S¨ª, se?or Pujol: los puntos sobre las ¨ªes
El ex presidente Pujol publicaba el 25 de octubre un art¨ªculo en las p¨¢ginas de La Vanguardia en el cual quer¨ªa poner, seg¨²n su criterio, los puntos sobre las ¨ªes de algunas de las cosas que se est¨¢n diciendo a prop¨®sito de la campa?a de Converg¨¨ncia i Uni¨® y de su candidato. Yo habr¨ªa deseado publicar esta r¨¦plica en aquellas p¨¢ginas.
En primer lugar, me declaro sorprendido por esta aparici¨®n de Jordi Pujol en la campa?a porque la desmesura del ataque que se expresa en ella ayuda a poner de manifiesto la medida del error que quiere defender. Sin embargo, aceptando el juego que propone Jordi Pujol, tal vez fuera bueno poner unos cuantos puntos sobre unas cuantas ¨ªes, a ra¨ªz de las afirmaciones del presidente de CDC, a la campa?a de CiU y sobre todo a la conducta de la coalici¨®n nacionalista conservadora durante estos tres a?os.
El objetivo del DVD es destruir. ?D¨®nde queda aquel "construir es m¨¢s importante que destruir" de Pujol?
Es presidente de la Generalitat quien en el Parlament consigue m¨¢s apoyo para serlo
Empecemos por la ¨²ltima cuesti¨®n, la actitud de CiU en esta legislatura. CiU no ha aceptado los resultados de las urnas de noviembre de 2003. Desde el primer momento ha negado la legitimidad del Gobierno surgido a partir de la investidura de Pasqual Maragall con los votos de 74 diputados del Parlament. Una legitimidad que incluso ahora pone en duda Artur Mas cuando pretende confundir a la ciudadan¨ªa. Dej¨¦moslo claro de una vez: es presidente de la Generalitat quien en el Parlament consigue m¨¢s apoyo para serlo. Quien no admite esto no respeta las instituciones de autogobierno de Catalu?a.
En diciembre de 2003, la respiraci¨®n de los dirigentes de CiU era la de un sentimiento de traici¨®n y una usurpaci¨®n por parte de los partidos que constituyeron el Gobierno catalanista y de izquierdas.
Es curiosa la coincidencia entre los ataques de CiU y del PP tras las respectivas derrotas. Tambi¨¦n a los dirigentes del PP les pareci¨® -y a¨²n les parece- que les hab¨ªan quitado el poder de manera ileg¨ªtima. Tambi¨¦n han presentado el acceso del PSOE como una operaci¨®n urdida por manos sin rostro. Igual que hace el DVD de Mad¨ª y de Mas cuando habla del acuerdo que tres fuerzas pol¨ªticas democr¨¢ticas firmaron en el Sal¨® del Tinell para gobernar Catalu?a.
Pero volvamos a nuestro objetivo y ayudemos a Jordi Pujol a poner los puntos sobre las ¨ªes.
1. ?C¨®mo, si no con grandes dosis de rigor y seriedad, ha sido posible la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto? ?No es un hito hist¨®rico alcanzado con ambici¨®n y constancia? Quien con toda seguridad no puede erigirse ahora en paradigma de rigor son los representantes de anteriores gobiernos de CiU. Record¨¦moslo: cuando el Gobierno catalanista y de izquierdas tom¨® posesi¨®n, el d¨¦ficit de la Generalitat era de 1.264 millones de euros, y en 2005 se redujo a 250 millones. ?No es rigor esto? Y acordar la construcci¨®n de ocho nuevos centros penitenciarios, por ejemplo, cuando no se hab¨ªa construido ninguno pese a la creciente poblaci¨®n penitenciaria, ?no es una fehaciente demostraci¨®n de la seriedad que CiU fue incapaz de practicar en 15 a?os? Y el Pacto Nacional por la Educaci¨®n, ?no es una muestra absoluta de rigor y responsabilidad en una cuesti¨®n clave que los gobiernos de CiU no supieron afrontar?
2. Respecto a la credibilidad, el Gobierno de izquierdas y catalanista ha cumplido m¨¢s del 80% de lo que recog¨ªa el Pacto del Tinell. Quiz¨¢ lo m¨¢s importante es la enorme cantidad de resultados concretos, de pol¨ªticas de cambio iniciadas, de nuevos h¨¢bitos adquiridos, de nuevos y mejores criterios de relaci¨®n con la sociedad y los ciudadanos.
Quienes a buen seguro no pueden hablar de credibilidad son aquellos que, contrariamente a lo que proclamaban, se han aliado con la derecha m¨¢s cavern¨ªcola de Europa siempre que han tenido ocasi¨®n. En 1996 dijeron que le plantar¨ªan cara e hicieron a Aznar presidente del Gobierno. En 2000, con mayor¨ªa absoluta del PP y despu¨¦s de haber afirmado que las "escenas de sof¨¢ en el Majestic" se hab¨ªan acabado, volvieron a hacerlo. En Catalu?a su comportamiento no ha sido diferente: en 1999 el mismo Pujol pact¨® no tocar ni una coma al Estatuto de 1979 a cambio de los votos del PP para hacerlo presidente. ?O tenemos que recordar que CiU se trag¨® el trasvase del Ebro para mantener el apoyo del PP? Es esta serie de recuerdos lo que les ha obligado a ir al notario, tal como hizo Berlusconi en 2001. ?De qu¨¦ credibilidad nos habla?
3. Quien ciertamente tampoco puede ser culpado de haber enrarecido las relaciones entre Catalu?a y Espa?a es el actual Gobierno. ?Es que habr¨ªa sido mejor no afrontar el reto apasionante de redactar y aprobar un nuevo Estatuto para Catalu?a? ?Habr¨ªa sido mejor no asumir los riesgos que eso implicaba, tal como hizo CiU cuando estaba en el Gobierno? Todo el ruido que ha sobrevenido a lo largo de este proceso tiene un origen evidente: el Gobierno presidido por Pasqual Maragall ha sido m¨¢s coherente y ambicioso en su propuesta, tanto para Catalu?a como para el conjunto de Espa?a, y es eso lo que ha incomodado a determinados sectores en Madrid, acostumbrados, y acomodados, a la actitud tacticista demasiado tiempo mantenida por los gobiernos de CiU.
Adem¨¢s, hay que decir que el patrimonio del intento de enturbiar la relaci¨®n entre Catalu?a y el Estado pertenece en exclusiva a la parte m¨¢s oscura de la derecha espa?ola, que ha querido utilizar las aspiraciones del pueblo catal¨¢n en su guerra sucia contra Zapatero. Que ahora CiU quiera utilizar contra el Gobierno catal¨¢n el ruido que la derecha ultramontana ha provocado en el proceso de aprobaci¨®n del Estatuto nos hace dudar de su patriotismo.
4. Pujol tambi¨¦n reprocha a los socialistas catalanes su estilo, que califica de lleno de calumnias y falsedades. Conviene recordar, a prop¨®sito de este reproche, que CiU nunca ha condenado las campa?as difamatorias contra Maragall, sino que m¨¢s bien las ha reforzado con m¨²ltiples insinuaciones. Y en algunas fases de especial confrontaci¨®n entre socialistas y convergentes, estas campa?as, curiosamente, se han reavivado de manera particularmente cruda. Los socialistas catalanes nunca hemos ca¨ªdo en estos extremos de ataque personal.
5. Hablemos ahora del famoso DVD. Contrariamente a lo que hace Pujol, no se puede obviar que este audiovisual recoge fragmentos cuidadosamente recortados, seleccionados y enmarcados en una atm¨®sfera t¨¦trica y burdamente manipulada. De hecho, este producto encaja en el estilo de las campa?as negativas estadounidenses, consistentes en la destrucci¨®n del adversario y no en la propuesta propia. El objetivo expl¨ªcito de todo el DVD es la destrucci¨®n pol¨ªtica del PSC y de sus m¨¢ximos representantes. ?D¨®nde queda, pues, aquel "construir es m¨¢s importante que destruir" del que presume Pujol?
Adem¨¢s, defender el DVD diciendo que se ha hecho "sin mentir y sin calumniar" es una clamorosa falta a la verdad. ?No es mentir afirmar que no se han hecho grandes infraestructuras cuando se han invertido m¨¢s de 1.100 millones de euros en el canal Segarra-Garrigues, cuando la autov¨ªa Ma?anet-Platja d'Aro est¨¢ en construcci¨®n, igual que la autov¨ªa Vic-Ripoll, y cuando est¨¢ a punto de iniciarse la construcci¨®n de la autov¨ªa Reus-Alcover? ?No es mentir sostener que se han parado las obras del t¨²nel de Bracons cuando est¨¢ casi acabado y a punto de licitarse el tramo entre el t¨²nel y la Vall d'en Bas? ?No es mentir decir que Catalu?a ha perdido prestigio internacional cuando el catal¨¢n ha sido reconocido en las instituciones europeas, cuando consejeros del Gobierno de la Generalitat han participado en el Consejo de Ministros de la Uni¨®n Europea y cuando la cultura catalana ha sido invitada de honor en la Feria del Libro de Guadalajara y Catalu?a ser¨¢ pa¨ªs de referencia en la de Francfort?
6. Pujol se confunde cuando nos acusa de atribuir arrogancia al candidato de CiU; no somos s¨®lo los socialistas quienes lo decimos, todo el mundo coincide, tal como se puso de manifiesto en el debate de TV-3 y como proclaman todas las encuestas. Adem¨¢s, se muestra arrogante desde el momento en que se presenta bajo el lema de gobernar bien. ?Pretende hacerlo tan bien como cuando dej¨® nuestro sistema sanitario en la ruina, una red escolar deficiente para acoger a nuestros hijos e hijas, al tiempo que generaba el enorme d¨¦ficit que encontramos al acceder al Gobierno?
7. "Hacer es m¨¢s importante que deshacer, sumar m¨¢s importante que restar, construir m¨¢s importante que destruir", dice Pujol que es el lema de CiU. Creo que podemos compartir plenamente esta m¨¢xima, aun cuando la actual direcci¨®n de CiU no lo hace. Y no lo hace porque demuestra una voluntad terriblemente destructiva con todo aquello que ha impulsado el actual Gobierno. Tampoco lo hace cuando se dedica a dividir al pueblo de Catalu?a con la antigua cantinela de los buenos y los malos catalanes. ?Qui¨¦n ha hecho m¨¢s para que Catalu?a sea "un solo pueblo"? ?Es admisible que Artur Mas pretenda apropiarse tambi¨¦n de este concepto, fruto del esfuerzo de todos desde la etapa de la lucha por la democracia? ?Hay que recordar qui¨¦n llen¨® el paseo de Gr¨¤cia el 11 de septiembre de 1977?
La direcci¨®n de CiU, obligada a abandonar el refugio tradicional del victimismo como eje de su discurso, ha llevado a la formaci¨®n a descararse, a mostrarse como lo que ha sido siempre: la derecha catalana. Y lo est¨¢ haciendo en la l¨ªnea m¨¢s dura, con las recetas del manual neocon y ultraliberal inspiradas por un ilustre (?) profesor de Columbia. As¨ª lo demuestran sus propuestas en pol¨ªticas sociales: desentenderse de la cuesti¨®n por la v¨ªa del cheque y despreciar los servicios p¨²blicos. "Mercado, cheques y reducci¨®n de impuestos a los m¨¢s ricos": ¨¦ste es el aut¨¦ntico lema de la CiU. Esta pol¨ªtica s¨ª tendr¨ªa efectos devastadores en la cohesi¨®n social y la uni¨®n del pueblo catal¨¢n. Por contra, los socialistas defendemos los derechos de la ciudadan¨ªa, los servicios p¨²blicos de calidad y la inversi¨®n en bienes perdurables (guarder¨ªas, centros de atenci¨®n primaria, hospitales).
En estos tres a?os se han abierto nuevos caminos en la pol¨ªtica catalana. Son los caminos de la alternancia democr¨¢tica, del catalanismo como cultura c¨ªvica compartida, de la Catalu?a social, del nuevo Estatuto como el instrumento m¨¢s potente que nunca hemos tenido para autogobernarnos, de la Espa?a plural como proyecto necesario y el de una Europa interiorizada en la gobernaci¨®n de Catalu?a.
Ahora Catalu?a, su ciudadan¨ªa, tiene que decidir si seguimos los caminos abiertos, con una Generalitat presidida por Jos¨¦ Montilla, o hemos de volver atr¨¢s. Ser¨¢n las catalanas y los catalanes, se?or Pujol, quienes pondr¨¢n definitivamente los puntos sobre las ¨ªes.
Ernest Maragall es candidato en las listas del PSC y ex secretario del Gobierno de la Generalitat.
S¨ªntesis del art¨ªculo del ex presidente
El ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se despach¨® hace unos d¨ªas contra las cr¨ªticas que ha recibido la campa?a electoral de Converg¨¨ncia (con el DVD cr¨ªtico con el Gobierno tripartito como protagonista) y las acusaciones de "prepotente" a Artur Mas. En un art¨ªculo publicado por La Vanguardia el 25 de octubre, titulado Poner los puntos sobre las ¨ªes, Pujol destaca que el PSC no es el m¨¢s indicado para hablar de "rigor". "Mal puede hablar Montilla -y el PSC- de rigor y seriedad cuando ha sido el miembro m¨¢s importante del tripartito, el cual se ha caracterizado por confusi¨®n, constante contradicci¨®n, frivolidad, inoperancia, incluso a veces ridiculez". Otros argumentos que esgrime contra el PSC sostienen que "han descabezado al propio presidente del partido y de Catalu?a", en referencia a Pasqual Maragall.
Pujol tambi¨¦n critica que los socialistas hayan reclamado fair play en la campa?a, ya que los considera "inventores del acoso y derribo" y de "tantas acusaciones falsas y malintencionadas, durante 25 a?os, que han terminado en nada pero que han emponzo?ado el ambiente". Respecto al DVD, precisa que no recoge m¨¢s que "frases, hechos y gestos de los protagonistas del tripartito" y niega la "supuesta arrogancia" de Mas. "Lo que sucede es que Mas tiene car¨¢cter", apunta, y concluye se?alando que nadie debe temer "la supuesta agresividad" de CiU.
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