?Dejen mi tel¨¦fono en paz!
Gu¨ªa para no sufrir m¨¢s de lo necesario con las llamadas publicitarias al n¨²mero fijo y al m¨®vil
Hora de la siesta, paz y tranquilidad en la casa, suena ese tel¨¦fono fijo que casi nunca suena; adem¨¢s de despertarle a uno, le da un susto, ?qu¨¦ habr¨¢ pasado?: llamada publicitaria. S¨¢bado por la tarde, una cita para la noche pendiente de un mensaje de m¨®vil, entra el mensaje, ilusi¨®n, baj¨®n: mensaje publicitario. El tel¨¦fono m¨®vil se ha convertido en t¨®tem de la mercadotecnia, el instrumento perfecto para llegar al cliente adecuado en el instante preciso. Y el fijo tambi¨¦n: cualquier empresa tiene derecho a llamarle a su casa si usted figura en la gu¨ªa telef¨®nica.
"No hay una legislaci¨®n clara y eso favorece los atropellos de las empresas", denuncia Antonio Farriols, presidente de la Comisi¨®n de Libertades Inform¨¢ticas (CLI), asociaci¨®n de profesionales que lucha por la protecci¨®n de datos. El sector de las telecomunicaciones es el que m¨¢s trabajo gener¨® en 2005 a la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD): 264 investigaciones, un 30% por fraude en la contrataci¨®n de servicios. De los 264 expedientes, 80 acabaron en sanciones. ?C¨®mo se puede defender un consumidor que no quiera recibir publicidad por tel¨¦fono? ?stas son algunas respuestas.
- Tiene un mensaje nuevo. Una empresa no tiene derecho a enviar un mensaje publicitario a un m¨®vil particular, a menos que haya solicitado y obtenido previamente el consentimiento expreso del destinatario. Hay una excepci¨®n: si se es cliente de esa compa?¨ªa. En este caso, la empresa puede hacerlo pero debe facilitar un procedimiento sencillo y gratuito para que el cliente se d¨¦ de baja. Si no hay resultados en 10 d¨ªas, se denuncia ante la AEPD, que puede imponer sanciones que van de 600 a 600.000 euros en funci¨®n de la gravedad. En Movistar, s¨®lo el 2% de los clientes ha solicitado que no se utilicen sus datos para el env¨ªo de promociones.
- Concursos, regalos, recargas. Algunas operadoras hacen regalos de saldo o recargas para conseguir engordar sus bases de datos y poder darles usos promocionales, se?alan desde las agencias de consumidores. Otras empresas, a trav¨¦s de concursos con n¨²meros cortos en la tele, consiguen datos que luego venden a otras empresas.
La Asociaci¨®n Espa?ola de Servicios a M¨®viles (que dice agrupar el 80% del tr¨¢fico de tonos, logos, melod¨ªas) ha suscrito un c¨®digo de conducta que garantiza el derecho del usuario a darse de baja mediante el env¨ªo de un mensaje que contenga la palabra "baja".
Al bajarse un tono o melod¨ªa, hay que estar pendiente del primer mensaje, que es en el que le dan al cliente la posibilidad de darse de baja, se?alan desde CECU.
- Llamada a casa con la ¨²ltima gran oferta. Llaman, ofrecen un nuevo producto (una oferta de nueva l¨ªnea ADSL, un cl¨¢sico). Y, a menudo, a la hora de la siesta. En muchos de estos casos, son plataformas subcontratadas por las empresas las que llaman. La lucha por hacerse con un hueco en el mercado de las telecomunicaciones llev¨® a una competencia encarnizada que propici¨® campa?as muy agresivas hace dos a?os, cuenta Cristal Castro, abogada de la Confederaci¨®n Espa?ola de Consumidores y Usuarios. Desde la CLI, se recomienda aprovechar esa llamada para recabar informaci¨®n de la empresa que solicita los datos si se desea evitar futuras llamadas. Se puede enviar un escrito a la empresa pidiendo la cancelaci¨®n de datos (hay un formulario tipo que se encuentra en la web de la AEPD, www.agpd.es). Si en 10 d¨ªas no se cumple, denuncia (para lo cual es importante guardar una prueba del episodio).
"Picaresca y marketing est¨¢n muy cerca, si hay una forma de enga?ar, las empresas la utilizan", reconoce Jos¨¦ Mar¨ªa Cabrera, veterano cuya empresa, Publipost, lleva 42 a?os haciendo marketing directo. "Pero hay un c¨®digo para no llamar a las ocho de la ma?ana ni a las nueve de la noche, es muy negativo hacerlo".
- B¨®rreme del list¨ªn. Tambi¨¦n se puede pedir a Telef¨®nica que le borre a uno del list¨ªn para que la empresa no pueda conseguir el tel¨¦fono fijo particular. Aquellos cuyo apellido empieza por A caer¨¢n m¨¢s f¨¢cilmente en esta tentaci¨®n: reciben m¨¢s llamadas de este tipo.
En Espa?a, es el consumidor el que se tiene que mover para que no le env¨ªen publicidad, y eso no se produce muy a menudo. "La sociedad espa?ola no tiene iniciativa en estas cosas, poca gente est¨¢ dispuesta a hacer los tr¨¢mites para darse de baja", se?ala Raquel Garc¨ªa Guill¨¦n, abogada, investigadora y autora de Spam y comunicaciones no solicitadas.
- La llamada de la m¨¢quina. Es bastante habitual la llamada en que una grabaci¨®n invita a conocer unos apartamentos modernos y lujosos. Tambi¨¦n precisa de un consentimiento expreso e informado del cliente: si uno la recibe en casa y no lo ha autorizado, la empresa se est¨¢ saltando la legislaci¨®n, se?alan en la AEPD. Suelen pedir que uno llame a un tel¨¦fono, que en ocasiones incluye una sobretarificaci¨®n. Si llama, sepa que el minuto de tel¨¦fono le puede salir muy caro.
- Las listas Robinson. Son listas a las que se apunta el cliente que no desea recibir publicidad. En Estados Unidos funcionan bastante bien. En Espa?a hay una, auspiciada por la Federaci¨®n de Comercio Electr¨®nico y Marketing Directo (FECEMD). Funciona desde hace 10 a?os y hay 39.000 personas apuntadas. Est¨¢ enfocada a la gente que no quiere recibir publicidad por correo, pero tambi¨¦n se puede apuntar uno si no quiere que le llamen al tel¨¦fono fijo, seg¨²n se?ala I?aqui Uriarte, director de asuntos jur¨ªdicos de FECEMD. El consumidor rellena un formulario (www.fecemd.org/slr.asp) que se manda a las empresas de FECEMD, que lo filtran con sus propias bases de datos.
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