Holanda investiga si un grupo de sus militares tortur¨® a presos iraqu¨ªes

La posibilidad de que un grupo de militares holandeses torturara en el a?o 2003 a 15 prisioneros iraqu¨ªes durante unos interrogatorios efectuados en la provincia de Al Mutanna, al sur del pa¨ªs, cogi¨® ayer por sorpresa al Gobierno holand¨¦s. S¨®lo el ministro de Defensa, Henk Kamp, estaba al tanto de lo ocurrido. Una situaci¨®n muy desairada para el primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, y su titular de Asuntos Exteriores, Ben Bot, forzados a admitir en p¨²blico que ignoraban unos hechos "sorprendentes y reprobables de confirmarse". Los detenidos habr¨ªan sido empapados en agua, privados del sue?o y sometidos a ruidos y luces intensas antes de ser entregados al Ej¨¦rcito brit¨¢nico.

El contingente holand¨¦s destacado en Irak est¨¢ al mando de las tropas brit¨¢nicas, de ah¨ª que despu¨¦s de interrogar a los prisioneros los oficiales holandeses les remitieran a dicho destacamento. El jefe de las Fuerzas Armadas de Holanda, Luuk Kroon, fue puesto en su d¨ªa al corriente de lo ocurrido. Al no considerar que se tratara de un caso de torturas, no inform¨® de ello a la Fiscal¨ªa General del Estado. Sin embargo, seg¨²n el rotativo De Volkskrant, que desvel¨® ayer la noticia, el general de divisi¨®n Kees Neisingh, al frente hace tres a?os de la Polic¨ªa Militar, le aconsej¨® que reportara el informe al fiscal para que decidieran los tribunales.

Car¨¢cter delictivo

"Ya estoy jubilado y no puedo recordarlo todo", declar¨® Kroon al ser preguntado por su actuaci¨®n. La fiscal¨ªa insisti¨® anoche en que el car¨¢cter delictivo de un hecho lo decide ella y no la polic¨ªa.

"Es un hecho sorprendente", dijo el primer ministro al conocer ayer la noticia. "Este tipo de cosas no tiene cabida entre nosotros", a?adi¨® el ministro de Exteriores. En plena campa?a electoral para las legislativas del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, ambos tuvieron que dejar a un lado las promesas de mejoras sociales y econ¨®micas y tratar de despejar el ambiente. Una tarea dificultada por la oposici¨®n en pleno, desde los socialdem¨®cratas a los socialistas m¨¢s radicales, que recordaron los traum¨¢ticos efectos de la negaci¨®n de la retirada de los cascos azules holandeses poco antes de la matanza de la ciudad bosnia de Srebrenica, en 1995.

"Es una cortina de humo como la de entonces. Est¨¢n tratando de taparlo todo", dijo Wouter Bos, l¨ªder socialdem¨®crata que se afana por ganar los comicios del 22 de noviembre. Tambi¨¦n pidi¨®, junto con el resto de la oposici¨®n, un debate parlamentario y un informe independiente.

Para el ministro de Defensa, la situaci¨®n no pudo ser m¨¢s embarazosa. S¨ª sab¨ªa que los soldados que su departamento envi¨® a Irak tras el acuerdo del Parlamento hab¨ªan vejado a sus prisioneros "de una forma que no encaja con las instrucciones recibidas". Pero no lo comunic¨® al resto del Gabinete, porque la polic¨ªa militar concluy¨® que no se trataba de torturas propiamente dichas.