Una ni?ez a golpes
Los expertos critican los fallos en la atenci¨®n a los hijos de las maltratadas previsto por la ley
Ni?os que pintan a su madre como a una mosca y a su padre como un gorila. Ni?os que aplastan la cera negra sobre la silueta de su casa, que pintan familias sin figura paterna. "Cuando mi pap¨¢ grita, me voy corriendo y me meto dentro del armario", explica alguno. Son los peque?os que sufren la violencia dirigida a sus madres y que, en los peores casos, pierden la vida con ellas (al menos dos este a?o).
La ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero los considera "v¨ªctimas directas o indirectas" de un tipo de agresi¨®n que han denunciado m¨¢s de 100.000 mujeres este a?o, muchas de ellas con hijos. La norma reconoce a los ni?os el derecho a la asistencia social integral, que incluye la atenci¨®n psicol¨®gica o el apoyo educativo a la unidad familiar. Pero ese derecho apenas se puede ejercer, seg¨²n distintos expertos. Y eso cuando la ley se acerca al segundo aniversario de su aprobaci¨®n por unanimidad.
"Cuando mi pap¨¢ grita, me voy corriendo y me meto dentro del armario", dice un ni?o
Desde el Gobierno reconocen esta carencia en la atenci¨®n a los ni?os. Matizan que la puesta en marcha de esas medidas corresponde a las comunidades aut¨®nomas. Aseguran que su aplicaci¨®n resulta desigual y prev¨¦n incentivar esas medidas de atenci¨®n con presupuesto extra para los proyectos m¨¢s s¨®lidos. Adem¨¢s, el plan de sensibilizaci¨®n y prevenci¨®n -establecido en la ley-, que el Consejo de Ministros aprobar¨¢ el pr¨®ximo 15 de diciembre incluye metidas espec¨ªficas para atender a los ni?os.
Tres peque?os reci¨¦n salidos del colegio se afanan sobre otras tantas cartulinas. Pintan paisajes con alg¨²n que otro monstruo. Han acudido, igual que sus madres, a la terapia que les facilita la Comisi¨®n contra los Malos Tratos. La iniciativa, que contrasta con la carencia general de atenci¨®n social a los peque?os, lleva tres a?os en marcha. "El estado de los ni?os depende de factores como el tiempo que han estado expuestos a la violencia, de la gravedad de ¨¦sta, de si la sufre directamente y del v¨ªnculo afectivo con el maltratador", explica la psic¨®loga Paula Pab¨®n, encargada de la terapia individual con los ni?os, previa a la de grupo.
"Cuando se produce violencia en el hogar, todo se altera. En el caso de los ni?os, esta situaci¨®n puede afectar al rendimiento escolar, generar miedo y ansiedad, problemas de sue?o y baja autoestima, entre otros problemas. Pueden aprender el modelo violento y sexista. Les cuesta controlar sus emociones", detalla Pab¨®n. Las madres, gravemente da?adas, suelen volverse demasiado permisivas, porque se sienten desbordadas. De ah¨ª que se trabaje a la vez con ellas y con sus hijos, que suelen querer convertirse en protectores de sus progenitoras (parentalizaci¨®n). La recuperaci¨®n de ambos va de la mano.
"Los ni?os son siempre v¨ªctimas de la violencia que sufre la madre. Pueden ser testigos directos, o no, pero la sufren", sostiene la pediatra Lola Aguilar, directora t¨¦cnica del centro de recuperaci¨®n de mujeres maltratadas de la Federaci¨®n de Separadas y Divorciadas.
Aguilar, como Pab¨®n, critica la falta de programas de atenci¨®n espec¨ªficos y gratuitos destinados a los ni?os. Por su parte, la organizaci¨®n Save the Children, en un reciente informe sobre la atenci¨®n a los ni?os v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero, detecta numerosas carencias en la atenci¨®n infantil y asegura que "el sistema de protecci¨®n de la mujer no contempla a los ni?os y ni?as como v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero". Puntualiza que los peque?os cuyas madres sufren maltrato "son v¨ªctimas en todos los casos de violencia psicol¨®gica y a veces tambi¨¦n f¨ªsica directa". Tambi¨¦n critica que en algunas casas de acogida se impida la presencia de hijos varones adolescentes.
La pediatra Aguilar explica que la violencia en el hogar tiene efectos directos en los ni?os, como el estr¨¦s postraum¨¢tico debido al miedo, y genera problemas emocionales y de desarrollo. Adem¨¢s, los peque?os presentan a menudo una conducta agresiva, pauta que consideran eficaz a la luz de lo que ven en su casa. "En los ni?os m¨¢s peque?os se suelen observar problemas en el control de esf¨ªnteres y en las habilidades motoras. A partir de los cuatro a?os, el ni?o se autoinculpa de lo que ocurre. Cree que, si ¨¦l fuera bueno, sus padres se llevar¨ªan mejor", a?ade esta experta. En la adolescencia surgen otros problemas, como la alteraci¨®n del ritmo escolar, los trastornos alimentarios o la dependencia de las drogas, seg¨²n Aguilar. "La violencia contra las madres roba la infancia a los hijos", sentencia en la psic¨®loga To?i Hernanz en el mismo centro de recuperaci¨®n integral.
"Los ni?os van en el segundo vag¨®n del tren de la lucha contra la violencia", plantea el m¨¦dico forense Miguel Lorente, experto del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer. "Adem¨¢s, una de las medidas que deber¨ªa adoptarse con mayor facilitad es la suspensi¨®n del r¨¦gimen de visitas de los padres maltratadores, porque provocan que los ni?os revivan las situaciones de violencia", plantea.
Esa cuesti¨®n es tambi¨¦n un caballo de batalla de distintas organizaciones de mujeres. "A veces las visitas tienen un efecto negativo sobre los menores", se?ala la psic¨®loga Pab¨®n. "Tendr¨ªa que haber evaluaciones y seguimientos m¨¢s exhaustivos para decidir sobre el r¨¦gimen de contacto", a?ade. Lorente est¨¢ de acuerdo con ello. "Es muy dif¨ªcil recuperar a un ni?o si cada 15 d¨ªas tiene una visita con un agresor, aunque le vea en un punto de encuentro", advierte Aguilar. "Las madres se pueden separar de los maltratadores, los hijos, no. Esa es su mayor indefensi¨®n".
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