La firme euforia del sector inmobiliario

Con el tel¨®n de fondo de Urbe Desarrollo 2006, la feria inmobiliaria del Mediterr¨¢neo que se clausura hoy en Valencia, la atenci¨®n medi¨¢tica y la que ¨¦sta suscita en medios pol¨ªticos y profesionales se ha condensado m¨¢s si cabe estos d¨ªas en torno al universo y negocio del urbanismo. Y no ha de extra?arnos, pues sigue siendo el asunto estrella del panorama econ¨®mico, del que constituye uno de sus motores m¨¢s din¨¢micos y provechosos, como suelen destacar los portavoces del sector. Y con raz¨®n. Las cifras cantan en punto a su participaci¨®n en el PIB, empleo creado, plus val¨ªas multiplicadas y suelo recalificado, adem¨¢s del consumido. Un fil¨®n que mantiene el potencial si nos atenemos a sus constantes vitales y evidentes.

Tan es as¨ª que el corolario de este certamen habr¨ªa de ser la sensaci¨®n de euforia generalizada, matizada ¨²nicamente por unas leves cautelas, m¨¢s bien propias de quienes prudentemente cruzan los dedos ante un ciclo felicitario tan prolongado, como viene siendo, o diagnostican la conveniencia de renovar las estrategias. Por ejemplo, y de un lado, proyect¨¢ndose al exterior para repetir la jugada inmobiliaria por esos mercados emergentes. Buen n¨²mero de empresas aut¨®ctonas se sienten con m¨²sculo financiero y t¨¦cnico para ello, y as¨ª lo delatan las promociones que anuncian por esos mundos de Dios, con menci¨®n especial de Europa del Este e Ibeoram¨¦rica. No seremos los primeros en llegar, pero tampoco hemos perdido todav¨ªa el tren.

En este sentido habr¨¢ que estar atentos a ciertas compras o fusiones que se est¨¢n gestando -alguna de ellas realmente ambiciosa-, concebidas con el prop¨®sito expansivo mencionado. Ser¨ªa confortante a este respecto que las firmas valencianas de m¨¢s tron¨ªo comenzaran a dejar de ser el comparsa pobre de las uniones temporales de empresas, las mortificantes UTE, invirtiendo de una vez los papeles. Son riesgos de mucho calibre, pero tambi¨¦n han sido y son mollares los recursos financieros acumulados por algunas promotoras ubicuas a lo largo y ancho del pa¨ªs. Y no se nos tome lo dicho a modo de adivinanza porque los desenlaces podr¨ªan divulgarse antes de aparecer estas l¨ªneas y nada se gana, e incluso se podr¨ªa perder, ejerciendo de reportero aguafiestas.

En sinton¨ªa, aunque casual, con la feria que nos ocupa el pleno del Congreso de los Diputados inici¨® la tramitaci¨®n parlamentaria de la proyectada nueva ley del Suelo, que reemplazar¨¢ a la vigente, de 1998, madre y madrastra del desmadre urban¨ªstico, al decir de los expertos.

Al parecer, se trata de acotar la especulaci¨®n y amparar un crecimiento m¨¢s sostenible. Suena a poes¨ªa, pero algo hay que hacer, aunque esta iniciativa del Gobieno central conlleve -como ya se denuncia- una merma de las competencias auton¨®micas.

De ser as¨ª, nos encaramos con una dura batalla pol¨ªtica y jur¨ªdica en defensa de las atribuciones estatutarias. Sin embargo, ?qu¨¦ demonios pueden moralmente alegar regiones o recuelos de nacionalidades como Valencia, Andaluc¨ªa o Murcia donde tanto han primado el esc¨¢ndalo y el descr¨¦dito en la gesti¨®n p¨²blica urban¨ªstica? Hay procesos irreversibles, como el federal, si a ello vamos, pero episodios como los "pelotazos" y el agio del suelo abonan la preferencia por otro g¨¦nero de disciplina y ordenaci¨®n del territorio menos municipal o descentralizada all¨ª, al menos, donde la auton¨®mica ha fracasado.

Y otra novedad -o no tanto- que decanta el certamen que nos ocupa es la constataci¨®n de que, colmatada la primera l¨ªnea del litoral valenciano, los promotores inmobiliarios se vuelcan en un segundo y tercer frente, donde les espera una buena y otra mala noticia. Por un lado, que ancha es Castilla, lo que les garantiza suelo abundante. Y, por otro, como se ha comentado estos d¨ªas, que el nuevo c¨®digo t¨¦cnico regulador de la construcci¨®n preparado por el ministerio del ramo para mejorar la calidad y confortabilidad de los inmuebles les va a complicar la vida con su complejidad y encarecimiento de los costos. Pero tampoco ser¨¢ un drama. Los pisos se pondr¨¢n "un poquito m¨¢s caros", que dir¨ªa con sorna el presidente de los Promotores de Valencia, Salvador Vila.