Agresi¨®n en la escuela
Algunos fiscales han iniciado tr¨¢mites para endurecer las penas por delitos de agresi¨®n a profesores y sanitarios. Como profesor, har¨ªa las siguientes consideraciones:
1?. Algo falla en el sistema educativo cuando se habla del colegio por lo que tiene de posible escenario delictivo y no por su valor docente y de formaci¨®n.
2?. Como profesionales, nos encontramos desprotegidos ante el incremento de las agresiones en el ejercicio de nuestra profesi¨®n.
3?. El poder legislativo y, en consecuencia, el judicial, deber¨ªan introducir las reformas necesarias en el C¨®digo Penal, como en su caso se han aplicado a la violencia de g¨¦nero, siniestralidad laboral, etc¨¦tera.
4?. No me parece justo que sean tipificadas de manera diferente las agresiones, seg¨²n se refieran a profesionales de centros p¨²blicos o de centros privados. La v¨ªctima es el profesor, que est¨¢ ejerciendo una funci¨®n de inter¨¦s p¨²blico, como es la educaci¨®n, y en este sentido, no deber¨ªa prevalecer ni primarse la condici¨®n de funcionario.
5?. La interpretaci¨®n del art¨ªculo 550 del C¨®digo Penal, que tipifica de delito de atentado la agresi¨®n a un funcionario p¨²blico, deber¨ªa ampliarse a todo el profesorado. No es intenci¨®n del agresor el atacar a un funcionario, sino a un profesor. Los profesionales de la ense?anza privada, no somos v¨ªctimas de segunda.
6?. No comparto la idea de aquellos que quieren que las agresiones a docentes sean reconocidas como riesgo laboral y que, por tanto, deber¨ªan de ser tratadas como accidente laboral.
7?. Es necesario que los poderes p¨²blicos potencien la autoridad del profesorado, faciliten la autonom¨ªa de los centros, agilicen los expedientes disciplinarios y, en definitiva, se comprometan a recuperar el orden y el respeto como valores imprescindibles para la convivencia.
8?. El ejemplo y la educaci¨®n familiar deben contribuir para evitar cualquier tipo de agresi¨®n, pero sobre todo, en la escuela. A algunos padres les falta firmeza y coherencia para defender y promover el debido respeto a los educadores de sus hijos.
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