Los militares de Mihura
Miguel Mihura dec¨ªa de uno de sus personajes que "era militar, pero muy poco. Casi nada. Cuando se aburr¨ªa solamente". La confusi¨®n sobre lo que hacen y no hacen los militares puede terminar acarreando problemas a una sociedad como la espa?ola no tanto porque se atribuyan a las Fuerzas Armadas funciones civiles, sino porque los civiles dejen de cumplir funciones que han sido tradicionalmente de su competencia. Eso es lo que est¨¢ pasando en Espa?a sin que nadie parezca tener el menor inter¨¦s en discutirlo. ?Qu¨¦ hay de malo en civilizar al Ej¨¦rcito?, se preguntan algunos. Nada, pero quiz¨¢s lo que est¨¢ sucediendo es que con ese cuento se termina por militarizar lo civil, lo que quiz¨¢s es mucho menos conveniente. Sobre todo si se tiene en cuenta que la primera caracter¨ªstica de lo militar es, sin discusi¨®n, la disciplina.
El caso m¨¢s evidente de esa militarizaci¨®n encubierta es la protecci¨®n de los ciudadanos. Hasta ahora estaba encomendada al Ministerio del Interior, y, en el caso de emergencias, m¨¢s concretamente a la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil. Parece que de un plumazo esas funciones van a quedar encomendadas a las reci¨¦n creadas Unidades Militares de Emergencia (UME), integradas por oficiales de las Fuerzas Armadas y por soldados (las UME desfilaron el pasado 12 de octubre con su nuevo uniforme, negro y mostaza, mezcla de traje de bombero y de soldado). La cuesti¨®n es que los militares van a pasar de ser un valioso apoyo en circunstancias de emergencia, algo que ya ven¨ªan haciendo con eficacia, a ser los aut¨¦nticos protagonistas de todo el sistema de protecci¨®n nacional.
Y, por supuesto, para que puedan desarrollar esas funciones civiles no quedar¨¢ m¨¢s remedio que concederles autoridad sobre los civiles. La Ley de la Carrera Militar que debatir¨¢ pr¨®ximamente el Congreso establece que los militares miembros de la UME y de paso los que presten su servicio como polic¨ªas militares, tendr¨¢n la consideraci¨®n de agentes de la autoridad. Es decir, los ciudadanos ya no tenemos que obedecer ¨²nicamente a las diferentes polic¨ªas de siempre y a la Guardia Civil, sino tambi¨¦n a los soldados y oficiales de esas unidades. ?A qu¨¦ se debe todo esto? El ministro de Defensa, Jos¨¦ Antonio Alonso, lo explic¨® recientemente en un peri¨®dico del PSOE: "En sociedades abiertas como la nuestra hay una demanda social al poder p¨²blico para que, cuando hay incendios, terremotos o inundaciones, arregle la situaci¨®n de los ciudadanos (...). Los ciudadanos lo piden leg¨ªtimamente. En Espa?a la red de protecci¨®n civil es muy d¨¦bil".
?se es el aut¨¦ntico problema. La debilidad de los mecanismos civiles de protecci¨®n. La siguiente pregunta deber¨ªa ser ?por qu¨¦ son tan d¨¦biles?, ?qu¨¦ est¨¢ haciendo el Gobierno para corregirlo?, ?por qu¨¦ se destinan 1.600 millones de euros a las nuevas UME, dot¨¢ndolas de m¨¢s de 4.000 efectivos repartidos por todo el territorio nacional en lugar de remodelar esa d¨¦bil Protecci¨®n Civil?
Alonso no lo explica con claridad, pero resulta bastante evidente: porque Protecci¨®n Civil tiene la mayor¨ªa de sus competencias transferidas a las comunidades aut¨®nomas, y una de las pocas maneras que tiene el Estado central de estar presente en todo el territorio espa?ol es a trav¨¦s del Ej¨¦rcito. Las UME est¨¢n totalmente centralizadas, y su funcionamiento depende exclusivamente del Gobierno. O mejor dicho, de la propia Presidencia, que se ha reservado en la ley el despliegue de estas unidades. Se acabaron los problemas del Gobierno a la hora de hacer frente a una cat¨¢strofe como la que cost¨® la vida a 11 bomberos en Guadalajara o como la que quem¨® los montes de media Galicia. Ya no habr¨¢ que desesperarse poniendo de acuerdo a los centros de Protecci¨®n Civil de los distintos Gobiernos aut¨®nomos. Ahora se podr¨¢ mandar a las UME sin discutir nada. El Gobierno de la naci¨®n ya no estar¨¢ inerme frente a las reclamaciones de los ciudadanos. ?Pero realmente alguien puede pensar que ¨¦sa es la soluci¨®n?, ?se militarizar¨¢n todas las funciones que deban estar centralizadas y que hayan sido descentralizadas? Por mucho que terminen pareci¨¦ndose nuestros militares a los de Mihura, parece una idea poco sensata.
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