Corporativismo y dependencia
El presidente del Congreso ha recibido la lista de los candidatos a vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para la renovaci¨®n de este ¨®rgano de representaci¨®n de los jueces. Entre los candidatos, en lo que a Andaluc¨ªa se refiere, se encuentran dos que propone la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM) y dos m¨¢s, que lo hace Jueces para la Democracia (JpD). Uno de ¨¦stos es el presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, Miguel Carmona, a quien el viernes se le da un homenaje con motivo de su reci¨¦n concedida medalla de San Raimundo de Pe?afort. Pues, bien, este candidato a nuevo vocal, en una entrevista reciente, ha tocado algunos problemas que preocupan a la sociedad. Construcciones ilegales e independencia del ¨®rgano de los jueces.
Es verdad, tal como manifiesta, que en numerosas ocasiones cuando se pretende ejecutar las sentencias que han declarado ilegales algunas construcciones, no se pueden ejecutar. Durante el proceso se han trasformado, por arte de Tamarit, en legales. Alcaldes y corporaciones, en estas ocasiones, hacen imposible los derribos, pues nuevos expedientes han declarado legal lo que no era. Actos municipales que impiden la ejemplaridad de la sentencia y que extienden la creencia que todo el monte es or¨¦gano. Se puede construir ilegalmente que despu¨¦s legalizaremos. Sin embargo, en estas manifestaciones, aunque contengan un punto de verdad, se echa de menos un peque?o acto de contrici¨®n. No es otro que la referencia a la lentitud de la justicia; m¨¢s lenta en el orden contencioso-administrativo ya que pasa casi un lustro antes de que los tribunales resuelvan. A veces, cuando se dicta sentencia, no es necesario el derribo; las casas se caen de puro viejas. En fin, que no est¨¢ mal algo de corporativismo, pero estar¨ªa mejor que se repartiera juego y se compartieran responsabilidades.
De ah¨ª que no se pueda, si lo que se quiere es una Justicia eficaz, y no me cabe la menor duda de que siempre ha sido uno de los objetivos de Miguel Carmona, tapar una cierta y constatada ineficacia a costa de perjudicar la imagen de los ayuntamientos y de los alcaldes, que son representantes del pueblo, elegidos por el pueblo. No se puede hacer ver que est¨¢n por convertir lo ilegal en legal. Bastante tienen con aguantar que algunos usen los comportamientos de alcaldes indeseables para extender la mancha sobre todos. El corporativismo, sinceramente, no debe llegar a estos extremos.
Otro tanto puede decirse del CGPJ. A cualquiera que se le pregunte, sabe que su presidente, Francisco Hernando, no es precisamente de Zapatero ni est¨¢ por la labor de proteger la independencia judicial de Garz¨®n. Tambi¨¦n por las nuevas propuestas que hace la APM, entre las que se encuentra la magistrada que no imputa a los peritos del ¨¢cido b¨®rico, pues la alteraci¨®n de la fecha en documentos oficiales ha debido de dejar de ser delito, se puede llegar a pensar y temer, como ya advert¨ªa Miguel Rodr¨ªguez Pi?ero en una sentencia del TC, que el Consejo se integra por jueces pr¨®ximos a las opiniones de cada grupo pol¨ªtico, el que apoya a cada candidato.
Un pensamiento y un temor fundados, y unos riesgos que, en cierta medida, se desprenden de las manifestaciones de Miguel Carmona: pide que los nuevos vocales "contraigan el compromiso personal de ser aut¨®nomos" y "no se trasladen al Consejo las tensiones pol¨ªticas". Son estas realidades, las del corporativismo y las de una cierta dependencia de partidos, las que hacen menos independiente al ¨®rgano de gobierno de los jueces. Un ¨®rgano que naci¨® para evitar que los jueces no estuvieran mediatizados por el Ministerio de Justicia y que, hoy, si los nuevos vocales no se comprometen personalmente, va a continuar. En cualquier caso, lo que s¨ª es seguro que este candidato a vocal, que reconoce la necesidad de un cierto compromiso personal, va a seguir destacando en su independencia. En este sentido, y en muchos m¨¢s, me permito aprovechar estas p¨¢ginas para darle mi mejor enhorabuena.
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