El tri¨¢ngulo y una teor¨ªa abierta sobre el gallego

La teor¨ªa de los seis grados de separaci¨®n, esa que asegura que dos personas cualesquiera est¨¢n relacionadas como m¨¢ximo por seis conocidos, se transforma en Galicia en la hip¨®tesis de los tres ¨¢ngulos extra?os o del tri¨¢ngulo probablemente irregular.

Por ejemplo, Augusto C¨¦sar Lendoiro en animado coloquio con Manuel Mera (CIG) y Jos¨¦ Manuel Mu?iz (Aetinape), conforma un tri¨¢ngulo deportivo-s¨ªndico-pesquero un tanto ins¨®lito. Los hay m¨¢s equil¨¢teros, como el de j¨®venes empresarios, integrado por Ant¨®n Arias (Arias Hermanos), Pablo Fern¨¢ndez Castro (Norvento) y Santiago Dopico (R). O el de Jos¨¦ Luis M¨¦ndez L¨®pez, Jos¨¦ Terceiro y

Emilio P¨¦rez Touri?o (si vale Touri?o como economista en la reserva).

O de 180?, los vigueses ochenteros Juli¨¢n Hern¨¢ndez, Ant¨®n Reixa y Alfonso Pexegueiro pegados contra la pared, al lado de la mesa de sonido, ese cl¨¢sico de los festejos incluso de los que mezclan el solaz con sesi¨®n de contenidos.

A simple vista, parecer¨ªa que predominan las parejas: los poetas Miguel Anxo Fern¨¢n Vello y Xavier Seoane, los editores Manuel Bragado y Fran Alonso (Xerais), los cargos de la TVG Jos¨¦ Rey y Pastor Lorenzo, o los columnistas Ram¨®n Chao y Carlos Mart¨ªnez Buj¨¢n (intercambiando experiencias amargas). Una ilusi¨®n ¨®ptica, un error causado por el punto ciego. En la primera pareja faltaba Rosa Aneiros, en la segunda, Alfonso Eir¨¦ (A Nosa Terra). La tercera la completaba la jefa de programas Ana Cerme?o y la cuarta, el multicitado Manuel Barreiro (Vieiros).

Tambi¨¦n hay tri¨¢ngulos din¨¢micos: Suso de Toro hace de hipotenusa-lanzadera entre F¨¦lix Monteira y Camilo Nogueira. Monteira hace de nexo entre Juan Luis Cebri¨¢n y Reixa. El delegado de lo que antes era Necso, Jos¨¦ Mar¨ªa Farto, posa primero con Fernando Gonz¨¢lez Laxe y el alcalde de Ferrol, Juan Juancal, y despu¨¦s, en un alarde de versatilidad, con el de Pontevedra, Miguel Anxo Lores, y la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino. Y hay tri¨¢ngulos unipersonales. El escritor y comisario superior de Polic¨ªa de Galicia, Luis Garc¨ªa Ma?¨¢, parec¨ªa un tr¨ªo con su mirada panor¨¢mica de asegurador del orden. Muy al contrario que el director general de Protecci¨®n Civil, Antonio Espinosa, tranquilo. Jos¨¦ Blanco, el organizador del PSOE, repart¨ªa saludos por todos los flancos. Nada de campa?a.

Durante el c¨®ctel se comentaba la doble v¨ªa ling¨¹¨ªstica que traz¨® Juan Luis Cebri¨¢n al evocar al rey Alfonso X el Sabio, quien utilizaba el gallego para la poes¨ªa y reservaba el castellano para dictar leyes. Esa dicotom¨ªa ten¨ªa varias lecturas, no muy optimistas entre los m¨¢s galleguistas, que, sin embargo, quer¨ªan ver un ventana abierta para hacer pa¨ªs. Sorprendi¨® el dominio aparente del gallego del delegado, F¨¦lix Monteira, demostrando que los idiomas son cuesti¨®n de o¨ªdo musical, ganas, y no usar paraca¨ªdas.

Todos vieron pasar toda su vida por delante, en especial el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, en los veinte segundos que Touri?o tard¨® en llegar al atril, y fundirse luz y sonido a la vez. Se hizo primero la luz y despu¨¦s el sonido para escuchar la felicitaci¨®n del presidente, y para que Carlos N¨²?ez y su grupo inundasen el claustro de San Francisco del calor que faltaba fuera.