Lula y Alckmin buscan a la clase media
El voto de uno de los sectores m¨¢s castigados de Brasil, decisivo en las presidenciales de ma?ana
Sesenta millones de brasile?os han centrado la atenci¨®n de los candidatos que ma?ana se medir¨¢n en las urnas para dirimir qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente de Brasil. Tanto Luiz In¨¢cio Lula da Silva como Geraldo Alckmin han dejado a un lado a sus electores naturales, los trabajadores, en el caso del primero, y la burgues¨ªa acomodada en el del segundo, y han puesto el foco en la ¨²ltima semana sobre uno de los sectores m¨¢s castigados desde hace d¨¦cadas en Brasil: la clase media, que en la primera vuelta se revel¨® como la gran reserva de votos que pueden influir decisivamente en los resultados.
Para la segunda vuelta, el presidente, Lula, ha tenido que batirse a fondo ante un sector social que s¨®lo durante el primer a?o de su mandato fue golpeado m¨¢s duramente que en el peor a?o -1999, debido a la devaluaci¨®n del real- de su antecesor, el socialdem¨®crata Fernando Henrique Cardoso. Desde 1870, cuando comenzaron a elaborarse estad¨ªsticas, jam¨¢s se hab¨ªa producido un retroceso tan fuerte de la clase media, pero el dato no es s¨®lo achacable a la gesti¨®n del Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). De hecho, entre los a?os 1980 y 2000, unos 10 millones de personas perdieron la consideraci¨®n de clase media.
La subida de impuestos asfixia a 60 millones de brasile?os que ganan de 195 a 780 euros al mes
Seg¨²n el ex ministro de Comunicaciones y ex director del Banco Nacional de Desarrollo Luiz Carlos Mendo?a de Barros, las pol¨ªticas sociales de Lula han dejado sentir sus efectos beneficiosos sobre todo en los brasile?os con los sueldos m¨¢s bajos, quienes apoyar¨¢n ma?ana mayoritariamente la reelecci¨®n del presidente. Pero este porcentaje descender¨¢ a medida que los salarios sean m¨¢s altos, ya que la clase media, casi una tercera parte de los cerca de 188 millones de brasile?os, ha perdido poder adquisitivo en los ¨²ltimos a?os. "Los impuestos subir¨¢n durante el mandato de Lula, tal y como ya lo muestran las estad¨ªsticas", augura el ex ministro.
Y aunque la imagen exterior de Brasil combine la masiva pobreza de las favelas con el lujo desmedido -es el segundo pa¨ªs del mundo en n¨²mero de helic¨®pteros privados-, lo cierto es que el segmento de poblaci¨®n cuyos ingresos oscilan entre los 195 y los 780 euros mensuales constituye el verdadero motor econ¨®mico del pa¨ªs. Lula ha prometido mejoras en vivienda y educaci¨®n, dos puntos en los que es palpable la brecha con la poblaci¨®n m¨¢s acomodada.
"Brasil ha asistido en los ¨²ltimos a?os al nacimiento de una nueva clase media con alto esp¨ªritu emprendedor, una clase media moderna con ganas de crecer y producir. En caso de ser reelegido, voy a dirigir una atenci¨®n muy especial a este sector", subray¨® el presidente en un mitin esta semana.
Pero la clase media brasile?a se siente asfixiada con unos sueldos que no aumentan al ritmo de los impuestos. "No existe otro pa¨ªs del mundo con la renta per c¨¢pita de Brasil que tenga una carga impositiva tan grande", subraya Alexandre Mendo?a, profesor de la Escuela de Econom¨ªa de S?o Paulo de la Fundaci¨®n Getulio Vargas (FGV), quien revela que durante el Gobierno del PT, los impuestos se han elevado del 35% al 38%.
"La clase media siente eso en su vida cotidiana, ya sea en la subida de los impuestos como en el bajo crecimiento de las oportunidades de trabajo, que son consecuencia del peque?o dinamismo de la econom¨ªa", dice Mendo?a. El equipo de Lula mantiene justo la teor¨ªa contraria, y subraya que el control de la inflaci¨®n, la generaci¨®n de 6,4 millones de puestos de trabajo y la ca¨ªda de la tasa de paro por debajo del 10% han logrado frenar la p¨¦rdida de poder adquisitivo de una clase muy castigada y vital para la estabilidad del pa¨ªs.
Si en teor¨ªa se siente castigada, ?por qu¨¦ las encuestas se?alan que la clase media votar¨¢ ma?ana abrumadoramente a Lula? El l¨ªder del PT ha optado en la segunda vuelta por presentarse ante ella como el mal menor. Lula ha advertido en casi todas sus intervenciones de los males que aquejar¨¢n a la econom¨ªa si los socialdem¨®cratas vuelven al poder, destacando las dos quiebras sufridas por el sistema financiero en a?os anteriores, as¨ª como la pol¨ªtica de privatizaciones, que la opini¨®n p¨²blica percibe como una p¨¦rdida de soberan¨ªa nacional.
"La campa?a del PT ha tenido un enorme ¨¦xito en presentar al neoliberal Alckmin como un demonio m¨¢s peligroso que el traidor Lula", opina Luiz Carlos Mendo?a de Barros. Anoche, el equipo del socialdem¨®crata pon¨ªa todas sus esperanzas en el ¨²ltimo debate televisado, programado anoche (madrugada espa?ola). "Veo dif¨ªcil que Alckmin pueda recuperar a estos electores", a?ade el ex ministro.
La televisi¨®n, la ¨²ltima tribuna
Veinticuatro puntos -que en Brasil se traducen en 24 millones de votos- es la distancia que ayer separaba en las encuestas a Luiz In¨¢cio Lula da Silva de Geraldo Alckmin. Con esta perspectiva, ambos candidatos se dispon¨ªan a acudir anoche (madrugada del viernes al s¨¢bado en Espa?a) al ¨²ltimo e inusual debate televisado antes de las votaciones que se celebrar¨¢n ma?ana.
Inusual porque oficialmente la campa?a electoral est¨¢ cerrada desde la noche del jueves. Sin embargo, eso ya no es importante en un pa¨ªs donde la alta tecnolog¨ªa ha irrumpido en el proceso electoral con la urna electr¨®nica y los estudios de televisi¨®n como principales protagonistas.
La cadena de televisi¨®n O Globo, la m¨¢s importante del pa¨ªs, ha sido elegida como la ¨²ltima tribuna desde la que los dos candidatos a la segunda vuelta de las presidenciales se dirigir¨¢n a los electores.
Y aunque la distancia en los sondeos entre el ex sindicalista y tornero y el ex gobernador de S?o Paulo es considerable -62% de los votos para Lula, 38% para Alckmin-, anoche en R¨ªo de Janeiro, sede de la cadena, los equipos electorales de ambos contendientes eran conscientes de que varios millones de votos pod¨ªan a¨²n cambiar de signo en cuesti¨®n de una hora y media.
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