Los lectores del Capit¨¢n Tximista

"La literatura de P¨ªo Baroja ha dejado un herencia de buenos lectores, masas de lectores que se han acercado a su prosa enga?osamente f¨¢cil, m¨¢s que buenos escritores", asegura Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923), ¨²ltimo Premio Nacional de Narrativa. Junto a Pinilla, los escritores Fernando Mar¨ªas (Bilbao, 1958), Jos¨¦ Fern¨¢ndez de la Sota (Bilbao, 1960), Pedro Ugarte (Bilbao, 1963) y Anjel Lertxundi (Orio, 1948) rememoran su inter¨¦s por la literatura de Baroja al conmemorar el 50? aniversario de su muerte, que se cumpli¨® el pasado 30 de octubre. A los cinco las novelas de Baroja les abrieron en la adolescencia el camino de la literatura y han disfrutado despu¨¦s con la autobiografia Desde la ¨²ltima vuelta del camino.

La b¨²squeda de las

cosas sencillas

Pinilla admira a Baroja por su minuciosidad, su b¨²squeda de las cosas sencillas y el uso de un estilo que "transmite una enga?osa facilidad", que se acerca a "un lenguaje invisible", que no perturba al trasmitir la narraci¨®n al lector. Vuelve una y otra vez a sus novelas, pero nunca le ha interesado seguir su estilo. "Le admiro, pero yo siempre he ido por otro lado", explica.

"Los imitadores de Baroja saltan el gran esfuerzo de conseguir la sencillez y van directamente a copiar el resultado. No es aut¨¦ntico. La prosa de Baroja sal¨ªa as¨ª de sus entra?as", se?ala. Pinilla lee ahora el tercer volumen de las memorias de Baroja, Desde la ¨²ltima vuelta del camino. "Escribe lo justo, es mordaz sin llegar a la violencia, sus comentarios no hieren, excepto a la Iglesia cat¨®lica", a?ade. "Parece que no escribe, sino que est¨¢ so?ando". Pinilla defiende que las obras de Baroja, "como toda la buena literatura" nunca pierde vigencia. "Quien quiera conocer tipos del Pa¨ªs Vasco, que lea a Baroja. Con su enfoque sombr¨ªo de la vida, su amargura, falta de pasi¨®n, su honestidad y sus criticas podr¨¢ aprender mucho".

Misericordia por

sus personajes

Al releer en los ¨²ltimos meses las novelas de la trilog¨ªa La lucha por la vida, Fernando Mar¨ªas ha disfrutado mucho m¨¢s que cuando lo hizo por vez primera hace casi 30 a?os. Ha descubierto ahora "los aspectos m¨¢s dram¨¢ticos" de sus historia y "la misericordia por su personajes". Mar¨ªas comenz¨® a leer a Baroja con esta trilog¨ªa (La busca, Mala hierba, y Aurora roja). "Aquellas novelas parec¨ªan escritas para m¨ª. Las le¨ª en el momento de mi vida que me hab¨ªa trasladado a Madrid y viv¨ª en paralelo los descubrimientos de los personajes", cuenta. "Su estilo es de una efectividad extrordinaria".

Mar¨ªas defiende que la autobiograf¨ªa de Baroja es como una novela, contada de forma fr¨ªa y as¨¦ptica, en la que un hombre oscuro, cerrado y enigm¨¢tico no habla de sus sentimientos. "S¨®lo pensaba en observar el mundo y contarlo". Sentado frente a los 16 tomos de las obras completas del autor guipuzcoano sentencia: "Fue un novelista genial". Al releerle hoy propone hacer el esfuerzo de redescubir su modernidad: "Parece reci¨¦n escrito".

Un gran memorialista

Las novelas de Baroja permanecen en la memoria de Jos¨¦ Fern¨¢ndez de la Sota junto a los recuerdos de la adolescencia. "Me qued¨® con la imagen de Baroja que soy yo mismo leyendo sus novelas y descubriendo la ficci¨®n. Fueron t¨ªtulos que me marcaron". De los cuentos de Vidas sombr¨ªas, pas¨® a las novelas y de ah¨ª, a las memorias. "Hoy no releer¨ªa las novelas. En cambio, lo hago muy a gusto con su autobiograf¨ªa, un texto apasionante". Fern¨¢ndez de la Sota considera que Baroja fue, sobre todo, un gran memorialista, que, sin embargo, sigui¨® escribiendo novelas. "No me consider¨® barojiano", puntualiza. "Es un club en el que exite una relaci¨®n amor-odio".

Iniciaci¨®n a la lectura

Pedro Ugarte reconoce su relaci¨®n entra?able con la literatura barojiana. "Mi generaci¨®n aprendi¨® a leer novelas con ¨¦l. S¨®lo por eso, su literatura ya es valiosa". Cree que en Baroja est¨¢ la esencia de un gran novelista: "A pocos escritores les cuadra mejor esa palabra".

Ugarte considera que fue una suerte para la literatura que para describir un momento concreto de la historia existiese un escritor como Baroja. Al principio le interes¨® de ¨¦l su capacidad de plantear historias de marinos, conspiradores y guerras carlistas. A¨²n recuerda lo que disfrut¨® con las peripecias de Shanti And¨ªa. Sus ensayos, en cambio, le parecen m¨¢s confusos. Y con el paso de los a?os ha preferido leer las memorias Desde la ¨²ltima vuelta del camino. Ugarte entiende que las cr¨ªticas que ha recibido Baroja resultan injustas. "Lo importante es lo que escribi¨®, no su personalidad", defiende.

Una mirada distinta del paisaje y los personajes

La estrella del Capit¨¢n Tximista fue la primera novela de Baroja que cay¨® en las manos de un Anjel Lertxundi adolescente. "Devor¨¦ sus novelas, primero las de tem¨¢tica vasca y luego todo lo demas", recuerda. A diferencia de otros lectores que abandonaron, Lertxundi ha segudio leyendo a Baroja "para disfrutar de un gran narrador y para escribir sobre ¨¦l".

Ahora le interesa sobre todo porque encontr¨® en ¨¦l a uno de esos escritiores que "ayudan a identificar un paisaje y hacerlo tuyo". "El paisaje vasco es distinto antes y despu¨¦s de Baroja", subraya Lertxundi. "Es una mirada diferente al paisaje y a los personajes vascos".

En opini¨®n de Lertxundi, la altura de las narraciones del escritor guipuzcoano no ha tenido en Europa la repercusi¨®n que merecieron. "Su modo de contar es moderno y ha resistido bien el paso de los a?os. Aguanta igual hoy que hace 60 a?os. Sus novelas tienen un ritmo narrativo que no da al lector un momento de descanso. Es visual, cinematogr¨¢fico; la gran humanidad y el an¨¢lisis psicol¨®gico de los personajes est¨¢n basados en hechos".

Lertxundi destaca la forma en que Baroja abord¨® la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica, "como un elemento m¨¢s de definici¨®n de los personajes, planteando con gran intuici¨®n y viveza los problemas de comunicaci¨®n que causan el uso de una u otra lengua".