Propeller lleva a Girona una "fierecilla domada" con violencia dom¨¦stica

El actor Simon Scardifield parece cansado de que siempre le pregunten por qu¨¦ la compa?¨ªa brit¨¢nica Propeller est¨¢ formada exclusivamente por hombres que se travisten para interpretar los papeles femeninos. La nueva obra de este singular grupo especializado en adaptaciones de Shakespeare, La fierecilla domada, en la que Scardifield encarna a la protagonista, le ha permitido elaborar una nueva respuesta: "En esta obra hacemos cosas que no se podr¨ªan hacer con una mujer, porque la violencia es real y el p¨²blico se preocupar¨ªa por la actriz". La obra, dirigida por Edward Hall, puede verse hoy y ma?ana, en versi¨®n original inglesa con sobret¨ªtulos en catal¨¢n, en el Teatre de Salt de Girona, dentro de la programaci¨®n del Festival Temporada Alta.

La violencia expl¨ªcita en escena constituye una de las f¨®rmulas para subrayar las partes m¨¢s oscuras de la obra de Shakespeare, aunque no han renunciado a la comicidad. Los miembros de la compa?¨ªa cuentan que la obra ha tenido una recepci¨®n dif¨ªcil en el Reino Unido, porque se la considera pol¨ªticamente incorrecta y se trata mal a las mujeres. "Al final hay un largo discurso en favor del sometimiento de las mujeres a sus maridos, pero son las palabras de Shakespeare, para nosotros es una historia", aclara Scardifield. El actor admiti¨® ayer que algunas personas que esperaban ver una comedia quedaron m¨¢s que sorprendidas. "Si les resulta dif¨ªcil mirar, mejor", se?ala el int¨¦rprete.

Scardifield no rehuye ofrecer la respuesta oficial a la ausencia de actrices: "No se trata de ser hist¨®ricamente aut¨¦nticos, no queremos hacer teatro arqueol¨®gico imitando los tiempos de Shakespeare. Se trata de que las limitaciones no limitan, de que no tener mujeres nos ayuda a nosotros y ayuda al p¨²blico". El actor mantiene que el teatro no tiene una vocaci¨®n realista, sino que busca introducir al espectador en un mundo de fantas¨ªa. La idea es que si el p¨²blico cree que ¨¦l es una mujer, puede creer cualquier cosa. Scardifield recuerda que, en el pr¨®logo de Enrique V, el dramaturgo ingl¨¦s ya ped¨ªa al p¨²blico un esfuerzo de imaginaci¨®n para que con cuatro espadas de madera y sin caballos se pudiera recrear una batalla ¨¦pica.

La preparaci¨®n de los papeles femeninos de la compa?¨ªa no requiere un trabajo especial. "En los ensayos ni siquiera mencionamos que yo sea mujer. No llevo senos postizos, aunque, eso s¨ª, me afeito", bromea el int¨¦rprete de Katherine, la mujer sometida a la violencia de un agresivo novio que, lleno de dudas, se emborracha el d¨ªa de su boda. "El car¨¢cter de Kate est¨¢ inscrito en el texto", aclara.

La compa?¨ªa Propeller mantiene en sus sorprendentes adaptaciones una gran fidelidad al texto, pero con una est¨¦tica audaz y en¨¦rgica. La frescura de sus aproximaciones a Shakespeare les ha valido grandes elogios hasta convertirles en una compa?¨ªa de culto. James Sargant, director ejecutivo de Watermill Produccions, el espacio esc¨¦nico en el que Propeller ensaya y presenta sus obras, mantiene que la f¨®rmula de trabajo del grupo es muy enriquecedora. "Es una compa?¨ªa peque?a, pero tenemos un entorno maravilloso para crear; por eso muchos actores que se marchan vuelven con nosotros".