El Supremo no transige
No era f¨¢cil imaginar una situaci¨®n en la que el Consejo General del Poder Judicial tuviera que ser llamado al orden por el Tribunal Supremo por el manifiesto incumplimiento de una sentencia. O peor todav¨ªa: por hacer el parip¨¦ de cumplirla, busc¨¢ndole las vueltas para eludir hacer lo ordenado por el mandato judicial. Constituye, as¨ª, todo un esc¨¢ndalo que el Consejo -controlado por la mayor¨ªa de vocales afines al PP- haya pretendido saltarse a la torera lo estipulado expresamente por el Supremo en el caso del nombramiento del magistrado Javier G¨®mez Berm¨²dez como presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
El primer nombramiento de G¨®mez Berm¨²dez al frente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a la que fue promovido en julio de 2004, fue anulado por la Sala Tercera del Supremo hace apenas seis meses por falta de motivaci¨®n. Y ahora acaba de serlo el segundo si cabe por una raz¨®n m¨¢s grave: haberse llevado a efecto con una motivaci¨®n ficticia y discriminatoria para con el resto de los candidatos, mediante el subterfugio de inflar hasta seis folios el historial profesional de G¨®mez Berm¨²dez y minusvalorar hasta el rid¨ªculo el de los otros, como el del juez Garz¨®n, o el de magistrado con larga experiencia F¨¦lix Alfonso Guevara. No es extra?o que los ocho vocales de la minor¨ªa se desmarcaran de la propuesta de nombramiento por "estar viciada de origen".
El portavoz del CGPJ ha pretendido quitar hierro al correctivo atribuy¨¦ndolo a meros "vicios de procedimiento". No son cuestiones de forma, muy al contrario. Son de fondo, y el Supremo ordena respetarlas e indica que tienen que ver con la igualdad y la no discriminaci¨®n en la valoraci¨®n de los m¨¦ritos de los candidatos. El sector conservador del Consejo tiene que poner en claro sin trampa alguna, si es que insiste en proponer a G¨®mez Berm¨²dez, cu¨¢les son los m¨¦ritos que le hacen acreedor del puesto frente a candidatos que est¨¢n muy por delante en el escalaf¨®n y que acreditan una larga experiencia en ese tribunal instruyendo o enjuiciando causas por terrorismo. Es de esperar que a la tercera ocasi¨®n lo haga.
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