El barrio que plant¨® cara a Sadam
Dos millones de chi¨ªes se hacinan en Ciudad S¨¢der, el distrito m¨¢s pobre y rebelde de Bagdad
Como un barrio de jud¨ªos que se llamase Ciudad Hitler. Algo semejante debieron de sentir algunos chi¨ªes, vecinos de lo que ahora se llama Ciudad S¨¢der, cuando el r¨¦gimen del dictador sun¨ª Sadam Husein bautiz¨® esta zona de las afueras de Bagdad con el nombre de Ciudad Sadam.
Husein hab¨ªa prohibido las peregrinaciones de los chi¨ªes a sus ciudades santas, hab¨ªa proscrito el ritual de latigazos en la espalda y palmadas en el pecho con que los chi¨ªes exteriorizan el fervor religioso, hab¨ªa encarcelado a varios de sus cl¨¦rigos y, por supuesto, hab¨ªa desterrado del poder a la comunidad chi¨ª, que abarca el 60% de los 22 millones de iraqu¨ªes.
El barrio fue construido en 1959 para alojar a los habitantes m¨¢s necesitados de Bagdad. Aunque al principio se le llam¨® Ciudad Revoluci¨®n, r¨¢pido tom¨® el nombre del tirano. Era la zona m¨¢s pobre de la ciudad, el ¨¢rea donde se hacinaban al menos dos de los cinco millones de habitantes de la capital iraqu¨ª. Desde lo alto del palacio donde viv¨ªa Sadam Husein la vista no alcanzaba a divisar los mugrientos tejados de Ciudad Sadam. El barrio residencial de Husein y el de los chi¨ªes eran como dos universos separados por el r¨ªo Tigris y sin nada en com¨²n.
Ciudad S¨¢der no era s¨®lo la zona m¨¢s pobre de Bagdad, sino la de mayor peligro
El barrio se construy¨® en 1959 para los sectores m¨¢s humildes de la ciudad
"Aqu¨ª vienen muchos periodistas, pero no arreglan nada", se quejaba el familiar de un paciente que yac¨ªa en un hospital de Ciudad Sadam en abril de 2003, tras la invasi¨®n de los estadounidenses.
Cuando un reportero ofreci¨® un billete de 20 d¨®lares -m¨¢s de lo que muchos iraqu¨ªes ganaban en dos semanas- al pariente de un enfermo, ¨¦ste lo rechaz¨®: "No necesitamos dinero, sino medicamentos, atenci¨®n m¨¦dica. Dif¨²ndalo bien, por favor", dijo sin mucha esperanza.
La vida en Ciudad Sadam nunca fue f¨¢cil. Pero se volvi¨® a¨²n m¨¢s violenta y complicada desde el asesinato del ayatol¨¢ Mohamed Sadek al S¨¢der, quien se erigi¨® el a?o 1962 en la m¨¢xima autoridad religiosa de los chi¨ªes de Irak. Un viernes por la noche de febrero de 1999 S¨¢der fue asesinado junto a dos de sus hijos en circunstancias nunca aclaradas en la ciudad santa de Nayaf, a unos 170 kil¨®metros al sur de Bagdad.
Tras su muerte se produjeron manifestaciones en Ciudad Sadam que se saldaron con al menos 20 muertos y decenas de encarcelados. En principio, el Gobierno de Husein desminti¨® que hubiese disturbio alguno y a los periodistas les deneg¨® el acceso. S¨®lo se o¨ªa el trasiego de las ambulancias. Pero aquel febrero de 1999 marc¨® un hito en la historia del pa¨ªs.
En una ciudad plagada de estatuas, carteles y frescos con la figura de Husein, parec¨ªa casi imposible cuestionar su autoridad; en un pa¨ªs donde la gente pod¨ªa ser encarcelada s¨®lo por mirar al edificio de los servicios de espionaje donde se torturaba a ciertos presos, un barrio encendi¨® la chispa de la rebeli¨®n. Y los disturbios se extendieron a seis ciudades de mayor¨ªa chi¨ª. A pesar de que Sadam Husein intent¨® acallar las revueltas, la prensa internacional se hizo eco de ellas.
Ciudad Sadam no s¨®lo era el barrio m¨¢s marginal de Bagdad durante la dictadura de Sadam Husein. Sino el m¨¢s peligroso. En una ciudad donde uno pod¨ªa caminar por la calle apaciblemente a cualquier hora, Ciudad Sadam era el lugar al que nadie aconsejaba acudir. Uno no encontraba pizzer¨ªas, ni tiendas con zapatillas Nike, ni grandes bancos como en otras zonas de Bagdad. S¨®lo mercados callejeros populosos, barro y arena.
Una carretera ancha, flanqueada por tiendas con sus productos expuestos en la acera, cruza el barrio de punta a punta. Si uno abandona ese r¨ªo de pollos, terneros, neum¨¢ticos, patatas, transistores y camisas, se puede meter en un laberinto de callejones estrechos y malolientes, con ni?os descalzos y basura desperdigada.
Cuando concluy¨® la guerra, los gu¨ªas sun¨ªes que trabajaban con los periodistas extranjeros no quer¨ªan acudir a Ciudad S¨¢der. Para ellos, los chi¨ªes de Ciudad S¨¢der eran gente "ignorante", que en vez de gastar el dinero en la educaci¨®n de sus hijos o en construir una vivienda digna, prefer¨ªa guardarlo.
Ahora, Ciudad S¨¢der es el feudo del cl¨¦rigo M¨²qtada al S¨¢der, hijo del ayatol¨¢ asesinado. Su formaci¨®n pol¨ªtica se encarg¨® desde hace tres a?os de gestionar la seguridad, incluso la sanidad del barrio, como si fuera un territorio independiente dentro de Bagdad.
Los dirigentes sun¨ªes creen que en Ciudad S¨¢der se refugian los miembros de los llamados escuadrones de la muerte, que han secuestrado a cientos de ciudadanos sun¨ªes y tras vendarles los ojos los han ajusticiado con un tiro en la cabeza. Decenas de cad¨¢veres han sido hallados las ¨²ltimas semanas en distintas poblaciones del pa¨ªs. Casi siempre, con los ojos vendados y una bala dentro de la cabeza. Los dirigentes sun¨ªes se?alan que los escuadrones de la muerte act¨²an desde Ciudad S¨¢der con la complicidad del Ministerio del Interior iraqu¨ª.
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