Perspectivas
Hay que presumir, tras el acuerdo logrado entre PSOE y PP, que el pr¨®ximo d¨ªa 2 el Congreso de los Diputados aprobar¨¢ por unanimidad el proyecto de reforma del Estatuto para Andaluc¨ªa. Es una novedad. No ya la aprobaci¨®n que viene sino el hecho que se alcance por acuerdo con el partido mayoritario de la oposici¨®n que, si en algo ha destacado en estos a?os, ha sido por practicar su pol¨ªtica en soledad. Tambi¨¦n con un dogmatismo que ¨²nicamente se daba en las religiones. Sin embargo, tras este acuerdo, se est¨¢ dando la impresi¨®n por los grupos pol¨ªticos que existen tantos proyectos de estatutos como grupos pol¨ªticos. Algunas voces del PSOE descalifican al PP por cuanto afirman que solo ha hecho aportaciones te¨®ricas de referencias a la indisolubilidad de la naci¨®n espa?ola. El PP, que la realidad nacional de Andaluc¨ªa es menos real, porque ellos est¨¢n aqu¨ª para garantizar la unidad del Estado; y IU, cuya aportaci¨®n a la reforma ha sido tan relevante como lo muestra el hecho de que no era necesario el concurso del PP para alcanzarla, que el PP se quiere apropiar del texto. En fin que pudiera parecer que nos encontramos como al principio; como si se siguiera discutiendo si Andaluc¨ªa es una realidad nacional, una nacionalidad hist¨®rica o una comunidad aut¨®noma. Un planteamiento de separaci¨®n que confunde y que, desde estos puntos de vista parciales, impide ver el consenso que se ha logrado. Impide ver que se ha apostado por un Texto de todos, para todos y por todos; perd¨®n excepto el PA.
Pues, bien, es necesario salir de esta divisi¨®n aparente y es f¨¢cil hacerlo. Tan sencillo como aparcar los distintos puntos de vista y mirar al Estatuto como un todo. No desde la perspectiva interesada de cada grupo pol¨ªtico. Hay que contemplar la realidad. Y as¨ª, al igual que Andaluc¨ªa es realidad hist¨®rica, desde el manifiesto de Antequera y es una nacionalidad hist¨®rica desde la Constituci¨®n, los grupos pol¨ªticos -todos con la excepci¨®n hecha- son los que han dado lugar y han aportado su pensamiento a la reforma estatutaria. Todos se han integrado en el Texto. Unos apostaron por la reforma desde el principio y el PP-A al final. Luego con independencia del momento de incorporaci¨®n, la realidad es que el proyecto es de todos. El Estatuto, pues, pasa a ser indiscutible pol¨ªticamente como base de gobierno en la realidad andaluza, cualquiera que sea el grupo pol¨ªtico que alcance el poder, sin m¨¢s excepci¨®n que el PA que se ha descolgado. Es necesario, en y con esta reforma, dejar de fijarnos en que grupo pol¨ªtico es o ha sido m¨¢s importante. Hay que mirar la reforma como un cuerpo normativo que sale del consenso y de la integraci¨®n, abandonando perspectivas partidistas e interesadas. Adem¨¢s este acuerdo entre PSOE y PP, arroja otras perspectivas. Unas perspectivas francamente interesantes. Y, entre ellas, aquella que da la impresi¨®n que en el PP-A empiezan a dejar atr¨¢s la parte m¨¢s extrema de la derecha. Aquella que nos quiere hacer ver que a Manolote lo mat¨® ETA y que el ¨¢cido b¨®rico adem¨¢s de conservar las gambas sirve para que exploten -habr¨¢ que tener cuidado con el cocedero al que vayamos-. En el fondo unos representantes que rechazan las Instituciones, por cuanto no aceptan sus decisiones en aquellos casos que contradicen sus intereses. En este sentido, y en el art¨ªculo que se public¨® en este mismo diario el pasado d¨ªa 10, dec¨ªa -y me refer¨ªa a Javier Arenas-, que dudaba de su sinceridad cuando mostraba su voluntad de acuerdo; siempre ha actuado m¨¢s cercano al centralismo estatal y subordinado a la direcci¨®n de Madrid. Hoy, tras este acuerdo, empiezo a pensar que es posible que en la derecha empiezan a caminar, con cierto grado de fortaleza, aquellos que no hacen de sus fracasos y de sus sentimientos un dogma para estigmatizar al adversario aunque para ello tengan que destruir la credibilidad de las instituciones.
Este consenso que se ha logrado para la reforma del Estatuto, al que se incorpora el PP-A y Javier Arenas como partes destacadas, es importante para Andaluc¨ªa por lo que representa de autonom¨ªa pol¨ªtica. Tambi¨¦n es importante para avanzar democr¨¢ticamente.
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