200.000 prisioneros en el 'gulag'
Un informe acusa al r¨¦gimen estalinista de Kim Jong-il de cometer cr¨ªmenes contra la humanidad entre su propio pueblo
M¨¢s de 400.000 personas han muerto en las prisiones norcoreanas en los ¨²ltimos 30 a?os, seg¨²n un informe hecho p¨²blico el lunes pasado, encargado por el ex presidente checo V¨¢clav Havel, el ex primer ministro noruego Kjell Magne Bondevik, y el superviviente del Holocausto y premio Nobel de la Paz en 1986, Eli Wiesel. El documento, que acusa al r¨¦gimen estalinista de Kim Jong-il de haber cometido "cr¨ªmenes contra la humanidad" sobre su propio pueblo, describe el trato brutal que el Gobierno otorga a su gente, que incluye desde la tortura y las palizas a mujeres embarazadas para que aborten al secuestro y la ejecuci¨®n de prisioneros pol¨ªticos.
La denuncia sigue a la efectuada la semana pasada por el encargado especial de la ONU para los derechos humanos en Corea del Norte, Vitit Muntarbhorn, quien asegura que los discapacitados son enviados fuera de la capital (Pyongyang) a campos especiales, donde son clasificados seg¨²n su minusval¨ªa y sometidos a "condiciones infrahumanas".
"Est¨¢ claro que Kim Jong-il y el Gobierno norcoreano est¨¢n cometiendo cr¨ªmenes contra la humanidad de forma activa", dicen Havel, Bondevik y Wiesel en la carta de presentaci¨®n del informe, que ha sido elaborado por la organizaci¨®n no gubernamental Comit¨¦ Estadounidense para los Derechos Humanos en Corea del Norte y la firma de abogados DLA Piper. Los tres signatarios afirman que el Consejo de Seguridad de la ONU deber¨ªa adoptar inicialmente "una resoluci¨®n no de castigo sobre la situaci¨®n en Corea del Norte, de acuerdo con su autoridad bajo el Cap¨ªtulo VI de la Carta de Naciones Unidas". ?sta deber¨ªa pedir el acceso libre al pa¨ªs de los trabajadores humanitarios, la liberaci¨®n de todos los prisioneros pol¨ªticos y la admisi¨®n de los investigadores de derechos humanos de la ONU. Si el Norte no accede, el consejo "deber¨ªa considerar adoptar una resoluci¨®n vinculante bajo el cap¨ªtulo VII", que contempla sanciones econ¨®micas y diplom¨¢ticas, e incluso militares.
"Aunque la atenci¨®n internacional en las ¨²ltimas semanas se ha centrado en la prueba nuclear en Corea del Norte, la situaci¨®n en ese pa¨ªs es uno de los desastres humanitarios y de derechos humanos m¨¢s flagrantes del mundo hoy d¨ªa", dicen los tres.
El documento, que se basa en buena parte en informaciones ya conocidas, afirma que Pyongyang tiene encarceladas a m¨¢s de 200.000 personas en el gulag -nombre con el que eran conocidos los campos de trabajos forzados en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica-, y que m¨¢s del doble han muerto en los ¨²ltimos 30 a?os en su red de prisiones. Tambi¨¦n describe c¨®mo los presos son alimentados con raciones m¨ªseras, golpeados hasta que los globos oculares se les salen de las cuencas y encerrados durante meses en celdas solitarias en las que no se pueden poner de pie.
El informe de Muntarbhorn cita relatos de refugiados huidos de Corea del Norte que aseguran que los discapacitados mentales son internados en campos conocidos como Sala 49. Existen otros para personas afectadas de enanismo, a las que no se les permite tener hijos, y los minusv¨¢lidos son llevados a campos en los que se les clasifica seg¨²n su problema f¨ªsico. Muntarbhorn, de nacionalidad tailandesa, a?ade que no s¨®lo quienes se oponen al Gobierno son castigados, sino tambi¨¦n sus familiares, y recoge que en Corea del Norte es ilegal escuchar emisoras de radio extranjeras y poseer un ordenador sin permiso.
El hecho de que Pyongyang segrega a sus minusv¨¢lidos fue revelado el a?o pasado por el Instituto de Corea para la Unificaci¨®n Nacional, organismo dependiente del Gobierno de Se¨²l.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.