Soldados israel¨ªes matan a dos mujeres palestinas que formaban escudos humanos
Un grupo de 200 vecinas proteg¨ªa a milicianos de Ham¨¢s en un mezquita de Gaza
La ya de por s¨ª escalada de violencia del Ej¨¦rcito israel¨ª alcanz¨® ayer mayor brutalidad en Beit Hanun durante el tercer d¨ªa de invasi¨®n a la ciudad del norte de Gaza. Los soldados dispararon contra un grupo de 200 mujeres desarmadas y mataron a dos cuando acud¨ªan a rescatar a milicianos de Ham¨¢s refugiados en una mezquita y acosados por los tanques durante 19 horas. Lograron alcanzar el templo y que los 60 hombres se fugaran. Suman 34 los muertos desde que el mi¨¦rcoles los militares iniciaran los ataques, que pretenden frenar el disparo de cohetes sobre Israel.
La implicaci¨®n de las mujeres islamistas en el campo pol¨ªtico y laboral es creciente. Y ayer dieron una muestra de que est¨¢n dispuestas tambi¨¦n a jugarse la vida como escudos humanos. El llamamiento de la radio de Ham¨¢s se difundi¨® a las 4.30. Inmediatamente, dos centenares de mujeres se pusieron en marcha. Algunas anduvieron varios kil¨®metros, desde campos de refugiados cercanos. Cuando se aproximaban a la mezquita sonaron los primeros disparos. La inmensa mayor¨ªa continu¨® su camino. Los soldados israel¨ªes volvieron a disparar y dos mujeres murieron, y otras 15 fueron heridas. Gran parte de ellas todav¨ªa se atrevieron a entrar en la mezquita, bordeando los tanques. En pleno caos, los milicianos se las ingeniaron para huir disfrazados con vestidos que portaban escondidos las mujeres.
En los tres ¨²ltimos d¨ªas, el Ej¨¦rcito ha capturado a varias decenas de hombres en Beit Hanun, una ciudad tomada y donde rige el toque de queda. Pero ayer las im¨¢genes de televisi¨®n dejaban patente que los uniformados hebreos dispararon contra gente indefensa.
La violencia no tiene visos de detenerse, porque el Ej¨¦rcito tiene preparada otra invasi¨®n para tratar de cortar el tr¨¢fico de armas en la frontera sur de Gaza con Egipto. De hecho, la aviaci¨®n mat¨® ayer en Gaza a 18 personas, al menos cinco de ellos civiles, y un ni?o de cuatro a?os no superaba las heridas de la v¨ªspera. El Ej¨¦rcito y la polic¨ªa tambi¨¦n golpearon en Cisjordania. En Bel¨¦n falleci¨® una mujer cuando polic¨ªas de fronteras israel¨ªes llevaban a cargo una redada; en el campo de refugiados de Balata, adyacente a Nabl¨²s, tambi¨¦n muri¨® a tiros un miliciano de Fatah.
Derrocar a Ham¨¢s
El Gobierno de Ehud Olmert considera indispensable los ataques en Gaza para anular la amenaza de los cohetes artesanales que lanzan las milicias palestinas, aunque muchos de sus generales consideran imposible el objetivo sin una presencia militar continuada sobre el terreno, una opci¨®n que descarta el Ejecutivo. En realidad -y es una meta que no oculta-, pretende derrocar al Gobierno de Ham¨¢s a toda costa. No en vano, Israel est¨¢ permitiendo el rearme de las fuerzas de seguridad del presidente palestino, Mahmud Abbas, para que pueda afrontar en mejores condiciones un enfrentamiento armado con sus rivales de Ham¨¢s. Ni es gratuito que ayer fuera detenido, en Ramala, Abdel Rahman Zaidan, el d¨¦cimo ministro del Ejecutivo islamista que es encarcelado desde junio.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Mark Regev, admiti¨® que es inaceptable que se dispare contra mujeres y, siguiendo la norma, asegur¨® que habr¨¢ una investigaci¨®n. Unas investigaciones que no suponen castigo alguno para los responsables militares o policiales.
Regev insisti¨® en que desde Beit Hanun se han lanzado en los ¨²ltimos meses 300 cohetes caseros contra Israel, y que la invasi¨®n por tierra y aire pretende impedir el disparo de los Kassam. Otro de los argumentos empleados por el funcionario es, cuando menos, chocante. Regev habl¨® de Gaza como si el Gobierno israel¨ª no tuviera responsabilidad sobre el territorio y esgrimi¨® que la ocupaci¨®n concluy¨® en agosto de 2005, cuando el ¨²ltimo de los soldados abandon¨® la franja.
Lo cierto es que, seg¨²n los convenios internacionales, Gaza contin¨²a siendo un territorio ocupado porque el Estado jud¨ªo controla el espacio a¨¦reo, mar¨ªtimo, las fronteras, la expedici¨®n de pasaportes y ahoga el tr¨¢fico comercial. Resulta tambi¨¦n dif¨ªcil creer que Regev pueda pensar que, aunque la ocupaci¨®n de Gaza efectivamente llegara a su fin, ser¨ªa suficiente para que las milicias palestinas se mantuvieran en calma si prosigue la ocupaci¨®n en Cisjordania.
La desmesura de los ataques israel¨ªes despert¨® las iras palestinas y las proclamas a la resistencia. "No haremos concesiones y no importan los sacrificios. Los pa¨ªses que nos reclaman concesiones ante el ocupante y son ciegos ante el terror de la ocupaci¨®n deber¨ªan cesar de hacer esas exigencias", dijo ante cientos de seguidores el primer ministro palestino, Ismail Haniya.
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