CiU rompe la hegemon¨ªa socialista en la capital catalana

Los cambios en el Parlamento de Catalu?a surgido ayer de las urnas se fraguaron en la provincia de Barcelona: CiU se convirti¨® en la fuerza m¨¢s votada y pas¨® de 25 a 27 diputados. Los dos que suma a los que obtuvo en total en 2003. Y lo hizo en la provincia y en la propia ciudad de Barcelona, donde los socialistas hab¨ªan sido hegem¨®nicos.

El PSC ha retrocedido de modo espectacular: pierde m¨¢s de 200.000 sufragios y, con ellos, cuatro diputados. Esquerra Republicana ha obtenido, asimismo, 100.000 votos menos y baja dos esca?os. Tambi¨¦n pierde el PP, en este caso un diputado y unos 75.000 sufragios. Las dos fuerzas emergentes son Ciutadans, que pasa de la nada a la gloria de obtener tres esca?os y m¨¢s de 75.000 votos, e Iniciativa per Catalunya, la ¨²nica formaci¨®n de las cinco que ten¨ªa representaci¨®n parlamentaria que logra un avance neto en votos, porque en t¨¦rminos absolutos incluso CiU sufre un retroceso, al pasar de los 715.000 de 2003 a unos 650.000 en esta ocasi¨®n, lo que se explica por el fuerte avance de la abstenci¨®n, que pas¨® del 37,9% hace tres a?os al 43,4% ayer, seis puntos m¨¢s.

CiU hab¨ªa ganado tradicionalmente las elecciones en la provincia de Barcelona, al rev¨¦s de lo que ocurre en las generales. Pero esta tendencia se quebr¨® en 1999, la primera vez que Pasqual Maragall encabez¨® la candidatura de los socialistas. El triunfo del PSC en Barcelona se repiti¨® en 2003. Ayer, las urnas pusieron fin a la hegemon¨ªa socialista mantenida durante siete a?os. CiU consolid¨® sus resultados o, cuando menos, fren¨® notablemente el incremento de la abstenci¨®n, aunque algo sufri¨® porque, aun ganando, pierde unos 75.000 sufragios. Poco si se compara con el gran castigado: el PSC de Jos¨¦ Montilla. Sus 824.270 votos en 2003 se quedaron ayer en poco m¨¢s de 600.000. Y sus 29 diputados de hace tres a?os se redujeron a 25.

Los socialistas, pese a sufrir el castigo m¨¢s potente de la abstenci¨®n, logran mantener el primer puesto en las poblaciones del llamado cintur¨®n rojo de Barcelona. Se imponen a CiU con claridad en Cornell¨¤, de donde era alcalde Jos¨¦ Montilla, pero tambi¨¦n en Santa Coloma, Badalona, Rub¨ª o Ripollet. En Cornell¨¤, CiU pierde por goleada (16.590 votos socialistas frente a 5.354 para los convergentes). Pero estos triunfos no se producen en las localidades de la Catalu?a interior como Manresa o Berga (ambas, por cierto, con alcaldes socialistas). CiU, en cambio, s¨ª logra la victoria en sus feudos habituales, entre ellos Sant Cugat y Vic.

Hay dos ciudades, Sabadell y Terrassa, donde los resultados muestran a las claras c¨®mo los votantes socialistas, una vez m¨¢s en unas elecciones auton¨®micas, han optado por quedarse en casa. En Terrassa, la diferencia entre CiU y PP es de apenas 600 votos. En Sabadell es algo mayor (m¨¢s de un millar) pero muy escasa si se tiene en cuenta que en el Ayuntamiento los socialistas tienen mayor¨ªa absoluta.

ERC no consolida los logros de hace tres a?os, mientras que ICV mejora sus resultados en toda la provincia y, especialmente, en las poblaciones m¨¢s de izquierdas.

El mayor ¨¦xito fue el de Ciutadans, que consigui¨® entrar en el hemiciclo con tres diputados y un porcentaje del 3,5%, que supera con nitidez el 3% m¨ªnimo exigido para lograr la representaci¨®n parlamentaria. El avance de Ciutadans es especialmente relevante porque part¨ªa de cero, ya que es la primera vez que concurre a las elecciones. Su propuesta de una forma diferente de hacer pol¨ªtica puede haber hecho mella en un votante que, insatisfecho con los partidos tradicionales, no deseaba abstenerse. El PP retrocede, pero sus resultados no son una debacle. Perdi¨® un diputado y unos 80.000 sufragios.