La voz de mando tiene truco
Empresarios sevillanos aprenden t¨¦cnicas de comunicaci¨®n a trav¨¦s del doblaje de pel¨ªculas
De pirata del Caribe a directivo de una gran empresa no hay grandes distancias, al menos, si se utilizan las herramientas adecuadas y si el ejecutivo se presta para dar la voz de alarma en el asalto de un barco o para dar cuenta del bot¨ªn. Y de pirata, a cualquier personaje.
Es la t¨¦cnica que utiliza Bernab¨¦ Rico, actor y responsable de TalyCual Producciones, para ense?ar a empresarios y gerentes de asociaciones a dominar su voz para comunicar correctamente sus ideas, tanto ante un p¨²blico amplio como ante un empleado o una junta directiva. Para ello, Rico dedic¨® cinco horas de una ma?ana en un estudio de grabaci¨®n sevillano para formar a estos ejecutivos en el doblaje de pel¨ªculas. "Vienen con una deficiencia com¨²n: no son conscientes de que tienen un instrumento tan poderoso como la voz", explica el profesor de este taller, titulado La voz como instrumento de comunicaci¨®n.
Fue dif¨ªcil excluir las chaquetas, las corbatas, e incluso, algunos de los pocos tacones que se presentaron en el estudio, de la indumentaria b¨¢sica de los ejecutivos, y m¨¢s complicado a¨²n olvidar la presencia tirana del m¨®vil, aunque al cabo de las dos primeras horas, gran parte de la clase andaba ya concentrada en papeles distintos al suyo. "?Al ataque! ?Viren a estribor! ?A por ellos!".... Los altos directivos abandonaron por una ma?ana su posici¨®n y se unieron para leer y gritar, al principio con escr¨²pulos, finalmente sin apenas verg¨¹enza. "Al ver a tus compa?eros con un bol¨ªgrafo entre los dientes para aprender a vocalizar, el corte desaparece", comenta entre risas Ignacio G¨®mez-Pando, del grupo hostelero San Eloy.
De los 13 alumnos de este curso pionero, financiado y organizado por la Red Andaluza de Servicios Avanzados a las Empresas (CSEA), dependiente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa, a trav¨¦s del grupo de formaci¨®n digital GDT, s¨®lo tres son mujeres. "Hemos ofrecido este taller a empresarios de distintos sectores. La idea es darles herramientas para que se sientan c¨®modos al hablar, no s¨®lo en conferencias, sino tambi¨¦n en entornos internos, por ejemplo, para hacer propuestas a los socios", explica Matilde Espina, coordinadora de la CSEA y una de las participantes de la jornada formativa, a la que asistieron tambi¨¦n abogados y responsables de empresas de hosteler¨ªa, alimentaci¨®n, productos farmac¨¦uticos y servicios, entre otros.
El reto de hablar en p¨²blico
La mayor¨ªa tiene entre 30 y 45 a?os, aunque un participante supera los 55. "Soy director de un gran despacho, as¨ª que debo formarme permanentemente", afirma Alfredo ?lvarez, socio del bufete Montero Aramburu y uno de los alumnos m¨¢s participativos del curso.
"Tengo que hablar a menudo en p¨²blico y querr¨ªa perder el miedo esc¨¦nico", reconoce Jaime Tornay, de la Asociaci¨®n de Empresarios de Sevilla. "Para m¨ª, lo m¨¢s dif¨ªcil es variar el tono para captar la atenci¨®n", comenta a su lado ?lvaro Guillen, de Aceites del Sur. "Mi problema no es la timidez. Pero fuerzo demasiado la garganta y me quedo sin voz", apunta Antonio Palomino, responsable de La Alicantina y Horno del Duque. "Hay que emitir el mensaje correctamente, porque, a veces, por una mala entonaci¨®n, no llega la idea que quer¨ªas transmitir", comenta ?lvaro Espina, responsable de un laboratorio farmac¨¦utico.
Cada uno entra al taller con sus propias inquietudes. Al cabo de unas horas, la grabaci¨®n del doblaje de un documental demuestra a todos que muchas de estas reservas se han disipado. Los aut¨¦nticos piratas del caribe es la pel¨ªcula elegida por Bernab¨¦ Rico para que los alumnos aprendan a doblar. Todos pasan por el atril y leen textos mientras, en la pantalla, sucios bucaneros asaltan desde sus viejos barcos ricos galeones espa?oles.
El ruido de las espadas y los ca?ones asoma bajo las lecturas de los nuevos dobladores. Rico les ense?a claves de puntuaci¨®n y t¨¦cnicas para marcar el ritmo y mejorar la concentraci¨®n. "?La velocidad de esta narraci¨®n es la que recomiendas para hablar en p¨²blico?", pregunta Espina. "S¨ª, incluso la cadencia a la que debe ir: lenta y clara, pero con ritmo", responde el profesor, que continuamente alienta al grupo a participar entre bromas y demostraciones.
Rico no pone las cosas f¨¢ciles. Aplaude cuando los directivos leen sus textos en voz alta para interrumpir su concentraci¨®n y les indica los motivos por los que las lecturas no resultan cre¨ªbles. "T¨®mate tu tiempo. Pronuncia cada s¨ªlaba y date importancia", le dice a uno. "No reconoces tu voz porque est¨¢s interpretando un personaje", le comenta a otro. "El resultado es siempre m¨¢s efectivo cuando tenemos en cuenta a los que est¨¢n con nosotros", aconseja tras una exhibici¨®n en la que hace participar a toda la clase.
El resultado, "una ma?ana divertida y relajante. Un ¨¦xito". ?scar Gonz¨¢lez Barba, del club Antares, asegura que repetir¨¢. Sus compa?eros tambi¨¦n salen satisfechos del taller, algo que reflejan en un cuestionario. "Ya he acordado con los organizadores que pronto habr¨¢ otro curso", concluye Rico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.