy y a Camps a retorcidos equilibrios internos que se traducen en enormes dosis de tolerancia ante quienes les apoyan en la pugna intrapartidaria. De ah¨ª que la respuesta del PP a lo largo de los pr¨®ximos meses, previsiblemente estar¨¢ m¨¢s pr¨®xima a la demagogia que a cualquier atisbo de debate pol¨ªtico. De momento, Rajoy ha realizado ya una aproximaci¨®n al tema de Marbella en id¨¦ntica l¨ªnea que el mism¨ªsimo Vladimir Putin con su intento de deslegitimar al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Probablemente sea porque la nueva arrogancia rusa tenga m¨¢s de un parecido con la vieja arrogancia del partido de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Unos y otros practican el "impresionismo informativo" del que a prop¨®sito de los dirigentes del Kremlin hablaba Pilar Bonet (EL PA?S 5/6/2006). Un impresionismo que consiste en sustituir la rendici¨®n de cuentas al ciudadano por el intento de despistarlo mediante unas cuantas pinceladas de la realidad.
El anuncio del lunes coincide con otras propuestas en la misma direcci¨®n, como la realizada la semana pasada por el l¨ªder del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, de hacer p¨²blicas sus declaraciones de intereses y de patrimonio y emplazar a los dirigentes del PP a seguir su ejemplo. Pla respond¨ªa a un reto de Camps, pero el PP no ha mantenido el envite.
De momento es pronto para afirmarlo con rotundidad, pero todas estas iniciativas permiten vislumbrar que la direcci¨®n socialista est¨¢ dispuesta a abrir un per¨ªodo de regeneracionismo pol¨ªtico. De ser as¨ª y de mantenerse firmes frente a los poderosos intereses de los corruptos, sus consecuencias se har¨¢n notar no s¨®lo en el desbocado urbanismo o en el maltrecho medioambiente, sino tambi¨¦n en el modelo de desarrollo y en la calidad de la democracia. La cuesti¨®n no es que en todas partes haya corruptos, sino c¨®mo enfrentarse a ellos.
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