Montilla promete que no se dejar¨¢ someter a "tutelas de partido" ni "injerencias externas "

Escoltado por los presidentes de Esquerra Republicana y de Iniciativa per Catalunya y por los 70 diputados que sustentar¨¢n su Gobierno, el socialista Jos¨¦ Montilla se comprometi¨® ayer a encabezar un Ejecutivo catal¨¢n "s¨®lido, serio, de larga duraci¨®n" y que, asegur¨®, "no estar¨¢ sometido a tutelas de partido ni a injerencias externas". Montilla, Josep Llu¨ªs Carod Rovira y Joan Saura hicieron a mediod¨ªa su primera comparecencia conjunta desde las elecciones mientras sus equipos negociadores acababan de perfilar los trazos del nuevo Ejecutivo, que, de entrada, no excluir¨¢ los pactos con el Partido Popular.

Si el primer Gobierno tripartito tuvo como sala de partos el majestuoso sal¨®n del Tinell, ayer Montilla, Carod y Saura quisieron que la austeridad presidiera el alumbramiento del segundo gabinete de las izquierdas catalanas. Menos grandilocuencia y m¨¢s empe?o en la labor del d¨ªa a d¨ªa. Para transmitir esta idea escogieron la sobria sala de actos del Parlamento como escenario de presentaci¨®n de su acuerdo de Gobierno. All¨ª, Montilla se dirigi¨® por primera vez a los catalanes desde la noche electoral para decirles que piensa formar un Ejecutivo en el que su objetivo prioritario no ser¨¢n los debates identitarios, sino la "construcci¨®n de una sociedad de bienestar".

El que espera convertirse en presidente de la Generalitat a finales de este mes lanz¨® innumerables gui?os a quienes se han manifestado hartos de la sobregesticulaci¨®n de la pol¨ªtica catalana y les prometi¨® un Ejecutivo "s¨®lido, serio, de mirada amplia y larga duraci¨®n".

Pero tambi¨¦n marc¨® posiciones ante las cr¨ªticas que ya le han llovido al nuevo tripartito desde la oposici¨®n y desde sectores del PSOE. A CiU, cuyos dirigentes mantienen que un Gobierno formado por tres partidos que no han ganado las elecciones "merma la calidad democr¨¢tica", le exigi¨® "respeto a las instituciones y al sistema pol¨ªtico". A los dirigentes del PSOE que en su d¨ªa apostaron por un Ejecutivo liderado por CiU les advirti¨® de que el nuevo Gobierno catal¨¢n "no estar¨¢ sometido a tutelas de partido ni a injerencias externas".

Tras dejar claro que la coalici¨®n de las izquierdas es un proyecto de largo alcance cuyos retos "no se agotar¨¢n en una legislatura", Montilla tambi¨¦n advirti¨® a los suyos y a sus socios de que todos deben aprender de "los errores del pasado". Uno de los cambios que se visualizar¨¢n en el programa de Gobierno es que, a diferencia del Pacto del Tinell, no habr¨¢ ninguna cl¨¢usula que excluya la posibilidad de llegar a acuerdos con el PP.

El l¨ªder de los socialistas catalanes remarcaba que no caer¨¢ en errores del pasado 24 horas despu¨¦s de haberse reunido con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en una discreta reuni¨®n en La Moncloa para explicarle su decisi¨®n de reeditar el tripartito y dejar en la oposici¨®n a un socio importante para el PSOE en el Congreso como es CiU.

La reuni¨®n de Montilla y Zapatero, como las negociaciones en Catalu?a, se mantuvo en la m¨¢s estricta discreci¨®n. Todo para marcar diferencias con el pasado. Y lo cierto es que ayer, en la primera puesta en escena, nadie se sali¨® del gui¨®n que los negociadores del PSC, ERC e ICV-EUiA han estado trazando al mil¨ªmetro en los ¨²ltimos cuatro d¨ªas. Carod precedi¨® a Montilla en el uso de la palabra para lanzar dos grandes mensajes: que Esquerra no vuelve al Ejecutivo con ganas de "venganza" por su a¨²n reciente expulsi¨®n del Ejecutivo de Pasqual Maragall, y que el nuevo Gobierno no ir¨¢ "ni contra nadie, ni contra ni ninguna lengua o cultura: ninguna nos molesta".

El tercer socio del tripartito, Joan Saura, tambi¨¦n apost¨® por pasar p¨¢gina en la pol¨ªtica catalana y asegur¨® que, esta vez "se ha puesto el Gobierno por encima de los objetivos partidistas y personales, por el bien del pa¨ªs".