La esencia viva de lo que hablamos

No acertaban ayer con el parentesco. "Este hermano mayor", dec¨ªa uno. "Este hijo peque?o", apuntaba otro. El caso es que el nuevo Diccionario esencial de la lengua espa?ola, que fue presentado ayer en la Real Academia con asistencia de los Pr¨ªncipes de Asturias, es un compendio ¨²til de otro compendio mayor. Un diccionario de andar por casa, instrumento de f¨¢cil consulta hecho a medida de la vida moderna, que incorpora m¨¢s de 1.000 novedades y 4.000 acepciones y que, seg¨²n Manuel Seco, acad¨¦mico asesor del proyecto, "incluye lo que m¨¢s se aproxima al l¨¦xico hisp¨¢nico de nuestros d¨ªas".

Su primer antecedente, el Diccionario manual e ilustrado de la lengua espa?ola se public¨® en cuatro ediciones entre 1927 y 1989. Pero ahora reaparece este instrumento con directrices renovadas, seg¨²n la nueva l¨ªnea que rige desde hace pocos a?os los criterios de la RAE: los de la pol¨ªtica panhisp¨¢nica. Quiere decir esto, con el consenso de las 22 academias de la lengua espa?ola en todo el mundo, como aseguraban ayer V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, director de la RAE y Humberto L¨®pez Morales, secretario de la asociaci¨®n que une a todas las instituciones del espa?ol.

No es muy dif¨ªcil llegar a acuerdos b¨¢sicos en una lengua como el espa?ol. "El 80% del vocabulario es com¨²n en el mundo hisp¨¢nico", aseguraba L¨®pez Morales ayer en la sede de la RAE, donde se present¨® por la ma?ana el ejemplar en una mesa donde estaban ¨¦l, Garc¨ªa de la Concha, Manuel Seco, Rafael Rodr¨ªguez Mar¨ªn, coordinador del proyecto y Jos¨¦ Manuel Lara, presidente del grupo Planeta, cuyo sello, Espasa Calpe, edita el tomo, cuya primera tirada es de 200.000 ejemplares.

Pero lo m¨¢s atractivo de este nuevo trabajo acad¨¦mico son las novedades. El que sea una amplia reducci¨®n del Diccionario de la RAE no quiere decir que no incluya t¨¦rminos que no figuran en el grande. "La meta es ofrecer un registro vivo del l¨¦xico de nuestra ¨¦poca", aseguraba Seco. Adem¨¢s, hasta la nueva edici¨®n del gran diccionario habr¨¢ que esperar. "No aparecer¨¢ uno nuevo hasta 2013, en el tercer centenario de la RAE", asegur¨® ayer De la Concha. Hasta entonces, este nuevo Diccionario esencial y el anterior Panhisp¨¢nico de dudas sirven de gu¨ªa sobre los nuevos t¨¦rminos del espa?ol.

Tambi¨¦n la p¨¢gina web de la RAE (www.rae.es), donde diariamente los expertos atienden dudas y consultas de todo el mundo sirve de gu¨ªa para los acad¨¦micos que no se duermen nada en los laureles. "Desde la ¨²ltima edici¨®n del DRAE en 2001, hemos estudiado 18.862 nuevos t¨¦rminos y operaciones", cuenta Garc¨ªa de la Concha. Algunos se han incluido en este nuevo trabajo, que prescinde -algo que entrar¨¢ en el que aparezca en 2013- del vocabulario desfasado.

En cuanto a cifras comparativas con su hermano mayor, el Diccionario esencial cuenta con 54.000 art¨ªculos frente a 88.000 del grande, 110.000 acepciones por 190.000 y 13.000 formas complejas por 25.000 del DRAE. La pol¨ªtica panhisp¨¢nica, que no dicta c¨¢tedra sobre una norma o una definici¨®n sin lugar a discusiones, si no que abre el significado de cada palabra seg¨²n su uso geogr¨¢fico a m¨²ltiples variedades, contempla en este Diccionario esencial muchas variantes.

Agrupa el l¨¦xico dialectal por arias muy amplias. "Hay pa¨ªses que tienen una denominaci¨®n propia", asegura L¨®pez Morales. "Espa?a y Filipinas por un lado y de otro M¨¦xico, por ser un pa¨ªs de 100 millones de habitantes y Chile, por esa configuraci¨®n tan extra?a que le hace ¨²nico", seg¨²n asegura el encargado de coordinar a las 22 academias. Las dem¨¢s denominaciones geogr¨¢ficas para el espa?ol son la americana central y meridional, las Antillas, el ¨¢rea del Caribe (Colombia, Venezuela y Antillas); los Andes (Per¨², Ecuador, Bolivia y noroeste argentino); el ¨¢rea guaran¨ªtica (Paraguay y noreste argentino) y por ¨²ltimo la del R¨ªo de la Plata (Argentina y Uruguay).

Rafael Rodr¨ªguez Mar¨ªn, que ha sido el encargado de coordinar este nuevo proyecto, explica que ha contado con tres fases: "Selecci¨®n, ampliaci¨®n y revisi¨®n". En el primer tramo, lo dif¨ªcil ha sido comprobar el uso real de cada acepci¨®n entre 150 millones de registros posteriores a 1974. Aunque no envidia el trabajo que tuvieron que hacer sus antecesores con el Diccionario manual e ilustrado. "Hoy contamos con recursos y tecnolog¨ªa como la que no pod¨ªan so?ar hace 80 a?os", cuenta Rodr¨ªguez Mar¨ªn.

Para los trabajos han contado con la colaboraci¨®n de expertos en cada campo, que les han solventado muchas cuestiones pr¨¢cticas. En cuanto a los extranjerismos, afirma el coordinador del proyecto, "nos hemos regido por los criterios del Diccionario panhisp¨¢nico". Estos contemplan espa?olizar y adaptar los t¨¦rminos (f¨²tbol por football) o se?alar con tipograf¨ªa -en cursiva, por ejemplo- las palabras que se quieran utilizar. En los gentilicios tambi¨¦n se han incluido las m¨¢s recientes novedades: montenegrino y timorense, habitantes de los dos pa¨ªses m¨¢s recientes. El Diccionario esencial contiene adem¨¢s un apartado de notas ortogr¨¢ficas y de otro de conjugaci¨®n verbal.